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Defensor de los Lectores

Pautas periodísticas para el debate sobre el aborto

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Expresiones. La foto muestra un detalle de las manifestaciones a favor de la nueva ley. | na

Para evitar erróneas interpretaciones o prejuicios, quiero dejar en claro al comenzar este texto algo que ya he expuesto, pero nunca está de más reiterar: soy partidario de la  despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo y apoyo el nuevo proyecto de ley que propone, sintéticamente, la legalización del aborto seguro y legal, con eje en la voluntad de la mujer, la provisión de los recursos necesarios por parte del Estado (instituciones hospitalarias, atención y provisión gratuita de fármacos (misoprostol y derivados). Al mismo tiempo, entiendo como imprescindible una responsable y efectiva aplicación de la Educación Sexual Integral en todos los establecimientos educativos del país. Acepto la objeción de conciencia individual, pero no la institucional.

Dicho esto, me referiré al mail recibido del profesor jubilado de Bahía Blanca Humberto Guglielmin, un habitué de las páginas de Correo en PERFIL. El lector es también usuario de la página web y formula críticas al artículo “Por qué es necesario legalizar el aborto”, incluido el martes 17 en Perfil.com; del que no haré comentario alguno porque el soporte digital no es objeto de mis análisis como Defensor de los Lectores de PERFIL. Solo diré que me pareció una nota oportuna, bien argumentada y fundada en información cotejable.

La cuestión de cómo el periodismo debe tratar un tema tan delicado como éste viene siendo un objeto de análisis por organismos plurinacionales como la Organización Mundial de la Salud, las iglesias de diversos credos, las entidades que nuclean profesionales de este oficio, y entidades locales que ven en el debate que se está desarrollando tanto la oportunidad de exponer argumentos científicos como fijar posiciones políticas, ideológicas, morales y de otras naturalezas. Se trata, en fin, de un tema que cruza a la sociedad toda y enfrenta posturas muchas veces extremas. En junio de 2018, el consultorio Periodismo en Salud de la Fundación Gabo –una referencia insoslayable a la hora de definir cuestiones éticas y funcionales para un mejor ejercicio de esta profesión–, publicó un interesante artículo titulado “Debate sobre legalización del aborto: recursos clave para periodistas de salud”. Vale para periodistas en general, y quiero rescatar algunas definiciones que permiten claridad en los textos referidos al tema:

Diga “mujer embarazada” y no “madre”, porque estar embarazada no la convierte automáticamente en madre. No solo es inexacto, sino que puede considerarse un juicio de valor.

Diga “defensores del derecho al aborto”, “pro-elección”, “defensores del aborto seguro”, y no “pro-aborto” o “abortistas”.

Diga “anti-aborto”, “quienes creen que el aborto debería ser ilegal”, y no “pro-vida”, “pro-familia”, que son considerados términos inexactos y excluyentes.

Diga *embrión”, “feto”, y no “bebé”, porque esta última denominación solo puede ser atribuida al momento del nacimiento.

Diga “tener un aborto”, “interrumpir un embarazo”, y no “matar a un niño no nacido” o “deshacerse de un bebé”, porque este tipo de expresiones criminalizan a las mujeres embarazadas que deciden no continuar con su embarazo.

También señala el artículo los cuidados que se deben tener al momento de incluir imágenes para ilustrar el tema. Entre ellos, evitar imágenes de mujeres en un avanzado estado de embarazo, pues la mayoría de los abortos suceden en los primeros tres meses de gestación, cuando la “panza” no es aún notoria.