Con la renuncia de Marcelo Tinelli a la presidencia –por ahora solo explicitada en su Instagram y no en los términos formales que exige el estatuto– y la carta publicada por el vice Matías Lammens en la que anunciaba su intención de llamar a elecciones anticipadas, San Lorenzo entró esta semana en una nueva fase. Después de un año turbulento y cargado de incertidumbre, el horizonte político e institucional empieza a verse con algo más de nitidez.
Como pedían los principales candidatos opositores, habrá elecciones anticipadas, aunque todavía no hay nada decidido en el ámbito de la Comisión Directiva. Según anticipan en el club, eso se hará en los próximos días, cuando lo que queda del oficialismo se reúna para aprobar la dimisión del conductor televisivo y abordar el cronograma electoral.
Con un clima que se espesaba a medida que avanzaba la Copa de la Liga, en el último partido, contra Racing el viernes por la noche, los hinchas en el Nuevo Gasómetro se mostraron algo más relajados. Sus dos principales reclamos se habían cumplido, o al menos se habían anunciado: la renuncia de Tinelli (que siguió recibiendo insultos) y el anuncio de nuevos comicios.
La bronca, por supuesto, se diluyó, pero permanece: por esa razón, este jueves casi todo el arco opositor estará en Avenida La Plata mientras se lleve a cabo la Asamblea Ordinaria de Socios, convocada en abril para tratar el presupuesto del ejercicio 2022/23 y el balance del 2021/22, y en la que seguramente se aborde el mapa electoral. #VotenPorSanLorenzo es el lema que se replica en las redes sociales de los diferentes espacios políticos azulgranas. Hay asambleístas que deslizan que la seguridad de la Asamblea no está garantizada.
La bronca se diluyó, pero permanece: por eso este jueves casi todo el arco opositor marchará a Avenida La Plata mientras se lleve a cabo la Asamblea Ordinaria de Socios
Ante las renuncias, los fines de ciclo y los posicionamientos a las apuradas para entrar en el radar electoral que se aproxima, la pregunta que empieza a campear ahora es cuándo se abrirán las urnas azulgranas, cerradas el sábado 14 de diciembre de 2019, cuando Tinelli arrasó con el 80% y prometía “honrar este aluvión de votos” con la vuelta a Boedo y equipos que peleen las copas internacionales. Nada de eso sucedió.
El oficialismo tiene la idea de convocar a elecciones en diciembre: estiman que, ahora que Tinelli confirmó su salida, pueden consolidar un proceso de ordenamiento económico e institucional. ¿Quién será la cara en una eventual elección luego del desplante de Tinelli? El secretario Miguel Mastrosimone y el actual presidente, Horacio Arreceygor, asoman como los posibles postulantes, aunque todas son hipótesis con más o menos sustento.
En la oposición hay diversas teorías y opiniones en cuánto a fechas. En diálogo con PERFIL, Marcelo Culotta, de Orden y Progreso SanLorencista, aseguró que “diciembre es la fecha que correspondería para las nuevas elecciones”. Lo mismo dice Christian Mera, de Soñar Boedo: “El consenso es llamar a elecciones para fin de año, pero por ahora es solo una expresión de deseo de las agrupaciones opositoras que conformamos el frente”. En ese sector evalúan la posibilidad de una elección interna para ungir a la persona con más aceptación.
Marcelo Moretti, de Boedo en Acción, es el único que considera otra fecha: entre agosto y octubre de este año. “En noviembre y diciembre está el Mundial: si se hacen entre agosto y octubre, quien gane tendrá más margen para conocer el estado real del club y negociar nuevos sponsors y refuerzos”, afirma.
La mayoría suelta que diciembre sería una posible fecha para ir a las urnas azulgranas. Un candidato pidió que sea antes del Mundial, entre agosto y octubre
“Hasta ahora todo sigue siendo todo una puesta en escena, con los socios y el club como rehenes de la disputa entre dos egos. La convocatoria a elecciones, para ser válida, debe ser adoptada por los órganos de gobierno, previa deliberación y votación”, contrapone César Francis, de Volver a San Lorenzo, que no se centra en la fecha sino en los modos: “Necesitamos menos virtualidad y más institucionalidad. Basta de hologramas a la hora de ejercer el gobierno”, agrega.
Lo que viene, además de la fecha del acto eleccionario, serán reuniones y negociaciones para tejer y destejer alianzas, y para consensuar posibles candidatos. Nada fácil en este contexto, donde un paso en falso puede provocar la peor caída.
