Uruguay cayó en su tercera recesión en cinco años con una contracción del producto interno bruto en el primer trimestre de 1,6% respecto del trimestre anterior, incluso antes de que se registrara el impacto total de la pandemia.
Las mayores reducciones en la actividad se observaron en la producción de servicios públicos, la construcción, el comercio minorista y el turismo, informó el banco central en su informe trimestral sobre el PIB. Con la repetición de la cifra trimestral negativa tras una contracción en el cuarto trimestre de 0,7%, el PIB ha disminuido durante dos trimestres consecutivos. Frente a un año atrás, el PIB cayó 1,4%.
Las medidas gubernamentales implementadas en marzo para frenar la propagación del covid-19 tuvieron un impacto “significativo” en algunas actividades en el sector de servicios, indicó el banco.
La economía de Uruguay enfrentaba dificultades incluso antes de que el presidente Luis Lacalle Pou declarara emergencia sanitaria nacional el 13 de marzo luego de la detección de los primeros casos de coronavirus en la nación sudamericana de 3,5 millones de personas. La tasa de desempleo se situó en 10,1% en marzo, mientras que, en mayo, la inflación se aceleró por tercer mes consecutivo a un máximo de 16 años de 11,05%.
El Banco Mundial estima que la economía registrará este año su primera contracción anual desde 2002 y que el PIB disminuirá 3,7%.