COLUMNISTAS
dilema político

Escenario poselectoral

Disputan la campaña dos modelos enfrentados ideológicamente, uno pro-mercado, otro pro-Estado. ¿Habrá forma de tomar lo mejor de ambos?

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Historia del futuro. | pablo temes

Puede parecer descabellado pensar, que a tres semanas de las PASO y a doce de las generales del 14 de noviembre la preocupación sea lo que vaya a pasar después de las elecciones. 

Orden ¿y progreso? La aceleración de la vida política argentina no suele coincidir con las urgencias y necesidades de la población en momentos sin que haya finalizado la pandemia (casi 17 millones de personas están a la espera de la segunda dosis). A los problemas estructurales de la economía argentina, se suman los nuevos problemas provocados por las indefiniciones políticas y hasta fotografías incómodas. Se podría decir a la luz de las declaraciones públicas de Cristina Kirchner con su “Alberto tranquilo, ¡poné orden en lo que tengas que poner orden” esta semana elevó la apuesta desde su famosa frase sobre “funcionarios que no funcionan”, y que la socia mayoritaria del Frente de Todos está pensando en otra cosa. 

Un problema ya no es que no haya plan, sino que no haya un diagnóstico. El país tiene un 51,8% de inflación interanual según los últimos datos del Indec con salarios perdiendo la carrera frente a los precios y esa situación merece alguna explicación más puntillosa que la multicausalidad o la responsabilidad compartida. Por otra parte, se ha producido en los últimos tiempos un acuerdo tácito (de los pocos que se pueden observar en la Argentina actual) de que los planes sociales tal como están organizados no sirven para mejorar el nivel de vida de quienes están sumergidos en la pobreza y que para cambiar la geografía humana del país deberían transformarse en fuentes de trabajo. Pero poco se sabe cómo hacer esa tarea titánica. 

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Los programas sociales se han diversificado de tal modo que existen unos 140 programas, y aproximadamente 22 millones de personas (poco menos de la mitad de la población, de los cuales 11,4 millones son niñas y niños según Unicef) que reciben algún beneficio por esta vía según datos del Sistema de Información, Evaluación y Monitoreo de Programas Sociales (Siempro) y el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales que presidía Victoria Tolosa Paz hasta su nominación como candidata a diputada del Frente de Todos por la provincia de Buenos Aires. 

Tendencias. Es imposible imaginar que de un día para el otro se puedan eliminar estos programas cuando, además, la tendencia es hacia la creación de nuevos y más específicos. Es claro que estas partidas junto a las jubilaciones y pensiones explican gran parte del gasto estatal. Además, el listado es tan heterogéneo como la tarifa social, la Asignación Universal por Hijo o las becas Progresar que obviamente hacen que la población empleable se reduzca tanto por edad, como por capacidades. Pero suponiendo que se busque generar empleo para el 10% entre quienes reciben alguna protección entre la población de entre 18 a 64 años, ¿cómo se generaría ese millón de puestos de trabajo? ¿En qué sectores? 

Si no hay una respuesta directa por lo menos se debe plantear una hoja de ruta con el desafío para un futuro próximo. Tampoco se puede obviar que tamaña cantidad de planes generó redes capilares de manejos en los territorios, el ejemplo más claro fueron las resistencias que creó el sistema de la Tarjeta Alimentar desde que Daniel Arroyo decidió realizar el aporte económico por transferencia directa. Ésta fue una de las razones para que el ministro pidiera sumarse a la lista de diputados bonaerenses finalizando en el lejano puesto doce debajo de Leopoldo Moreau o Hugo Yasky.

Hoy se habla de una reorganización integral del Gabinete para luego de las elecciones bajo la idea que por el camino actual se perderían las presidenciales de 2023, incluso más allá de los resultados de las de este año. Se podría formular con cierta razonabilidad la pregunta de que si existe este diagnóstico por qué no se pone en marcha ya. Alberto Fernández hizo cinco cambios de ministros en estos dos primeros años por razones políticas: María Eugenia Bielsa por Jorge Ferraresi; Marcela Losardo por Martín Soria; Ginés González García por Carla Vizzotti y las más recientes de Agustín Rossi por Jorge Taiana y Daniel Arroyo por Juan Zabaleta. También hubo un cambio obligado por la lamentable muerte de Mario Meoni y el ingreso de Alexis Guerrera en Transporte. Aquellas modificaciones se explicaron por razones particulares en cada caso y nunca hubo una lógica de reingeniería global. 

Cumbres borrascosas. Otra pregunta en un cambio de esquema es cuál sería el futuro del ministro de Economía Guzmán. Quizás su esfuerzo más importante que hizo junto al presidente del Banco Central fue contener el dólar para evitar que vuele por los aires como sucedió en las previas de otras elecciones. Claro que lo hizo a costa de ir cerrando el cepo cambiario cada vez más. Acá surge la discusión del eje central de la segunda parte del mandato de Alberto Fernández y que es la más importante más allá de los nombres o del formato del organigrama: ¿cuál es el camino para reactivar la economía y lograr que se produzcan inversiones generadoras de trabajo genuino y formal? 

- Opción A: Incrementar los niveles impositivos a las grandes empresas como sugirió días atrás Tolosa Paz, aumentar los controles cambiarios, de los precios y las regulaciones empresarias, generar puestos de trabajo asociados al Estado, cerrar las importaciones y esperar una sustitución con producción nacional o la adopción del camino inverso. 

- Opción B: Bajar los niveles impositivos, apostar a la inversión privada, liberar el cepo cambiario lentamente y cambiar parte de la legislación laboral como por ejemplo, modificar el sistema de indemnizaciones. 

Parecen dos caminos enfrentados ideológicamente, uno de izquierda pro-Estado y otro de derecha pro-mercado ¿hay formas de establecer un sendero de acuerdos que maximicen las ventajas de la Argentina para adentro y para afuera? ¿Se podrá construir un Plan Quinquenal (término tan caro a los primeros gobiernos peronistas) que supere al actual gobierno? Son muchas preguntas que no tienen fácil respuesta, ojalá se pongan en juego en la campaña electoral. 

 

*Sociólogo (@cfdeangelis)