Uruguay exigirá que toda persona que cruce sus fronteras terrestres, incluso sus propios ciudadanos, demuestre que dieron negativo por covid-19 no más de 72 horas antes de ingresar al país, anunció el miércoles el ministro de Defensa Nacional, Javier García.
Las restricciones se implementarán pese a que el país de 3,5 millones de habitantes lidera la región en cuanto a la reapertura de su economía, desde escuelas hasta centros comerciales. Si bien las medidas de confinamiento voluntario implementadas de forma preliminar y un sólido sistema de atención médica para realizar pruebas y rastrear contagios han ayudado a que Uruguay no supere los 100 casos activos desde junio, la nación sigue siendo vulnerable a la fatiga de distanciamiento social y a su frontera terrestre de casi 1.000 kilómetros (unas 620 millas) de largo con Brasil.
Las restricciones se implementarán pese a que el país de 3,5 millones de habitantes lidera la región en cuanto a la reapertura
América Latina ahora tiene más de 3,1 millones de casos; de ellos, más de la mitad corresponde a Brasil. La región también ha reportado más de 135.000 muertes, una cuarta parte del total mundial.
“Uruguay tiene que valorar su estatus y tiene que defenderlo. Tiene que ser parte de nuestra identidad”, dijo Salinas esta semana en una entrevista. “Estamos blindando al país de la situación externa, pero después dependemos del comportamiento de nuestros ciudadanos”.
Dos importantes ciudades uruguayas están situadas justo en la frontera con Brasil. Allí ciudadanos de ambas naciones usualmente cruzan libremente de un lado a otro para comprar y hacer negocios. Los permeables límites han contribuido a que surjan brotes en dos capitales provinciales de Uruguay, lo que impulsó a la administración del presidente Luis Lacalle Pou a intensificar la vigilancia, la realización de pruebas y los puntos de control.
En los aeropuertos y puertos de ferry, los uruguayos y residentes extranjeros que lleguen de otros países también deberán mostrar resultados negativos en las pruebas de covid-19 antes del embarque, seguido de al menos una semana de cuarentena a su llegada y otra prueba. Mientras tanto, Uruguay está realizando pruebas en el lugar a los recién llegados.
La aparición de la Unión Europea como un posible destino turístico para los uruguayos después de que el bloque recomendara levantar las restricciones de viaje en 14 países, incluido Uruguay, plantea nuevos desafíos para las autoridades. Montevideo podría recibir hasta dos vuelos programados por semana desde Madrid a partir de mediados de julio, dijo el lunes el subsecretario de Turismo, Remo Monzeglio, en una entrevista por radio.
“Creemos que está razonablemente controlado en este momento, pero no se puede hacer futurología, por cuanto el virus no respeta fronteras”, dijo Salinas.
Lo que sucede en otras partes de América Latina:
- Los nuevos casos de covid-19 en México rompieron el récord de la nación por tercera vez en la última semana. La Secretaría de Salud reportó un máximo histórico de 6.995 nuevos contagios, lo que eleva el total a 275.003. Pemex informó que 186 trabajadores han muerto por el virus.
- En Brasil, hay algunas señales de que los consumidores están volviendo rápidamente a las tiendas y restaurantes a pesar del levantamiento de las restricciones del virus, lo que pone en duda la velocidad de la recuperación económica. Más de 96% de los municipios del país han tenido un caso confirmado.
- Las nuevas reglas de inmigración de Estados Unidos han generado pánico en los estudiantes venezolanos por tener que regresar a una patria en crisis. Como los campus universitarios permanecen cerrados, los estudiantes que toman clases solo en línea no califican automáticamente para visas F1, de acuerdo con las nuevas normativas emitidas el lunes por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) de EE.UU.
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Legisladores chilenos aprobaron un plan para dejar que los trabajadores retiren sus ahorros de pensiones privadas, brindando ayuda financiera a las personas que han perdido ingresos en la crisis.
