En el pasado, los espectadores de una película –cuando el mecanismo se malograba– veíamos con desespero cómo los protagonistas se iban carbonizando desde el borde del cuadro hacia el centro, proceso que llegaba a su fin cuando el telón se metamorfoseaba (de un hervidero de intrigas a un rectángulo de blancura ciega). Si la proyección se detenía cuando el relato transitaba por un tramo en presente, lo cortaba eliminándolo de la trama. La manera de proyectar y de ver cine era –sigue siéndolo– narrar sin pausas.
En el mundo muchos “hechos-fotogramas” incitan a parar la proyección, examinar el contexto, a cada uno de los protagonistas, a los factores de poder en acción. Pero unos hechos reemplazan inexorablemente a otros y sólo una crónica que engarce la múltiple actualidad con el pasado plural ayuda a mirar el fugaz presente y a percibir el peso del ayer. Con el añadido de que variados proyectores tratan tramos de diversas historias en diferentes salas. Y simultáneamente.
Obama en Delhi. La llegada por segunda vez a la India del presidente Obama, el 25 de enero, indica alguna perseverancia y estimula la imaginación diplomática. Es coherente con lo que la ex secretaria de Estado Hillary Clinton definió como el “pivot to Asia” (“giro hacia Asia”); y ahonda, ya que esta visita vino sazonada por una afirmación del presidente, que calificó la relación americano-india como “una sociedad definitoria del siglo (XXI)”.
Toda una toma de posición, que podría tener sus alcances si se materializase en el futuro. A mayor abundamiento, el líder yanqui dijo que la relación con la India era una prioridad para su gobierno, agregando que apoyará el pedido de la India de una banca permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Entre los temas acordados, mencionó el “trabajar juntos en áreas de interés en el Asia Pacífico” y en el “desarrollo conjunto en las tecnologías de defensa” (“armas”, en lenguaje orwelliano). Como alguna vez dijo Roberto Lavagna respecto de la situación en la que había quedado Argentina luego de Griesa, ambos países comienzan a transitar por “un terreno que internacionalmente no tiene precedente”.
Que el presidente Obama visite oficialmente la India con Narendra Modi en el poder –un hombre que tenía prohibida la entrada a los EE.UU. hasta hace un año, cuando aún era gobernador del estado de Gujarat– indica que el nieto de un cocinero y el hijo de un vendedor de té saben que a ambos les sirve esta oportunidad para enviar “mensajes” al mundo.
Otro tema que trataron los dos presidentes refiere al sector nuclear civil y está vinculado con la magnitud de la dependencia del carbón que tiene la India para producir electricidad. Es en el sector nuclear civil donde la negociación con Washington no termina de desembrollarse, mientras que Rusia avanza con acuerdos concluidos para instalar entre ocho y veinte centrales nucleares, y Australia ha cerrado uno para ser proveedor del uranio necesario para aquéllas.
En la magnífica Código enigma, la estupenda película de Morten Tyldum, Joan Clarke (Keira Knightley) le dice a su compinche, el matemático Alan Turing (Benedict Cumberbatch): “Creo que a veces es la gente de la que nadie imagina nada quienes hacen las cosas que nadie puede imaginar”. Mientras escribimos esto, muchos más que Obama y Modi están cambiando el mundo.
India y Pakistán en Beijing. El domingo 1º de febrero, la ministra de Relaciones Exteriores de la India, Sushma Swaraj, llegó a Beijing y se reunió con su par Wang Yi. El canciller Wang se preocupó de especificar que China y la India son dos grandes países en desarrollo que priorizan a sus vecinos. Agregó que India y China deben mantener un ritmo intenso de visitas de alto nivel –los presidentes Xi y Modi se han reunido tres veces en un año–. Señaló también que el primer país que visitó el primer ministro Li luego de asumir, en mayo de 2013, fue la India. Wang enfatizó que ambos son miembros del Brics, agregando que China necesita a India como socio “crucial”.
Acotamos que India desea acceder este año a la condición de miembro pleno (solamente es observador) de la SCO (Shanghai Cooperation Organization o Shanghai Pact), integrada por Rusia, China, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán.
Mientras Obama revistaba las tropas en Delhi, el jefe del Ejército de Pakistán (600 mil efectivos), general Raheel Sharif, visitaba Beijing y se reunía con el más alto consultor político del gobierno, señor Yu Zhengsheng (a comienzos de enero estuvo en Ecuador), quien le mencionó la necesidad de “acelerar la implementación de un corredor económico China-Pakistán”, mientras Xinhua informaba que las fuerzas fronterizas chinas e indias habían celebrado conjuntamente el Año Nuevo en el Himalaya. Para no olvidar: entre el 26 y el 30 de enero también visitó Beijing el presidente de la Asamblea Nacional de Pakistán, señor Sardar Sadiq.
Obama en Riad. El martes 27 el presidente Obama llego a Riad para presentar al rey Salmán su pésame por la muerte de su predecesor, el rey Abdalá. Gran Bretaña ya había enviado a las exequias al príncipe Carlos y al primer ministro Cameron, mientras que en Westminster el pabellón del Reino Unido flameaba a media asta, lo que motivó críticas.
La condena a mil latigazos al joven bloguero saudí Raif Badawi y la decapitación en la plaza pública en La Meca de una joven birmana (Laila Bint Abdul Muttalib Basim) siguen haciendo subir los costos de la continuada alianza de estos dos países anglosajones y la dinastía saudita. El precio del petróleo es un ingrediente sustancial.
Ucrania. Complicado y mortífero panorama. La bomba sobre un trolley con pasajeros en la región separatista de Donetsk revocó la tregua y reencendió el combate, trayendo a la memoria de los argentinos los fotogramas de junio de 1955: un trolebús destripado en medio de Paseo Colón.
Europa propone más sanciones y Grecia dice “no”, rompiendo la espesa unanimidad.
Syriza y Podemos. De consuno, los jóvenes griegos y españoles van tomando unos el poder y otros la palabra con igual fervor y comparable esperanza. La gente y lo humanitario se van abriendo paso y Atenas habla a Bruselas con sencilla firmeza, mientras la Puerta del Sol confirma que Podemos es capaz de ser la alborada de una República justa y fraternal.