COLUMNISTAS
Defensor de los Lectores

Preocupa a la Unesco la manipulación electoral

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Campaña. Cómo enfrentar la desinformación y las fake news en el actual proceso. | cedoc

Cuando la Argentina transita una nueva etapa en la carrera preelectoral que tendrá escalas en agosto, octubre y tal vez noviembre, creo conveniente advertir a los lectores de PERFIL sobre los riesgos de aceptar sin tachas la multiplicidad de discursos, promesas, propuestas y manifestaciones que las alianzas, partidos y candidatos entregan a la opinión pública cada día.

En definitiva, de lo que se trata es de estar alertas porque un previsible aluvión de informaciones no siempre limpias se sumará de manera creciente a las ya comentadas (domingo 11) faltas al buen ejercicio del periodismo que se exhiben en buena parte de los medios, particularmente la TV, las señales periodísticas de cable, algunos soportes gráficos, ciertos portales de internet y las redes sociales (ver https://www.perfil.com/noticias/columnistas/el-periodismo-esta-en-deuda-con-la-verdad-y-con-la-gente.phtml).

Hace algunos meses, la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) publicó un interesante manual sobre medios de comunicación y elecciones en la era de las redes sociales y la inteligencia artificial. El documento no está referido únicamente a las redes: amplía su campo de análisis a los medios de comunicación (gráficos, radiales, de TV). 

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“Si bien internet y las redes sociales pueden fortalecer la participación democrática, mejorar el acceso de los votantes a la información y facilitar la interacción entre los partidos políticos y sus electores también conllevan riesgos que pueden interrumpir y socavar los procesos electorales”, expresa el manual y agrega que “tales riesgos, entre otros, abarcan desde la propagación de la desinformación (disinformation), la información falsa (misinformation), la información mala (mal-information), las teorías de conspiración y el discurso de odio, hasta la vigilancia y la microsegmentación (micro-targeting), la censura y los apagones de internet”.

La publicación “evalúa el impacto, tanto positivo como negativo, de los nuevos desarrollos relacionados con las redes sociales y la inteligencia artificial en el contexto de elecciones democráticas. Se basa en la necesidad de que las principales partes interesadas de los procesos electorales tengan acceso a más herramientas y conocimiento para abordar el complejo problema que plantean la desinformación, la información falsa y la información mala, así como la incitación al odio durante los procesos electorales”.

Unesco ya había propuesto iniciativas para un mejor tratamiento de las noticias vinculadas con los procesos preelectorales. “Cuando votamos, no solo elegimos un líder, un legislador, nuestro concejal local o entre dos políticas opuestas –aclaraba el organismo–. Damos forma a las políticas que tienen un impacto real en nuestras vidas. Pero, ¿quién debe garantizar que los ciudadanos reciban información adecuada? Los medios de comunicación, los partidos políticos y los reguladores electorales tienen un papel que desempeñar a este respecto. Porque cuando la información es precisa, amplia y está disponible, nuestras elecciones son libres y limpias y la democracia prospera”.

Recomiendo a los lectores de este diario que extremen su atención para evitar que sus decisiones como electores sean influenciadas por manipulaciones de los medios, de periodistas y de personajes con creciente presencia en las redes. Tal como lo sugiere el manual de la Unesco, es previsible un incremento en el empleo de esas técnicas non sanctas que ya hemos visto en elecciones anteriores de la Argentina y también de otras latitudes (las maniobras de Donald Trump en Estados Unidos, la difusión de fake news en Brasil con Bolsonaro). Citando a Tato Bores, ¡la neurona atenta!