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Pandemia

Suelo y movilidad, claves pendientes

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| Cedoc

Un prestigioso estudio sostiene que la chance de contagio de Covid-19 en la Barcelona de renta baja es 2,5 veces mayor que en la alta. Las causas, el hábitat mediato e inmediato y la brecha en la movilidad: uso obligado de transporte público para unos, por las restricciones que suprimen acceso vehicular al parque de baja gama, versus privado y teletrabajo para otros.

El índice aumentaría en un AMBA con peores condiciones y tiempos de viaje, así como por la precariedad de un hábitat de crecimiento informal condición de la carencia de servicios básicos agua o recolección mientras no se legalice su estatus, y de falta de ordenamiento que unido a la sobredemanda en suelo escaso se resuelve en villas de alta densidad y pésima calidad sanitaria.

Abordar la pandemia es gestionar la enfermedad: investigación y desarrollo de vacunas, tests, tratamientos, preparación de la sanidad; y gestionar el territorio de modo directo: confinamientos más o menos duros o selectivos, e indirecto y aún ausente: medidas de desdensificación de suelo y movilidad.

Un foco mediático díscolo con el equilibrio azuza miedos. “Ocupas se valen del confinamiento para violar propiedad impunes y sin miedo al contagio”. Lo contrario.

El miedo insoportable, el terror de una familia, es la consciencia de la inmediatez del virus cuando el invierno es en la calle y entre cartones. Se omite que partidos del conurbano crecen tanto o más por ocupaciones o “mercados a la sombra” que por acceso convencional al suelo.

Los meritócratas que romantizan el tesón de abuelos inmigrantes omiten que en los 60 y 70 se accedía al mismo con créditos y por casi la mitad (1,7 veces menos) de salarios medios por m² que en el 2015 sin contar devaluaciones siguientes que aumentan el índice).

La emergencia sanitaria posibilita acuerdo y cierta indulgencia en su costo político. Una metáfora que alude a la formalización-integración de villas, se completa con otra que le da sentido de presente: “Abrirle calles a la pobreza”... “es cerrárselas a la pandemia”.

Un gobierno al frente del reclamo junto a organizaciones sociales organizando acceso a la tierra fiscal en conflicto y mediando en otros casos aleja a mercaderes de pobreza dentro y fuera de las villas.  

Desdensificar el sistema transporte para no comprometer la distancia sanitaria es un desafío ignorado, excepto por un aumento de la oferta de buses en nodos lo que satura aún más al sistema. Una mayor frecuencia de trenes desplaza congestiones a pasos a nivel, falta infraestructura para alargar formaciones. Hay que redistribuir demanda.

 El geógrafo Luis Yanes sugiere el uso de métodos cuantitativos para, determinando agrupaciones de convergencia de destinos en horas pico y rama laboral de pasajeros, establecer diferentes horarios de entrada y salida del trabajo: arbitrariamente, por actividades o al interior de alguna de éstas si concitara un volumen de movilidad mayor a las demás. Las medidas van más allá de la pandemia por atacar problemas crónicos, siendo además substancia de la agenda urbana para el cambio climático de países en desarrollo: la redistribución de movilidad baja drásticamente emisiones, la de suelo evita que no sean los de siempre los que internalizan sus consecuencias.

*Lic y Prof UBA. Mg. Problemáticas urbanas.