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fantasias

El uniforme puesto

Las autoridades del colegio de Paraná tomaron sus medidas prontamente. Ya montaron un taller sobre sexualidad y respeto por la mujer, coordinado a la sazón por psicólogos y psicopedagogos. El caso lo amerita: circuló un videíto donde se ve a una alumna del colegio practicándole sexo oral a un compañero.

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Las autoridades del colegio de Paraná tomaron sus medidas prontamente. Ya montaron un taller sobre sexualidad y respeto por la mujer, coordinado a la sazón por psicólogos y psicopedagogos. El caso lo amerita: circuló un videíto donde se ve a una alumna del colegio practicándole sexo oral a un compañero.
A ella le harán saber, porque presumen que lo ignora, que sexo oral también es sexo; a él le harán entender, en el marco de un problema de género, que es tramposo y desleal filmar al otro sin su consentimiento (por lo menos si es mujer, según se deduce del planteo). A los dos, además, los sancionaron con veinticuatro amonestaciones y media y la decisión de no incorporarlos en el ciclo lectivo de 2009. ¿Por qué razón? ¿Por haber incurrido en estas prácticas? ¿Por haberlo hecho en el baño de una estación de servicio? ¿Por haber filmado y divulgado el hecho? No exactamente. Los sancionaron porque en la imagen se distingue que la chica lleva puesto el uniforme de la institución. No faltará quien diga que a las autoridades del colegio el árbol les tapa el bosque, y que por ende no entienden nada.
Pero puede que alguien diga, y no sin cierta razón, que un árbol también es bosque, y que están entendiendo bien. Porque en cierto sentido acaso se aturdan, pero en otro sentido puede que acierten. ¿Y si el uniforme del colegio resultara, en efecto, la clave de la situación, y aún más, por qué no, su desencadenante? ¿Y si no les hubiese dado lo mismo, no ya a las autoridades, sino a los propios interesados, que el uniforme faltara? Por lo demás, una constatación. Las fantasías, como tales, bien pueden ser admitidas. Y hasta puede que se admita, llegado el caso, que las fantasías se hagan realidad.
Que las fantasías sean realidad parece en cambio más complicado. La fantasía de la colegiala es típica entre los adultos, ya que no entre colegiales. Al parecer esa fantasía vale con alguna que haga de colegiala. El sexo con la colegiala, el sexo de la colegiala, el sexo de los colegiales concluyen en cambio en taller y en amonestación.