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DIA INTERNACIONAL

Las mujeres y el desafío de la próxima gestión

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Hace 32 años que Argentina vive en democracia. Todavía tenemos, sin embargo, una gran deuda en asuntos de derechos humanos y fundamentalmente en la práctica de los derechos de las mujeres y de equidad de género. Contamos con una legislación amplia y adecuada a las demandas del siglo XXI, es cierto: es la legislación que se rige con los principios de la Convención Internacional para la Erradicación de Todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres (Cedaw). Pero las asimetrías y las brechas continúan.

Argentina es un país con una marcada cultura machista, centrada en la cosificación y la estigmatización de la mujer. Una estigmatización que se acentúa en diferentes regiones, sectores y, especialmente, desde los medios de comunicación. Por eso, el Estado debe apostar a estrategias políticas basadas en criterios federales, y sobre todo en el diseño y la ejecución de políticas públicas de promoción de los derechos de la mujer.

La educación es un pilar fundamental para combatir este tema. Pero no sólo la educación formal, sino también la que se trabaja día a día a través de campañas comunicacionales o a través del fortalecimiento del trabajo que se realiza desde las bases con la población joven. Es muy importante, en ese sentido, repensar y fortalecer el rol del Instituto Nacional contra la Discriminación, y también el de instituciones como la Defensoría del Pueblo.

Los 295 femicidios registrados en 2013 y las más de mil denuncias recibidas en el mes de diciembre de 2014 por la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema dan cuenta de que la violencia contra la mujer es un problema social que gana visibilidad. Pero eso no necesariamente implica mejores respuestas por parte del Estado.

Queda pendiente avanzar especialmente en dos ejes: en lograr una mayor coordinación y articulación entre las múltiples instancias de los distintos ministerios y organismos nacionales, y entre ellos y las provincias y municipios; y en dar respuestas más rápidas y contundentes desde el Poder Judicial en cuanto a la real aplicación de medidas de protección para las víctimas, las reparaciones de daños y las sanciones penales.
Vale la pena resaltar, paralelamente, la labor que se realiza desde distintas instituciones, como el trabajo que hacen de manera coordinada el Ministerio Público Fiscal, la Policía Metropolitana y la Dirección General de la Mujer en la Ciudad de Buenos Aires; la emergencia pública en materia social por violencia de género declarada en Salta; o las campañas de concientización lanzadas por ONGs que intentan –y muchas veces logran– poner en agenda la problemática.

En materia de salud sexual y reproductiva, por otro lado, nuestro país tiene deudas pendientes en cuanto a los derechos de las mujeres y su protección. Cerca de 120 mil chicas menores de 20 años tienen hijos en la Argentina cada año. Los embarazos de estas características suman un 15% del total en el país, y en su mayoría se trata de embarazos no planificados. Relacionado con esto, además, la tasa de VIH en mujeres de entre 15 y 35 años es de 110 personas de cada 100 mil habitantes.

La tasa de mortalidad materna es un indicador sensible de la accesibilidad y calidad de los servicios de salud. Por eso, a pesar de que el Plan Nacer permitió quebrar el estancamiento de la mortalidad materna, bajando a una tasa de 35 por 100 mil, todavía estamos lejos de la meta del Objetivo del Milenio planteado en este aspecto por nuestro país para 2015.

El Día Internacional de la Mujer es el día para homenajear a todas las mujeres del mundo, pero es sobre todas las cosas un momento para replantearnos y comprometernos con todas las tareas pendientes. Será el desafío de la próxima gestión ampliar los alcances de este plan y continuar construyendo una sociedad con más oportunidades, más inclusiva y que logre reducir al mínimo las brechas de desigualdad de género todavía existentes.

*Subsecretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural del GCBA.