Argentina ocupaba a fines de 2023 el puesto número 40 en el ranking mundial de libertad de expresión y de respeto (o su ausencia) por la labor periodística. En el mismo período de 2022, la situación era mejor: puesto 29. Vistos y escuchados los cotidianos ataques a medios y profesionales de este oficio que expresa con virulencia el gobierno de Javier Milei, es de prever un brusco descenso en el ranking que elabora cada año Reporteros sin Fronteras (RSF), organización de defensa de la libertad de expresión en el mundo, con sede en París.
Por cierto, este ombudsman debe confesar que aguarda la nueva medición, un instrumento muy confiable porque no parece sometido a ningún gobierno o sector de poder. Mientras ello ocurre (habrá que esperar hasta fin de 2024 o principios de 2025 para esa definición), dedicaré mi columna de hoy a transmitir a los lectores de PERFIL qué viene sucediendo en los dos países más calientes de Medio Oriente, una región que arde aún más por los acontecimientos del pasado fin de semana, cuando Irán, algunos de su aliados y las organizaciones terroristas que prohija, lanzaron centenares de misiles y drones con alto poder de destrucción sobre Israel, que pocos días antes había bombardeado el Consulado de Irán en el Líbano, provocando la muerte de siete altos mandos iraníes.
¿Qué pasa con los periodistas y medios en esos países? RSF ha elaborado informes sobre ambos y las actitudes de sus gobiernos para periodistas y medios. Intentaré sintetizar los resultados de sus investigaciones:
Israel. Ocupa el puesto 97 según la medición de 2023 (86 en 2022). La represalia desatada por el gobierno israelí desde el 7 de octubre del año pasado, cuando una ofensiva de la organización terrorista Hamas atacó territorio de Israel en la frontera con Gaza, en el sur del país, causó hasta comienzos de abril la muerte de 105 periodistas palestinos, 22 de los cuales estaban ejerciendo su tarea profesional. La principal cadena de televisión del país es Channel 12 y la sociedad pública de radiodifusión ocupa un lugar importante en el panorama mediático, Ynet es el sitio web de información más leído en Israel y el diario Haaretz tiene una influencia considerable, a pesar de contar con un número limitado de lectores. Los diarios Yedioth Ahronoth e Israel Today rivalizan en el terreno de la prensa escrita. Por otra parte, se destaca la existencia de medios en árabe y en ruso, así como una prensa dirigida a los judíos ultraortodoxos, abiertamente partidista. El primer ministro Benjamin Netanyahu posee la totalidad del diario Israel Today desde hace más de una década y está implicado en asuntos de corrupción por haber querido influir en la línea editorial de varios medios a cambio de favores políticos.
Irán. Un informe presentado el miércoles 17 por RSF en Londres denuncia el repunte “exponencial” desde 2022 de la “represión sistemática” que sufren periodistas iraníes en el extranjero y recoge testimonios de docenas de exiliados en el Reino Unido. Fiona O’Brien, directora de RSF en Londres, destacó que “Irán lleva reprimiendo a los periodistas durante décadas y la situación dentro del país es atroz”.
El caso con mayor trascendencia dentro de las fronteras de Irán es el de Niloofar Hamedi y Elaheh Mohammadi, jóvenes periodistas ahora en libertad bajo fianza (178 mil euros, 100 mil millones de riales) tras más de un año detenidas a la espera de juicios que podrían condenarlas a seis y siete años de prisión por su clara postura de crítica al régimen teocrático y por revelar entretelones de la detención de Mahsa Amini por llevar mal puesto el velo y su posterior muerte en prisión. Irán ocupa el puesto 177 en el ranking de libertad de prensa 2023, uno menos que en 2022.
