COLUMNISTAS
ACUERDO CIVICO Y SOCIAL

Trabajando para ser alternativa en 2011

Siete de cada diez argentinos votaron en contra del Gobierno. El domingo pasado la gente dio una clara señal: no queremos abuso de poder, soberbia o manejos oscuros.

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Siete de cada diez argentinos votaron en contra del Gobierno. El domingo pasado la gente dio una clara señal: no queremos abuso de poder, soberbia o manejos oscuros. Nada ni nadie va a poder esconder la derrota de una forma de gobernar.

La reacción del Gobierno no fue la más acertada, sin dudas. Que la Presidenta de la Nación –escoltada por dos ministros/diputados electos– hiciera un conteo erróneo junto con una descripción torpe de la conformación de los frentes que compitieron contra el oficialismo e, incluso, persistiera en la negación de la realidad parece demostrar que el mensaje de las urnas no llegó en forma clara a Olivos.

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Cuando simplemente se pretende que la máxima autoridad de la Nación reflexione sobre el ejercicio democrático más sublime, como es la expresión pacífica de un pueblo, y valore el resultado como un hecho que aporta al proceso político que se lleva adelante, Cristina Fernández de Kirchner resiste en la ironía o la mentira.

La gente pidió una democracia con calidad institucional y sin conflicto permanente. Gobernantes que involucren a todos y todas, piense como piense cada uno, en un país y un mundo donde el razonamiento y el ejercicio parlamentario son fundamentales.

Debemos, como ciudadanos, prepararnos para un país donde va a ser imprescindible el diálogo.

El oficialismo perdió la mayoría absoluta, convirtiéndose en la primera minoría, mientras que el Acuerdo Cívico y Social se posiciona como la segunda minoría en ambas Cámaras. Es decir, nadie va a ostentar una mayoría que decida caprichosamente tratar o no proyectos de diferente color político.

El nuevo Congreso no será un escenario proclive para continuar con superpoderes que faciliten el manejo discrecional de fondos, o un Consejo de la Magistratura de mayoría kirchnerista que imprima miedo a los jueces. Tampoco la negación del tratamiento de pedidos de informes al Poder Ejecutivo, como viene sucediendo desde hace seis años, donde ningún funcionario rinde cuentas ante los representantes del pueblo y las provincias de sus actos, gastos y decisiones. La información periódica, reducida a un monólogo del jefe de Gabinete, no conforma la obligación constitucional de responder ante el legislador cómo fue la toma de las decisiones que involucra recursos del Estado. La falta de respuestas a los requerimientos del Poder Legislativo ha obligado en la era kirchnerista a la oposición, incluso, a recurrir al Decreto de Acceso a la Información Pública para esclarecer importantes cuestiones de Estado. La máxima expresión, en ese sentido, fue el recurso de amparo otorgado por la Justicia para echar luz sobre la situación del Grupo Grecco, conformando un leading case en la materia.

Con los cinco millones setecientos mil votos que la ciudadanía le otorgó al Acuerdo Cívico y Social se conformó una oposición seria, democrática y honesta, que la obliga a consolidar aún más el nuevo espacio político con responsabilidad.

Los partidos que lo integran han comprometido su aporte a la gobernabilidad. No formará parte de ningún embate en el marco de la interna del PJ para reemplazar al oficialismo en las autoridades de las Cámaras en diciembre próximo.

Además, dará impulso a las medidas económicas que el país requiere en función del impacto de la crisis internacional en la economía doméstica. Se ha tirado por la borda el crecimiento, por ínfulas e irracionalidad, pero también para proteger el capitalismo de amigos que permitió el enriquecimiento del “kisnerato”. El campo, la industria y los servicios requieren atención urgente. Las familias argentinas necesitan trabajo. El país precisa desarrollo.

Los jubilados por fin deben recibir lo que les corresponde. Insistirá con la movilidad de las jubilaciones en función de los aumentos salariales de los activos. Hay que ponerle fin al manejo espurio y demagógico de los fondos de la ANSES. Los mayores no entregaron su dignidad; todo lo contrario, también mandaron una carta a las autoridades el 28 de junio pasado.

El Acuerdo Cívico y Social alcanzó su objetivo primordial, se ha constituido en una fuerza federal, republicana y decente. Y ya está trabajando para ser una alternativa de gobierno en 2011, cuando nuevamente las urnas tendrán la palabra.


*Senador. Titular de la UCR. Líder del AcyS.