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PANORAMA / LOS PANELES QUE FALTARON

Hacia un Coloquio posta

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ESCENARIO. El Sheraton de Mar del Plata, con desfile de empresarios y políticos. | cedoc perfil

Para que el evento levante un poco en convocatoria y repercusión, y para que los grandes empresarios que lo protagonizan recuperen algo de credibilidad, hay que ir por un Coloquio de IDEA más genuino. Si 54 encuentros después, la percepción sobre los hombres de negocios es cada vez peor en un país trabado, hacer otra cosa no estaría mal. Claro que no se desconfía de los ejecutivos solo por lo que se dice en ese foro, más allá de que las recetas ahí siempre sean las mismas, pero ¿no hará falta un Coloquio más posta?

Una opción podría ser empezar a sumar algunos paneles más picantes que los que habitualmente buscan escapar de la coyuntura. Y dejar de lado la onda hippie con traje que viene imponiéndose en los últimos años. En 2017 contrataron a una consultora de coaching ontológico, y ahora trajeron a un bloguero catalán experto en dinero y conciencia, en el marco de un meeting bajo el eslogan "Soy yo y el cambio cultural", omm, es acá, es ahora.

Tal vez sea hora de mirarse al espejo y bancársela. Tal vez sea cuestión de animarse a hablar con otros disparadores. Hablar de frente de los temas que la opinión pública tiene en la cabeza sobre los que tienen el desafío de hacer negocios y generar laburo en este país, que no es fácil, claro.

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Por ejemplo, imagínense el efecto reparador que generaría si en la cena inaugural, de movida, en vez de poner como este año a tres cineastas a hablar de "La película argentina" (sic) se armara una mesa-debate titulada "Nuestras coimas", con los testimonios descarnados de Paolo Rocca (Techint) o Enrique Pescarmona (Impsa) explicando "los sobornos defensivos" y cómo sobrevivieron a billetazo limpio a las extorsiones que les impusieron para hacer jugosos negocios durante el kirchnerismo. Con Aldo Roggio (Metrovías) relatando una especie de "no me quedaba otra" para seguir con el subte. Y así tantos, incluso varios que hoy siguen patrocinando el evento.

Lo que pensaron en ese momento. Lo que ganaron. Lo que perdieron. Autocrítica sincera. Si se arrepienten en serio, bienvenido. Cierre con un clip en la pantalla gigante onda los in memoriam de las entregas de premios, pero con los que pasaron por IDEA y hoy están sopres, desde Cristóbal López, que puso su hotel para algunos encuentros en 2013, hasta Lula Da Silva, estrella alabada en 2012.

Imagínense el efecto reparador que generaría si en la cena inaugural, de movida, en vez de poner como este año a tres cineastas a hablar de "La película argentina" (sic) se armara una mesa-debate titulada "Nuestras coimas", con los testimonios descarnados de Paolo Rocca (Techint) o Enrique Pescarmona (Impsa) explicando "los sobornos defensivos"

Otro. Por qué no pensar en un panel central titulado: "¿Por qué me la llevo afuera?" Formato TED de testimonios de capitalistas argentinos que aparecen en los Panamá Papers que ahorran en el exterior y no ven seguro repatriar sus fondos. ¿Necesidad operativa de las multinacionales o refugio para pagar menos impuestos o estrategia para esconder bienes al fisco? Un caso de alguno que la haya repatriado con música épica, para que se viralice tipo la de "¿Qué tienen los pobres en la cabeza?", pero al revés. Que se indague en los por qué más profundos. Sin eufemismos. Que modere algún abogado de un estudio panameño.

¿Qué pasaría si en el enésimo panel sobre la presión impositiva y la mar en coche incluyeran la voz de algún especialista que diga, "ojo que pagan poco", o como la economista Florencia Roitstein escribió hace una semana en La Nación, que en el mundo "los ricos quieren pagar más"?

¿Y se imaginan qué aire fresco sería escuchar a tres empresarios explicando que están conformes con lo que le garpan a sus empleados, revelando alternativas para generar mejores pagas y no enumerando solamente los mismos motivos de siempre para abaratar el costo de la mano de obra?

¿Habría algo más taquillero que una disertación del supermercadista Alfredo Coto sobre la inflación y el consumo de los argentinos, casi 15 años después de su pronóstico que le valiera el "Yo te conozco" de Néstor Kirchner en 2004? Para que garpe bien, el título podría ser "Precios explosivos", y que incluya explicaciones como las que le dio al juez federal Sebastián Ramos que lo acaba de procesar por tenencia, acopio y adulteración de armas de fuego. Aunque el juez no le creyó, en su descargo escrito, le adjuntó fotos de manifestaciones e intentos de saqueos desde 2001 a la fecha en sus supermercados, para explicar por qué le dio rienda suelta a la Policía Federal para que guardara un arsenal en sus locales.

Además, están en el momento ideal para hacerla completa. Con un Presidente que viene de las empresas como Mauricio Macri, ya van tres años que la patean afuera. El jefe de Estado viene y más o menos baila la misma música. ¿Y si habla de lo que pueda sentir que es la mugre de haberse criado en una familia de contratistas del Estado? ¿Y si aprovecha ese contexto y habla de primos, empresa y gobierno?

Es cierto. La situación está muy difícil como para hacer foco únicamente en los hombres de negocios. El Gobierno es una máquina de defraudar. Ibamos a tener una inflación del 17% y tendremos casi 50%. Parecía que habría aborto legal y terminamos con auge provida y Obarrio superstar. Se venía el comienzo de diez años seguidos de crecimiento y habrá dos al hilo de retracción. Macri la frondiceaba con el desarrollismo y la obra pública pero el Presupuesto 2019 baja 57% hasta los fondos para refacción y construcción de jardines de infantes para chicos de 3 a 5 años (la cantidad de aulas construidas pasa de 3043 a 768).

Pero tal vez sea ese mismo contexto el que habilite a los empresarios a ser más audaces. A cuidar menos las formas, a dejar de ser marionetas de las relaciones institucionales y hablar de verdad. Dénle descanso a los intelectuales, muchachos. Dejen de masturbarse con las esdrújulas de Kovadloff. Arremánguense. Aflojen con el humo. Ponganlá.