La brecha entre Ford Motor Co. y sus rivales de Detroit y Silicon Valley en el desarrollo de vehículos autónomos se puede medir en años. Sin embargo, incluso una compañía que intenta avanzar en la carrera para convertir la tecnología de vehículos autónomos en negocios de alto margen está atrayendo el interés de inversores externos, lo que indica cuánto dinero está entrando.
"Estoy realmente entusiasmado con lo que estoy escuchando y viendo en términos de interés de muchas entidades creíbles", dijo Sherif Marakby, el veterano de Ford que pasó un año en Uber Inc. y ahora es el máximo ejecutivo de la recién creada Ford Autonomous Vehicles LLC.
Ford anunció el mes una reorganización de su negocio de conducción autónoma con la creación de una unidad separada. El anuncio, realizado el 24 de julio, dejó abierta la posibilidad de una inversión externa, como los US$2.250 millones que recibió en junio el negocio de vehículos autónomos de General Motors Co. del japonés SoftBank Group Corp. El cambio se vio ensombrecido al día siguiente por los desastrosos resultados financieros trimestrales que hundieron las acciones de Ford.
Sin embargo, importantes inversionistas están analizando Ford AV, dijo esta semana Marakby en una entrevista, atraídos por una estrategia "integral" que involucra taxis robóticos y envíos sin conductor que tienen previsto llegar a las calles en 2021. Eso es tres años después de Waymo, propiedad de Alphabet Inc., que abrirá un negocio de robotaxis en Phoenix a fines de este año, y dos años después de General Motors Co., que planea lanzar Chevy Bolts autónomos en un servicio de transporte en 2019.
Marakby declinó identificar a los interesados o decir cuándo podrían invertir; pero dijo que se sienten atraídos por la forma en que Ford planea "reunir a todo el ecosistema, lo que significa que un inversionista en esta LLC buscaría llevar esta tecnología al mercado y desarrollar el negocio, los ingresos y las ganancias".
Los fabricantes de automóviles de la línea antigua han tenido problemas para obtener crédito de Wall Street por los miles de millones que están inyectando en el desarrollo de vehículos autónomos. Es por eso que han comenzado a separar las actividades autónomas en distintas unidades que puedan atraer inversiones externas e incluso ser escindidas. Daimler AG, por ejemplo, presentó recientemente Mobility AG separada de sus unidades de camiones comerciales y Mercedes-Benz. GM, cuyas acciones se dispararon luego de atraer una inversión de SoftBank para su división de conducción autónoma, Cruise Automation, está evaluando una oferta pública de acciones en una escisión. Una advertencia de ganancias el mes pasado hizo que las acciones de GM volvieran a caer, lo que pone de relieve cómo sus ambiciosas actividades autónomas están ligadas a los giros del cíclico negocio automotor.
De hecho, los inversionistas de Wall Street han mostrado poco interés en las acciones de Ford, que cayeron a un mínimo de seis años después de que las ganancias del segundo trimestre se desplomaran y la compañía anunciara una reestructuración de US$11.000 millones que podría tardar cinco años. Al establecer su negocio de vehículos autónomos en una compañía de responsabilidad limitada, Ford espera que su estrategia de conducción autónoma sea evaluada por sus propios méritos.
El CEO de Ford, Jim Hackett, se encuentra en medio de una revisión de la antigua línea de productos de su empresa mientras intenta conseguir los miles de millones necesarios para ser un actor en el futuro de la conducción autónoma. "No habrá 10 ganadores en este espacio cuando miremos hacia atrás", dijo Hackett sobre la competencia de los vehículos autónomos durante una conferencia telefónica sobre los resultados financieros realizada el 25 de julio. "Van a haber unos pocos, y planeamos ser uno de ellos".