La primera señal es que habrá gente en las tribunas, algo que en el último tiempo se convirtió en toda una rareza. La segunda es que Argentina volverá a jugar en su viejo hogar, el telón de fondo de jornadas memorables: el Buenos Aires Lawn Tennis. La tercera es que contará con su mejor tenista, Diego Schwartzman (15° del mundo), para liderar el equipo. Todo confluye y se convierte en el contexto ideal para cumplir la misión: iniciar el camino de regreso a la primera línea de la Copa Davis. La primera parada será hoy ante Bielorrusia.
Después de un año sin competencia por la pandemia de covid-19 y de 16 años sin hacer de local en el Buenos Aires Lawn Tennis, el equipo argentino capitaneado por Gastón Gaudio buscará avanzar en los playoffs de reclasificación del Grupo Mundial I. En el estadio habrá 3.800 personas, lo que equivale al 70% de la capacidad total.
La última vez en ese escenario de Palermo fue en 2005, en una serie frente a la República Checa en la que Argentina se impuso por 5 a 0 en la ronda inicial del Grupo Mundial.
La realidad ahora es otra: el esquema de competencia ya no es como en aquel tiempo, y Argentina se dirime entre subir a la máxima categoría (lo que antes era el Grupo Mundial y ahora serían las “Finales”) o bajar a la tercera (Grupo Mundial II). Si le gana a Bielorrusia, el equipo de Gaudio volverá a jugar en marzo de 2022 en la instancia de “clasificación”, contra alguno de los países que terminen entre las posiciones 5 a 18 en las Finales de este año y los otros ganadores del Grupo Mundial I.
Peque primero. Argentina es favorita a quedarse con la serie por las bajas de Ilya Ivashka (53°), Egor Gerasimov (90°) y el doblista Andrei Vasilevski (82° en el ranking de duplas). Bielorrusia debió acudir a sus tenistas más jóvenes, sin rodaje en el circuito ATP, lo que en principio le da una clara ventaja al equipo nacional.
Schwartzman abrirá la serie, desde las 11 de hoy, ante el juvenil Daniil Ostapenkov, de 18 años y con ubicación 63 en el escalafón de juniors. Después será el turno del bahiense Guido Pella (82) frente a Erik Arutiunian (42 en juniors).
El domingo, también desde las 11, será el punto de dobles entre el marplatense Horacio Zeballos, séptimo del mundo en la especialidad, y el tandilense Máximo González (25), frente al dúo compuesto por Alexander Zgirovsky (1233) y Martin Borisiouk (1408).
Si el resultado de la serie se inclina a favor de los argentinos desde los primeros partidos, posiblemente debute en la Copa Davis Federico Coria, número 61 del ránking. El hermano menor del Mago le contó esta semana al diario La Capital, de Rosario, que él creció viendo por televisión lo que generaba este torneo. Eran años en los que todavía existía la maldición que pesaba sobre el equipo argentino, finalmente rota en 2016 en la final contra Croacia. “La Davis es lo máximo”, dijo Federico.
Como en otros tiempos sucedía con Vilas, Nalbandian o Del Potro, este tiempo presenta como líder al Peque Schwartzman, que con 29 años aspira a conducir al equipo a la elite del tenis mundial por países. Lo dijo esta semana: “Tenemos un equipo firme y completo para aspirar a volver al Grupo Mundial y representar a la Argentina en la parte más importante de la Davis”. Ante Bielorrusia, entonces, habrá que dar el primer paso.