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ECONOMISTA DE LA SEMANA

Cambiaron los vientos, pero aún hay chances

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Hace muy poco tiempo, un par de meses nomás, nuestro futuro parecía “condenado al éxito”, frase que he descreído toda la vida. Newton se ha encargado de demostrar que nuestra vida es remar para no caer, las fuerzas naturales son hacia abajo…

Commodities altos y estables, Vaca Muerta, elecciones con un gobierno más pro-mercados, etc. etc., hacían presagiar un despegue de nuestro país en materia económica al menos. De lo social, a mi criterio más complicado, no opino dado que sólo podría hacerlo a nivel particular.
Pero, el mundo cambió.

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Las commodities bajaron, sobre todo en materia energética, y en el mapa puede observarse claramente lo que está en juego.  
En mi opinión:
◆ La cuestión geopolítica: Rusia, Venezuela, en particular, los “grandes perdedores”.  Menos visibles, Irán, Irak y otros, cuyos costos de equilibrio están por arriba de los cien dólares el barril.  Rusia responde devaluando, al igual que Venezuela, pero esta ecuación no es muy sostenible en el mediano-largo plazo.
◆ Los “ganadores”: EE.UU., China, Europa, países importadores de commodities.
◆ Para unos será geopolítica, para otros mejoramiento de números: en el caso chino, el no crecer al 8%, genera cinco millones de desempleados por cada 1% por debajo de ese crecimiento.  Europa, tiene números en países muy importantes (Italia, Francia, España, etc.) que no “cierran” a los niveles de deuda y cuentas fiscales en modo alguno.  Al menos, mejorar la balanza de pagos, importaciones vs. exportaciones, alivia y permite comprar tiempo.
◆ La gran duda: ¿por cuánto tiempo se “sostiene” esta nueva ecuación de     equilibrio?  Los expertos opinan entre seis meses y un año, dado que los precios bajos generan mayor actividad y esto debería incrementar la demanda.

¿Y Argentina, entonces?  
Ya habíamos escrito que necesitaba una fuerte apertura, aprovechar la ecuación internacional y apuntalar la inversión en infraestructura.
Sabemos que la segunda cuestión está en jaque, no derrumbada como muchos dicen, en comentarios politizados despegados de la realidad (como que las petroleras detendrán sus inversiones, puede que no las incrementen, pero en modo alguno las detendrán) entonces es obvio que las jugadas alternativas, son ser más agresivos aún con la primera y la tercera: fuerte apertura del mercado de capitales, tanto externo como interno, y un ambicioso programa de infraestructura: trenes (ultra rápidos como Europa, si se puede y no es imposible ni vano), caminos (autopistas, rutas, etc.), viviendas de buena calidad al alcance de las clases que las necesitan, hospitales, escuelas, etc.

Dicho de otro modo: aprovechemos este año (¿serán dos?) de baja en el “viento de cola” para generar actividad, crecimiento y progreso a través del financiamiento para la infraestructura.
En rigor de verdad, sería música, al menos para mis oídos, escuchar propuestas políticas concretas al respecto de los candidatos a suceder la presidencia.

Tanto de ellos, como de sus equipos.
He escuchado algunos, que versan sobre lo mismo: criticar al actual poder, por los holdouts, por el cepo, por el Indec, etc.
Sin negar la validez de las críticas, me pregunto: ¿y tu propuesta cuál es?, y si “me querés hacer un favor”, decimela “cortita y al pie” para que todos podamos entenderla.
Y, para no dejar este artículo en la misma nebulosa, yo propongo concretamente:
◆ Anunciar un plan de apertura a los capitales con garantías constitucionales de respeto a la inversión (Ley del Congreso).
◆ Presentar un detallado plan de infraestructura, definiendo claramente qué país al respecto tendremos en el 2020.
◆ Establecer un mecanismo de solución de los holdouts que nos permita retomar el camino del endeudamiento barato al que hoy acceden por ejemplo Bolivia y Paraguay: no hace falta pagar a los holdouts, sino hacer una propuesta razonable. Con sólo la voluntad de arreglo, en mi opinión, basta para volver al mercado.  En medio hay alternativas, como recurrir a algún arbitraje laudatorio, buscar fondos que negocien la compra de la deuda a cambio de invertir un equivalente en el país, etc. El pago liso y llano de lo reclamado, es una propuesta absolutamente insólita, miope y hasta mal vista por países que pronto enfrentarán situaciones similares por montos mucho más grandes (Grecia por ejemplo).
◆ Establecer un nuevo ecosistema financiero, que permita a los bancos crecer, y brindar a la población las soluciones de financiamiento que son imprescindibles para el desarrollo y bienestar de la misma.
◆ Efectuar un anuncio detallado de cuál sería una propuesta de reforma fiscal de envergadura, basada en impuestos progresivos, para dejar de anunciar récords de recaudación como si fueran copas de oro, cuando ello puede al mismo tiempo estar horadando el desarrollo.  
Hoy por hoy, Impuesto a las Ganancias es un auténtico Impuesto a los Ingresos Brutos, dado que no se puede deducir casi nada, y para la Cuarta Categoría, es directamente una nueva carga social, por citar dos ejemplos.  Ni hablar de sellos, y otros disparates provinciales vigentes que definitivamente paralizan las inversiones. Esta lista es sólo enunciativa, y ojalá, pronto escuchemos cosas sencillas y prácticas de los candidatos, para elegir lo mejor para nuestro país, independientemente de vientos alisios o no.