COLUMNISTAS
COALICIONES SIN COHERENCIA

Un drama para el país

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Ministro. La asunción de Massa afianzó el vínculo con los organismos internacionales de crédito. | MECON

En julio parecía que el país estallaba por los aires, un dólar a 350 proyectado a 400, un Banco Central sin dólares, una inflación al 7,4% mensual. Una situación política de enfrentamientos entre Cristina Kirchner y el Presidente. La renuncia de Guzmán hacía temer lo peor. Y hoy el oficialismo no puede construir relato en base a una identidad perdida. La asunción de Sergio Massa al Ministerio de Economía cambió las expectativas, afianzó el vínculo con los organismos internacionales de crédito, comenzó a conseguir dólares de un modo heterodoxo y evitó que otros se fueran vía importaciones no prioritarias, y ahora vía turismo. Pero claro está que poner orden en las cuentas públicas no significa ni bajar la inflación, ni llenar los bolsillos de dinero para quienes lo necesitan.

Arreglar la economía requiere tiempo y, sobre todo, una conducción política unificada de la que el Gobierno carece. Que la economía no haya estallado en julio no significa que, si no se tiene cuidado, las cosas no puedan complicarse.

Manes, Lula y el populismo
 

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Los actos anunciados para el 17 de octubre no son más que la explicitación de una gran división. La marcha preparada por Pablo Moyano con La Cámpora y el PJ bonaerense no es más que la explicitación de que un sector del oficialismo ha decidido activar su rol de ala izquierda de la coalición, con el riesgo de presionar sobre el Gobierno y golpear sobre su ya deteriorada aprobación de gestión.

El Frente de Todos deberá tomar la decisión de si da por perdidas las elecciones de 2023 y pretende solamente conservar la PBA o si está pensando en dar pelea para retener el gobierno, o por lo menos evitar que los malos resultados nacionales afecten su presencia en las cámaras de Senadores y Diputados.

Dos grietas que siguen vivas
 

La estrategia defensiva sobre la provincia de Buenos Aires tiene el riesgo de quedar sepultada detrás de cualquier cisne negro. El incidente en la cancha de Gimnasia y Esgrima pudo haber terminado en una tragedia estilo Cromañón, con los costos políticos que ello hubiera generado. La violencia y la pobreza reinantes en el Conurbano no le aseguran la victoria electoral al oficialismo. Reflexiones similares, respecto a que las divisiones solo generan riesgos, tuvo Emilio Monzó, advirtiendo que la presión sobre Manes y el radicalismo por parte del ala dura del PRO podía terminar en rupturas dentro de Cambiemos, cuyo resultado podría generar un final con bandera verde en las elecciones presidenciales. Las presiones de las alas duras sobre el centro terminan poniendo en riesgo al todo.

No soy el único que está viendo que al día de hoy el electorado está dividido en tercios. Que las contradicciones en el Frente de Todos pueden poner en crisis al Gobierno y que las contradicciones en Cambiemos lo hacen poco confiable. Mientras, Milei continúa siendo mirado con expectativa, sobre todo por los jóvenes que, de por sí, tienen espíritu rebelde y el presente los desanima. Qué mejor relato hay que decir “viva la libertad, terminemos con la casta”. Es un relato corto pero efectivo, convoca a la rebeldía y a que el futuro es posible.

Claro que prédicas tales como “dolaricemos” también son bienvenidas. Participantes de focus groups decepcionados de Juntos y del peronismo nos dicen que prefieren cobrar en dólares en vez de pesos y valoran la posibilidad de un cambio de moneda. La inflación se ha vuelto un potro que precisa ser dominado, la falta de certezas solo genera incertidumbre, enojo y fantasías de soluciones mágicas y rápidas.

El fenómeno Milei y el crecimiento de la derecha merecen ser estudiados, la derecha europea en lo económico, frente al fin de la globalización, tiende al proteccionismo, pero nuestra derecha es aperturista. Y el electorado de Milei más que liberal es anticasta política.

Mientras gran parte de las discusiones se generan en el AMBA, la huelga del transporte público de esta semana, de la que quedó excluida el área metropolitana, marca claramente que hay dos países. En el del interior reposa gran parte del potencial productivo del país, vinculado a la energía, la minería, los alimentos, la elaboración de productos terminados, que paga tarifas más altas pero que, salvo excepciones, carece de postulante a la presidencia. ¿Será por esto que en los corrillos políticos se habla de candidatos sorpresa?

*Consultor y analista político.