En una estación del subte B un kiosco de diarios ofrece dos pañuelos por $ 100, y tiene el celeste y el verde. Por esos $ 100 el mercado ofrece juntos dos diferencias simbólicas unidas en una promoción. Un pibe explica en Youtube cómo tocar en guitarra el tema Cactus de Gustavo Cerati y dice que lo tuvo que subir tres veces porque en los dos primeros intentos el apagón le eliminó las intenciones, y se enoja, y rápidamente dice que la gente no sabe votar. Pero en el medio de su relato de acordes, aparece una publicidad pautada por el Gobierno sobre la expansión de la red de cloacas. La economía busca oportunidades sin pausa, busca público, y toda acumulación probable de consumidores, es importante, sin considerar lo que piensen.
En los ejemplos de la economía podemos describir más fácilmente a la sociedad como un entramado muy complejo de combinaciones simultáneas, en donde una cosa puede convivir con otra, más allá del análisis asombrado de quien recurra a la moral para denunciar aquello que la sociedad produce sin culpa. Pero no es éste solo un atributo del mundo económico, sino algo que el mismo operar de la sociedad permite. Lo que en realidad se debe analizar son los esfuerzos por hacer, de la heterogénea simultaneidad, una aparente unidad lógica, y en eso se ocupan los impulsos de la política.
Lo atractivo es detectar bajo qué condiciones la necesidad de resumen se convierte en un recurso a utilizar y bajo qué otras necesidades la visión acotada es un símbolo de injusticia. Para la nueva versión del peronismo, la economía es un gran componente de sentido crítico, en tanto su casi totalidad expresa un mal estado del país que merece ser señalado en formato de fracaso. El nuevo kirchnerismo hace de la agenda económica la casi totalidad del peso de su descripción del mundo y todos sus ejemplos conducen al mismo nivel de denuncia sobre Macri. Así, la economía es un aliado conceptual con alta condensación de sentido. Cuando la agenda pasa al plano de las denuncias de corrupción o de las nuevas alianzas, la complejidad del mundo se hace presente y dejan de existir explicaciones unificadas.
La economía tiene su peor evaluación en los últimos diez años
En las denuncias de corrupción Macri y Peña colocan todos sus esfuerzos simbólicos, porque para ellos este tema, es como la economía para el kirchnerismo. Entre sus votantes no hay espacio para los detalles, para alguien que haya robado más o menos, o incluso para conocer detalles de una causa judicial en curso. El pasado es corrupción e ineficiencia, así de sencillo, concreto, lanzado como discurso sin detalles, y el futuro es moderno y limpio. Cuando el kirchnerismo entra en esta zona aparecen los detalles, el análisis de cada caso, pormenores, la individualidad de los funcionarios procesados, y por lo tanto un mundo distribuido en partes; algo parecido a Macri explicando la inflación que no ha logrado controlar. En los fracasos, el mundo se muestra en su crudeza, en sus combinaciones, igual que esos dos pañuelos colgando por igual y unidos por una promoción.
Existe un nuevo video de un spot aparentemente del Frente de Todos. Uno de un asado perdido y otro de una mudanza, pero el video no está en la cuenta oficial del Frente, no aparece “posteado” por Alberto Fernández ni por Cristina Kirchner, ni por Kicillof, Magario o Felipe Solá. Vuela por whatsapp y todos dicen que es real, de ellos, y ellos no lo suben, pero tampoco lo desmienten. También hoy otro de Cambiemos sobre Pilar, con los coros de fondo de “Vamos a volver” y con imágenes de antes y ahora, jugando al contraste de un volver, pero en formato de miseria. Tampoco el video aparece en la cuenta de Macri, Peña o el intendente de Pilar Ducoté, pero se asegura que es de ellos. Para ambos casos, la condensación simbólica es tan concreta que permite no aclarar oficialmente alguna autoría, sin que eso afecte la asignación. No importa la verdad, a pesar del trabajo sobre la clarificación de noticias falsas, porque la clave es cómo cada comunicación refuerza una identidad en medio de múltiples y simultáneas combinaciones de opciones disponibles.
La única duda para la oposición es qué tendrá para decir si el Gobierno logra hacer de la economía una aparente mejoría con un dólar estable y una inflación más controlada. Si eso se confirma, su bloque de sentido se abrirá hacia mil partes y expresará la complejidad interior, que necesita un dólar un poco más alto, para cuidar su mercado interno de sentido, de los factores desestabilizantes del exterior.
*Sociólogo.