CIENCIA
irregularidades en la anmat

El expediente "fantasma" que ya en 2017 alertaba por las drogas contra la artrosis

En 2016 se publicó una evaluación sanitaria que cuestionaba la efectividad de la glucosamina. Se activó en el organismo un informe que luego "se extravió" al llegar a la secretaría privada.

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Informes. El expediente en 2017 hasta quedar "cajoneado" y la evaluación. | cedoc

La prohibición del medicamento masivo contra la artrosis que decidió la Anmat el año pasado al ordenar el retiro de 16 marcas comerciales de la calle, medida que luego suspendió tras un fuerte lobby de los laboratorios, estuvo lejos de ser una decisión “precipitada” como dijo esta semana el ministro de Salud, Ginés González García, al referirse al escándalo que reveló PERFIL y que sacudió al mundo de la salud.

Las dudas sobre la efectividad de la glucosamina y los riesgos de su uso combinado con meloxicam para tratar esta enfermedad de las articulaciones tienen al menos cuatro años, según consta en los registros del organismo que regula el mercado de los fármacos en Argentina, donde incluso hasta se llega hablar de un “expediente fantasma” que empezó a tratar el tema y hoy nadie puede ubicar.

El mercado de la artrosis.

En primer lugar, con fecha del 26 de septiembre de 2016, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica había publicado un “informe ultrarrápido” de Evaluación de Tecnología Sanitaria de treinta páginas con el código interno "IURETS006_20160919_ANMAT", que se había elaborado sobre “once revisiones sistemáticas y metaanálisis, que fueron publicados entre 2000 y 2015”.

Su objetivo era “evaluar la eficacia y seguridad” solo del uso de la glucosamina en el “tratamiento de la osteoartrosis”. Para eso, se comparó su aplicación con placebos, antiinflamatorios y otras drogas y la conclusión fue contundente: “El efecto de estos compuestos es limitado e incierto y no agregan valor terapéutico al tratamiento de la osteoartrosis”.

Una enfermedad frecuente en adultos mayores.

El trabajo cita reportes de la Dirección General de Farmacia del Servicio Canario de Salud24, del Comité de Evaluación de Nuevos Medicamentos de Euskadi y del National Institute for Health and Care Excellence de Reino Unido para confirmar que en el resto del mundo se cuestiona la prescripción de glucosamina por inútil o directamente se vende como un suplemento dietario.

Al mismo tiempo, ese trabajo de Anmat ya hacía mención de “un análisis de seguridad no publicado sobre la prescripción de glucosamina y glucosamina más meloxicam, en personas afiliadas al PAMI” realizado por la Fundación Gesica que había encontrado “una asociación estadísticamente significativa entre el uso de la asociación y el aumento de la mortalidad de cualquier causa, de la internación por hemorragia digestiva, por insuficiencia cardíaca y de la muerte por eventos combinados”. Aquel informe ultarrápido de 2016 activaría en la Anmat el expediente 1-0047-0000-000207-17-1 que ingresó por mesa de entradas el 6 de enero de 2017 bajo el motivo de “solicitud/comunicación a farmacovigilancia glucosamina”.

Según está registrado en el sistema del organismo, el 17 de enero de ese año se produciría el último movimiento de esa carpeta hasta ahora: entraba a la secretaría privada de la dirección general, para nunca más moverse. Diversos técnicos que han tratado de localizarlo reciben como respuesta que se perdió. El ex titular de Anmat y firmante de la prohibición y su suspensión, Carlos Chiale, asegura que no recuerda qué pasó. Hoy, con nueva conducción a cargo de Manuel Limeres, en la Anmat no confirman su paradero pero afirman que “el expediente es un tema que se tendrá en cuenta para reveer el tema de glucosamina-meloxicam”.

No es el único antecedente que refleja que hubo un largo análisis del medicamento que consumieron más de 1,1 millón de jubilados solo en 2019 y que no fue una medida intempestiva como arguyen las empresas.  Según pudo reconstruir PERFIL, a fines de 2017, una comitiva del PAMI, liderada por el entonces titular Sergio Casinotti se reunió con el propio Chiale para advertirle los resultados del estudio Gesica. PAMI esperó una definición sobre el tema, pero ante la falta de respuestas, optó por quitarlo del vademecum en febrero de 2019.