COLUMNISTAS
UN fraude AL NEGOCIO DE LA PASIÓN

La gran estafa

Mientras la justicia investiga supuestas maniobras delictivas, varios clubes de fútbol sufren la caída de Generación Zoe. Proyectos sospechosos, la pantalla del compromiso social y promesas que no se cumplirán.

20220220_generacion_zoe_instagramsebastianmartinosebastianmartino_g
En el pecho. Generación Zoe, investigada por presuntos delitos, tiene su propio club, Deportivo Zoe, y es sponsor de Español y Chacarita. | instagram sebastián martino

El fútbol muchas veces funciona como pantalla o como atajo. En esta fase avanzada del capitalismo que es el capitalismo virtual y abstracto, lo vinculado o lo que rodea a la pelota suele ser la manera de demostrar lo indemostrable, y de añadirle un falso compromiso social y cultural. Lavarle la cara. La caída de Generación Zoe es, acaso, la prueba más cabal de esa fórmula: las denuncias y la investigación judicial por los presuntos delitos de asociación ilícita y estafa también inciden en el fútbol, donde su CEO, Leonardo Cositorto, creó clubes y arengaba a equipos con promesas de premios, dinero y ascenso (social, deportivo y económico).

“Estamos hasta las bolas”, le dice a PERFIL Rubén Guillén, coordinador general del Zoe Atletic Club, de Villa María, la ciudad cordobesa donde la empresa construyó su arquitectura financiera y multisectorial, y donde también se centra la investigación de la Fiscalía de Instrucción, a cargo de Juliana Companys, quien libró una decena de órdenes de detención.

Dos de esos pedidos de captura son para Claudio Álvarez y su madre, Silvia Fermani, presidente y secretaria del Zoe Atletic Club, una de las caras de este grupo empresario en la arena deportiva, creado hace cuatro meses en Villa María y que tiene a Guillén como coordinador y a los ex futbolistas Diego y Gustavo Graieb como directores técnicos de todas las divisiones. 

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

"Estamos hasta las bolas", dice el coordinador general de Zoe Atletic Club, de Villa María, la ciudad donde Zoe construyó su arquitectura financiera

“Todavía no caemos. A toda la gente que se ha comprometido se le ha pagado. El club iba por un carril diferente de la empresa. No puedo hablar de estafa porque hasta el momento pagaron todo. La única estafa es si no hay continuidad de laburo”, cuenta Guillén. 

“Sonó siempre todo muy raro”, dice Diego Conrero, presidente de la Liga de Villa María, cuando se le pregunta por la “revolución” que generaría el Zoe Atletic Club de acuerdo a lo que publicaron distintos medios del país.

Lo raro es que ese club, que está a punto de desmoronarse por la caída de la empresa que lo sostenía, pagaba de “viáticos” hasta cinco veces más que lo que pagan sus competidores de la zona. Y mientras algunos técnicos dirigen por sentido de pertenencia o amor al club de su pueblo, el Zoe Atletic pagaba 150 mil pesos mensuales a los responsables deportivos del proyecto.

Hasta principios de enero todos cobraban. Incluso la documentación jurídica que la Liga pidió la cumplieron al pie de la letra. Pero desde mediados de enero, las denuncias y la visibilidad que adquirió la presunta estafa piramidal del holding empresarial hizo que se detuvieran todos los pagos

Hasta principios de enero todos cobraban. Pero desde ahí, los teléfonos dan apagados y no hubo más noticias de los pagos

Las llamadas a Claudio Álvarez y Fermani, del círculo de confianza de Cositorto, tienen siempre el mismo desenlace: sus teléfonos están apagados. Algo parecido sucede en la otra punta del país con Deportivo Zoe, el club que participa del Torneo Regional y que dio un golpe de efecto con algunas notas pagas en medios deportivos y llevando a Miguel Ángel Brindisi y Alejandro Mancuso como mánagers. 

Así como engañó a miles de ahorristas con promesas de suculentas ganancias en tiempos récord, los clubes que creó y gerenció Zoe también prometían un futuro idílico: pasar de no tener club a jugar en el extranjero era el recurrente latiguillo del entrenador Carlos Avedissian, uruguayo nacionalizado costarricense. 

Zoe también llegó a clubes más cercanos y masivos como Atlas y Deportivo Español, al que arribó con una suerte de gerenciamiento, con Ricardo Caruso Lombardi como frontman, con campera con el logo del León de Zoe incluido. La apuesta más fuerte, sin embargo, fue en Chacarita, con el que firmó un contrato por todo 2022 para convertirse en su sponsor principal: de acuerdo a lo que informó el club funebrero en las últimas horas, Zoe pagó en enero por el primer trimestre seis millones trescientos mil pesos. ¿Qué pasará a partir de abril? Todos en el club se lo imaginan, pero nadie quiere adelantarse.