El hijo del depuesto dictador libio, Muammar Gadafi, tiene derecho a postularse para presidente el próximo año, a pesar de enfrentar cargos de crímenes contra la humanidad por parte de la Corte Penal Internacional, afirmó un alto funcionario ruso.
Saif al-Islam, heredero natural de su padre con ambiciones de liderazgo, podría convertirse en una figura unificadora para el estado del norte de África, rico en petróleo pero caótico, asegura Mikhail Bogdanov, enviado del presidente Vladimir Putin en Oriente Medio. "Creo que dependerá de la voluntad política" en Libia, dijo en una entrevista en Moscú esta semana. "El país prácticamente se ha desmoronado; a los libios les resulta muy difícil hablar entre ellos".
El tribunal con sede en La Haya busca al hijo de Gadafi por crímenes de lesa humanidad relacionados con una violenta represión de las manifestaciones contra el gobierno de su padre en 2011. El autócrata libio fue derrocado y asesinado más tarde ese año, luego de más de cuatro décadas en el poder. En octubre, el fiscal general del tribunal rechazó una oferta de Saif al-Islam para que se retiraran los cargos, bajo el argumento de la defensa de que había sido condenado por los mismos crímenes en Libia.
Saif al-Islam, retenido por la milicia Zintan en el oeste de Libia después de su captura en 2011, fue juzgado en un tribunal de Trípoli in absentia y condenado en 2015. Los rebeldes que lo detuvieron decidieron liberarlo en 2016 después de que el parlamento, con sede en el este del país, declarara una amnistía general. No ha sido visto en público desde entonces. Bogdanov dijo que ha mantenido el contacto telefónico con Saif al-Islam, quien le aseguró que está a salvo. "¿Donde está? No quiero saber".
Se busca para arresto
Los fiscales de Trípoli continúan buscando el arresto de Saif al-Islam, y dicen que debe ser juzgado nuevamente dado que no estuvo presente en las audiencias originales.
"La legislatura y las autoridades judiciales locales de Libia ya han emitido un veredicto de que no debe ser perseguido y tiene derecho a participar en la vida política del país, como cualquier otro ciudadano libio", aseguró Bogdanov, quien también es viceministro de Relaciones Exteriores. Señaló que ni Rusia ni Estados Unidos reconocen la jurisdicción de la CPI.
Sin embargo, los cargos pendientes significan que el hijo de Gadafi no puede regresar a menos que se resuelvan mediante un "proceso de reconciliación nacional más amplio", afirma Mohamed Eljarh, cofundador de Libia Outlook for Research and Consulting, un centro de estudios con sede en Tobruk.
Además de Saif al-Islam, el militar del este, Khalifa Haftar, también tiene ambiciones presidenciales, y otros centros de poder rivales incluyen el gobierno respaldado por las Naciones Unidas en Trípoli y dirigido por el Primer Ministro, Fayez al-Sarraj, y la región occidental de Misrata.
Bogdanov afirma que la única forma de salir de la crisis en Libia, donde las elecciones supervisadas por la ONU están previstas para la primavera de 2019, es que las facciones rivales se pongan de acuerdo para compartir el poder, y Moscú está trabajando para convencerlas.