Brasil eliminó a Colombia. Ninguna novedad. Colombia no había jugado con nadie importante (Grecia, Costa de Marfil, Japón y un Uruguay herido). Cuando enfrentó a un candidato de verdad se dio cuenta que necesitaba a Falcão García, que James Rodríguez y Cuadrado no eran suficiente. Y aunque, con ellos, Pekerman ingresó en la historia colombiana no entró en la memoria de los Mundiales. Igual vale.
Brasil jugó su mejor partido; si no lo resolvió con más contundencia fue porque Neymar, sin entrenar durante la semana, no tuvo una buena tarde mientras estuvo en cancha. Los zagueros centrales, Thiago Silva y David Luiz, dos monstruos, solucionaron el problema. Con dos pelotas paradas, es cierto, pero eso es variedad de recursos. Brasil no golea ni da show como en el setenta, pero es Brasil; sexta Copa consecutiva que llega a Cuartos de Final; siete veces presente en las Finales. Brasil tiene todo para reivindicarse del ‘Maracanazo’ de 1950. O casi todo. Pues, ahora tiene un problema y dos dificultades para solucionarlo: el problema se llama Alemania, su rival del martes; y las dificultades son las ausencias del capitán Thiago Silva, suspendido por dos amarillas, y la de su mejor arma ofensiva, Neymar, quien se retiró con fractura de vértebra y no volverá a jugar…
No es poca preocupación para enfrentar al mejor equipo y principal candidato que ayer mismo –con excelente arbitraje del trío argentino: Pitana, Maidana y Belatti– mandó a casa a Francia… Sin Neymar, Brasil puede caerse como Uruguay sin Luis Suárez, o puede agigantarse como el Brasil de 1962, cuando perdió a Pelé, también lesionado, y encontró en el ignoto Amarildo una perfecta solución. No se puede predecir. Pero no olvidemos que es local…
Lo cierto es que ayer, viernes, jugó el campeón: Alemania. O Brasil… En Semis van a disputar una Final anticipada que sólo el sorteo impidió que fuese la oficial. Quien gane ese partido será el campeón; ninguna de las cuatro selecciones que juegan hoy tiene equipo para quedarse con la Copa. Ni siquiera la Argentina de Messi y Di María. Es fútbol y puede pasar cualquier cosa, pero no es por acaso que los ocho ganadores de Grupos fueran los ocho que, después, clasificaron a Cuartos de Final; como no es casual que Alemania haya derrotado a Francia y Brasil a Colombia: es lo que siempre pasa…
Argentina y Holanda, quienes posiblemente el miércoles disputen la otra semifinal, esta tarde empiezan a luchar por el segundo puesto, honroso, sí, pero sin vuelta olímpica: no hay poster para el vice. Como tampoco es por acaso que Argentina tenga sus dos títulos discutidos (por el 6 a 0 a Perú y el gol con la mano a los ingleses) ni que Holanda haya perdido las tres finales que disputó. Está claro, entonces, que ayer vimos al nuevo campeón mundial, lo único que aún no se sabe es el color de su camiseta, si blanca o amarilla… Sin Neymar, sospecho que blanca.
Director Perfil Brasil, creador de SoloFútbol y autor de Archivo [sin] Final.