Los matrimonios por conveniencia suelen tener un final amargo. Otros también, pero no es ése el tema en esta oportunidad. La parejita que armaron el año pasado Marcelo Tinelli y Cristóbal López satisfacía a ambos. Al conductor le permitió abandonar con elegancia una compañía muy deficitaria y engrosar su ya abultada billetera. Al empresario, lavar su controvertida imagen asociándose al hombre más popular del país.
Pero nunca fueron felices o comieron perdices. Ni siquiera se sacaron una foto juntos, pese al deseo del patagónico. Los chispazos se disimularon mientras Tinelli tuvo en 2013 un año televisivo sabático. Igual, al showman le disgustaron los halos de censura en los medios de López. Y a éste, la herencia recibida en Ideas del Sur y la autonomía con la que se maneja su empleado vip.
Las idas y vueltas en torno al frustrado ingreso tinelliano al Fútbol para Todos aceleraron la descomposición. Sin éxito, el kirchnerismo le pidió a Cristóbal que acallara las críticas del oriundo de Bolívar. Pero Indalo empezó a ventilar el dinero que le paga a Tinelli y contrató como director periodístico de sus medios a Francisco Paco Mármol, un ex Telefe al que Marcelo Hugo no aprecia.
Sin injerencia alguna en los contenidos de ShowMach, el rey del juego se considera traicionado por Tinelli, según admiten en su entorno. “Puede tolerar que vaya a ridiculizar a miembros del Gobierno. Le cae pésimo y aguanta que convoque a Lanata para el scketch inaugural. Pero le resulta una provocación inaceptable que haya sumado a Longobardi”. El conductor de la primera mañana de radio Mitre tiene un juicio millonario contra López por su abrupta salida de Radio 10.
Para hacerle sentir la indignación, Cristóbal le hizo llegar un mensaje. “¿Cómo tomarías que por C5N o la 10 salga reporteado Sebastián Ortega?”. El hijo de Palito fue amigo y socio de Tinelli, hasta que éste empezó una relación amorosa con la ex de Ortega, Guillermina Valdés, con la que ahora tendrá un bebé.
La chicana llegó vía terceros, ya que hace semanas que la relación entre ellos está rota, tras una reunión muy áspera que tuvieron. Esto no termina bien.