Meteorólogos del tiempo espacial del National Oceanic and Atmospheric Administration (NWS-NOAA) siguieron la trayectoria de la eyección de una masa coronal (CME en inglés) que se dirige a la Tierra, y revelaron que probablemente llegará este lunes 11 de octubre, provocando así una tormenta geomagnética.
El origen de esta tormenta proviene de la mancha solar activa AR2882 que entró en erupción el pasado sábado y produjo una gran llamarada solar de clase M1.6 y una eyección de esta CME dirigida a nuestro planeta.
“Un análisis de los eventos y los resultados del modelo indican que CME llega a la mitad del día el 11 de octubre, con efectos que continúan hasta el 12 de octubre”, sostuvieron desde la NWS-NOAA.
The NOAA SWPC expects the M1.6 CME to arrive after midday tomorrow, Monday 11 October.
— SpaceWeatherLive (@_SpaceWeather_) October 10, 2021
A moderate G2 (Kp6) geomagnetic storm watch is in effect for tomorrow evening. CME effects should persist into Tuesday, 12 October and could be followed by the onset of a coronal hole stream. pic.twitter.com/Fw5CAQeRV1
Ahora bien, según la agencia estadounidense, el impacto podría generar tormentas geomagnéticas de clase G1 a G2 (en una escala que va hasta G5), por lo que no debería haber problemas con los satélites y las redes eléctricas. Si la tormenta es de clase G2 moderadamente fuerte, en los Estados Unidos podrían verse auroras tan al sur como una línea que conecta Nueva York con Oregón.
En tanto, es posible que se visualicen auroras en latitudes altas en Europa, como en Escocia, el sur de Suecia y los estados bálticos, y habrá una pequeña posibilidad de que alcancen también latitudes medias.
Alertan sobre una supertomenta solar que podría dejar sin Internet a gran parte del planeta
Qué es una tormenta magnética
Las tormentas geomagnéticas o tormentas solares son perturbaciones del campo magnético de la Tierra y son provocadas por explosiones masivas de radiación electromagnética, plasma y partículas cargadas en la atmósfera exterior del Sol, que se desencadenan por la repentina liberación de energía almacenada en los campos magnéticos que se producen alrededor de las manchas solares visibles.
Estas pueden durar horas o incluso días y pueden provocar daños en la electrónica de naves espaciales, sobrecargas de la red eléctrica, transferencias en las señales de radio, pérdida de la señal GPS, dificultades para la navegación aérea, daños en el cableado terrestre y mala conectividad en cables submarinos.