La corrupción apesta como apesta un animal”, dijo el Papa. Para erradicarla hay que perseguir a los corruptos que tejen una red y anidan a los pichones de corruptos. Desde la Mani Pulite en Italia hasta las “gargantas” de Perú que, protegidas por la ley del colaborador eficaz, llevaron a Fujimori a la condena. Romper la omertá o ley del silencio a cambio de reducción de penas. Recursos eficaces en países como Colombia, Chile y Guatemala. En España, se habla de cohecho activo y basta la denuncia a la autoridad para proceder sin necesidad de causa o sumario previo. Como único requisito, la información debe ser anterior a diez días de consumado el hecho y hay recompensa. Figuras como el arrepentido, el agente encubierto y el testigo de identidad reservada son ya herramientas que juegan su rol efectivo en Colombia, Chile, Guatemala. En Uruguay, el senador Pedro Bordaberry acaba de presentar un proyecto.
Pero la olla grande se destapó en Brasil. La grave crisis política y económica quedó atenuada por una gran esperanza que la Justicia despertó. Desde el mensalao, compra de votos en el Congreso, hasta el petrolão, que desnudó la trama de coimas y sobornos de políticos y funcionarios. Sergio Moro, el juez de Curitiba, responsable de la operación Lava Jato “lavado de autos” (desde una estación de gasolina se enviaba dinero clandestino), escribió “Delitos del lavado de dinero”. Pero fue por mucho más. Gracias a la ley de la delación premiada, ricos y famosos empresarios están detenidos. No sucede lo mismo con los congresistas, autoridades o dirigentes partidarios, cuyos casos pasarían al Supremo Tribunal Federal al que compete juzgar a los políticos. El juez espera paciente configurar las causas bien documentadas, para que las chances de escapar de los políticos sean menores. Los delatores Youssef, Costa y ex ejecutivos aceptaron colaborar y devolver decenas de millones de dólares por sobornos. Dicen que en manos del juez está parte del futuro de Brasil. El 68% de los brasileños culpa a Dilma Rousseff por Petrobras ya que ella era presidenta del consejo administrador entre 2003 y 2010. El juez, en bicicleta, va camino a integrar el Tribunal Supremo federal y fue nombrado Ciudadano Benemérito y Personalidad del Año.
En nuestro país, la corrupción reina y escapa. Sin embargo, hay una pequeña luz en los proyectos de ley que duermen una siesta larga en los cajones del Congreso. La diputada Laura Alonso habla de la figura del colaborador eficaz que ayude a esclarecer hechos delictivos o revelar identidades de coautores, partícipes o encubridores. También a recuperar el dinero involucrado pero siempre garantizando una protección al informante. ¿Beneficio? reducción de pena o arresto domiciliario; sobreseimiento o suspensión de la persecución penal, atenuantes proporcionales al aporte del arrepentido. Y prisión para los que señalen datos falsos o inexactos. “Casos como Pontaquarto –dice Laura Alonso–, condenado pero arrepentido, debería ser eximido de cárcel. Otro caso, los hermanos Ciccone, cometieron delito pero declaran contra ellos mismos, con esta ley quedarían con pena mínima. Hoy con estos ejemplos nadie se atreve a abrir la boca. Es necesaria la ley.
La diputada Patricia Bullrich incorpora otra figura, la Recuperacion de los Bienes del Estado. Combatir la corrupción o el crimen organizado con particulares que cooperen con el fiscal y el juez. En compensación, una vez que sean restituidos al Estado, el particular será retribuido con un quinto del valor de esos bienes. Un proyecto más “estilo provecho argentino”. Se incluyen casos de testaferros y denuncias de contrataciones fraudulentas con sobreprecios, también recompensados.
¿Qué dicen prometer los candidatos? Mauricio Macri está de acuerdo con la ley del arrepentido y tiene su equipo ocupado en Pensar. Sergio Massa elaboró un proyecto incorporado al Código Penal que presentó el Frente Renovador. Margarita Stolbizer presentó un proyecto en 2013 que no despertó aún, “pero –aclara– debe acompañar una Justicia que actúe en tiempo y forma ya que de no existir el riesgo de ser condenado, no aparecerá ningún arrepentido”. Y Daniel Scioli, en estos momentos, ojalá esté arrepentido de no haber opinado sobre los arrepentidos.
*Sociologa y periodista.