Es muy común escuchar que Brasil tuvo una fuerte expansión industrial, que su mayor competitividad le permitió, a diferencia de la Argentina, lograr una inserción destacada en mercados mundiales y que se estaría desandando parte de ese camino producto de un real apreciado.
Al observar el desempeño de las exportaciones de carácter industrial (MOI) de Argentina y Brasil se encuentra que el peso de las mismas en Argentina en el período enero-septiembre de 2010 creció respecto de igual lapso de 2001. En aquel año, el rubro MOI representaba el 31% del total, mientras que en 2010 llega a 34%, convirtiéndose en el rubro más destacado luego de relegar a las manufacturas de origen agropecuario (MOA). En Brasil, por el contrario, las MOI representaban en los primeros nueve meses de 2001 el 57%, para mostrar en 2010 una participación de 39%.
Si bien continúa siendo superior a la Argentina, las diferencias se redujeron considerablemente. Pero existen factores que atenúan este comportamiento diferencial, y que no tienen que ver exclusivamente con las MOI.
En el caso de la Argentina la participación industrial en las exportaciones se vio incrementada por la pérdida de participación del resto de los rubros: los combustibles y lubricantes pesa en 2010 sólo un 9%, la mitad que en 2001; y las MOA, que en los últimos años fueron el principal rubro de las exportaciones, resultaron afectadas por acontecimientos específicos: las represalias de China por el aceite de soja, y las escasas ventas de harina de soja por la recesión europea, así como por la caída de los saldos exportables de carne vacuna.
Mientras Brasil, a diferencia de Argentina, experimentó en los últimos años un crecimiento muy alto de las exportaciones asociadas a productos primarios y combustibles y lubricantes, por lo que su importancia crece, reduciendo el peso de la industria.
A pesar de los condicionantes, existe una ventaja absoluta a favor de la Argentina, debido a que las exportaciones industriales crecieron en nuestro país 174% entre 2001 y 2010, mientras en Brasil lo hicieron 126%. En consecuencia, existen otras razones que explican el mayor dinamismo de la Argentina:
—La apreciación cambiaria en Brasil juega un rol central, y combinada con debilidades históricas tales como altas tasas de interés, la elevada presión de las cargas fiscales y una infraestructura y logística deficientes, contribuyen al flojo desempeño de las exportaciones industriales.
—La expansión del mercado interno, provocó que muchas empresas, sobretodo las pymes (que tienen una mayor especialización en la producción industrial), se enfocaron en mejorar la inserción doméstica.
—Mientras que el principal destino de las exportaciones industriales argentinas es Brasil, que tiene un crecimiento fuerte de la demanda, por razones de escala la mayor parte de las ventas industriales de Brasil se dirigen a mercados extra Mercosur, como Estados Unidos, que se encuentran en recesión y con una moneda desvalorizada.
Si se desagrega la actividad industrial en 22 rubros diferentes, en diez de ellos la variación de las exportaciones argentinas supera a la de Brasil, y en los restantes 12 sectores Brasil muestra un crecimiento superior, lo que contradice en primera instancia los resultados obtenidos en el análisis general. Esto se explica porque el crecimiento en Argentina se concentra en tres sectores específicos, que representan un 66% del aumento de las exportaciones industriales: automotriz, químico y piedras y sus manufacturas.
El incremento de las exportaciones de vehículos explica por sí solo casi un tercio del aumento total. El crecimiento en los otros dos sectores destacados se explica por las exportaciones de productos que podríamos considerar no tradicionales y de escaso valor agregado. En piedras y sus manufacturas el 85% del crecimiento es por las ventas de oro para uso no monetario y el 9% de plata, mientras que en el químico el 40% de la expansión se debe al biodiésel, que se obtiene del aceite de soja.
El resto de los sectores, si bien en algunos casos experimentaron un crecimiento importante, tienen una representación escasa en valor absoluto. Tal es así que en la totalidad de los 22 rubros industriales, las exportaciones brasileñas continúan siendo superiores a las argentinas.
Y dadas las características particulares de los sectores que se destacan en las exportaciones industriales argentinas, resulta interesante realizar el ejercicio de ver qué sucede al excluirlos.
Sacando de la comparación solamente al sector automotriz, el crecimiento de las exportaciones MOI de Argentina se reduce en casi 30 pp, hasta 145%. A su vez, excluyendo a los productos como el oro, la plata y el biodiesel, la expansión cae 40 pp hasta 134%, por lo que el mayor crecimiento respecto a Brasil se fundamenta ahora por el sector automotriz. Si dejamos fuera de la comparación al conjunto del sector automotriz, el oro, la plata y el biodiesel, el crecimiento en Argentina cae hasta el 100%, menos que la expansión de Brasil, del 125%.
El comportamiento de las exportaciones industriales argentinas fue más dinámico que el de Brasil, pero:
—Al desmenuzar al sector industrial surge que un tercio de la expansión que experimentó la Argentina se fundamenta en el automotriz, que creció principalmente por el aumento de la demanda interna brasileña.
—Otro tercio se explica por el aumento de las exportaciones de oro, plata y biodiesel, productos no tradicionales en la estructura exportadora argentina y que tienen un escaso nivel de valor agregado.
—Si excluimos estos sectores, el crecimiento de las exportaciones industriales de Brasil supera al de Argentina.
—Los restantes ocho sectores en los cuales la Argentina tuvo mejor desempeño que Brasil explican en conjunto apenas el 10% del crecimiento de las ventas industriales.
El mayor crecimiento en la Argentina está muy concentrado en el sector automotriz, mientras que en la mayoría de los sectores industriales Brasil continúa sacando ventaja en su inserción externa.