COLUMNISTAS
larreta en campaña

Turbulencias en el equipo

2023_03_05_larreta_redrado_twitter_g
Canciller. Así llaman a Redrado los economistas del larretismo, que no quisieron sumarlo. | Twitter

Tapan un agujero, queda otro al descubierto: se confirma la designación de un cuarteto para manejar la política exterior de Cambiemos que parece encubrir una operación adicional. Siempre y cuando, claro, gane Horacio Rodríguez Larreta la elección presidencial de este año. 

Primero, el dato: Martín Redrado, Jorge Faurie, Fernando Strapace y Ricardo Lagorio han sido elegidos por el alcalde porteño como el directorio de ideas para cuestiones internacionales. Un “equipo”, como le gusta decir al necesitado de sangre intelectual. 

Sin embargo, otros personajes parecen más agradecidos con esas nominaciones: se tranquiliza el cuerpo de economistas del jefe de Gobierno, quienes estaban alarmados con el aterrizaje de Redrado en la sede de Uspallata. Un invasor. Lo quieren lejos, en otra área, sin intervenir en las reuniones específicas de todas las semanas. Un problema de competencia, envidia –tan habitual en el rubro– o “casta”, diría un libertario.

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

El jefe de Gobierno porteño anunció un cuarteto para las cuestiones internacionales

Al segregado de Economía le colgaron un cartel: “Canciller”. No es para despreciar. Por el contrario, Redrado dirá que antes de asumir en la administración capitalina ya había revelado su voluntad de participar solo en temas diplomáticos o de negociaciones externas, una actividad que había desarrollado con Carlos Ruckauf de ministro. Altri tempi. Pocos le creyeron debido a que históricamente se ha ganado la vida en charlas, consultas, gestiones e informes sobre economía y abastece a su propia fundación al respecto. A pesar de la trayectoria, al escaso sentido de disponer de un futbolista y ponerlo en el equipo de rugby, en un principio se anticipaba que Redrado iba a acompañar a Larreta en sus giras proselitistas, en particular en la provincia de Buenos Aires. Incluyendo un oxígeno especial para el necesitado Diego Santili. Pero aun los primerizos asesores de Uspallata no definen el curso ni establecen un orden para la campaña, solo hablan de “construir un liderazgo” u “ordenar el lenguaje”, mientras Patricia Bullrich los fulmina por tibios o mediocres y hasta Daniel Scioli –otro que hablaba del pacífico camino del medio– vira al extremo insólito y dice que está “más a la derecha que la derecha”. El intendente, como audacia superior de rebeldía opositora, afirma que “no es amigo de Massa”, quizás olvidando no solo lo que sabe la memoria colectiva sino el constante recuerdo del registro público y mediático. Pésimo declarante.

La designación de Redrado junto al otro terceto parece un apartamiento obligado ante el alud de objeciones de sus colegas: es un okupa, un paracaidista, alguien que planea sobre el plan y las medidas que ya fueron estudiadas. Como si Redrado no hubiera repartido más planes que Melconian, a la carta o menú pre digerido. Lo corren también por otra interna: desconfían de que el jefe de Gobierno, en su litigio cada vez más violento con Macri, no define al postulante capitalino, al hombre que cuidará los intereses acumulados del PRO (de Carrió, radicales y adyacencias). A ver si en la rabia opta por Martín Lousteau, quien todavía enciende más furia que Redrado. Horacio no coincide con Mauricio en la sucesión de Jorge Macri, al que tiene en su planta, y el primo exige imponerlo a sangre y fuego. Requiere más garantías para firmar la herencia, es una demanda contra el poder del exmandatario. Tampoco ofrece el alcalde otras alternativas para cambiar la escritura porteña del partido: hay demasiada plata en juego, como lo demuestran la renovada aparición amistosa de los influyentes Nicki Caputo y Edgardo Censon. Protección, seguridad jurídica, conservación de bienes. Al margen del conflicto, Redrado quizá sueña con permanecer en un presunto limbo y esperar al tradicional segundo tiempo como ocurrió con Sourrouille después de Grinspun, o Domingo Cavallo, que pasó de Cancillería a Economía luego de un par de años en tiempos de Carlos Menem. O Lavagna tras Remes Lenicov en la Administración Duhalde. No debe ser Redrado el único que piensa lo mismo. El primer tiempo se anuncia borrascoso, intransitable.

Macri asegura que nunca va a recibir a Redrado, hoy funcionario de la Ciudad

Al margen de apaciguar los ánimos de sus economistas y distintos asesores, Rodriguez Larreta también se congracia con Mauricio Macri, quien se encolerizo al enterarse de la incorporación de Redrado al gobierno de la ciudad. Mantiene encono con el economista, jura que nunca lo va a recibir y recuerda que lo tuvo como testigo en su contra en la causa del dólar futuro. Para él, no fue una convocatoria de la Justicia sino una espontánea presentación de Redrado. Por lo tanto, difícil el reencuentro entre ambos. Los otros tres nominados no alteran los nervios del expresidente: Straface acompaña al alcalde desde hace décadas, perfil bajo, un solicito consejero en el gabinete; Lagorio, con vasta experiencia –fue embajador en Rusia–, supo estar cerca de Daniel Scioli y los avatares políticos lo trasvasaron al mundo Larreta, no es peligroso; Faurie, de querido patrimonio menemista, fue embajador y ministro de Macri por cierta lluvia inesperada (armó la asunción del ingeniero, operativo que le gustó a Juliana, quien le dijo a su marido que lo nombrara donde el deseara: así obtuvo el codiciado destino de Francia con una llamada telefónica desde la camioneta que trasladaba al Presidente luego de la ceremonia). Es parte del elenco PRO, no irrita, aunque parecía inclinado por Patricia Bullrich. Tendrá sus razones para el cambio.

Más complicado para Redrado resulta horadar el bloque de vedettes de su profesión en la cantera opositora: lo objetan por razones de antigüedad desde Hernán Lacunza –con el que trabajo en conjunto en el BCRA–, al exministro Nicolás Dujovne, Alfonso Prat-Gay o Luciano Laspina. Hay más nombres y otras imputaciones decepcionantes. Algunos lo aborrecen, también en ocasiones se aborrecen entre ellos, es bastante habitual entre las divas del espectáculo. Carlos Melconian hace hand-off, parece cómo en el banco. Para colmo de males, tampoco debe figurar Redrado en el reducido cuadro de simpatías de Pablo Gerchunoff, un nuevo profesor de Rodríguez Larreta en el área económica. El alcalde presidente tiene tiempo para todo.