El déficit que arrastra la Caja de Jubilaciones de la Provincia, es uno de los ‘clásicos’ en la negociación Nación-Provincia. Según muestra el Informe de Auditoría sobre la Caja realizado por Deloitte, al 31 de diciembre de 2016, el organismo presentaba un déficit acumulado de $ 7.465, 2 millones.
En virtud de un primer acuerdo al que llegó el gobernador Juan Schiaretti con el presidente Mauricio Macri, el 26 de octubre de 2016, el Tesoro Nacional aportó a Córdoba $5.029 millones para aliviar ese rojo. De ese total, $2.000 millones entraron en efectivo y el resto fue una compensación de deudas, que le permitió a la Provincia saldar compromisos que tenía con la Nación.
Por aquella negociación (que llevó al ministro Osvaldo Giordano a asegurar que "Provincia y Nación siguen construyendo desde el federalismo"), la Caja inició el ejercicio 2017 con un déficit de arrastre de sólo $2.436,2 millones, pero con una proyección para este año de otros $3.567,2 millones, lo que totaliza un desfase de $6.003,4 millones. En los siete meses transcurridos de 2017, Córdoba habría recibido de Anses$117 millones mensuales. Suponiendo, entonces, que ya se habrían desembolsado unos $819 millones, la pérdida que faltaría financiar este año sería de $5.184,4 millones.
En julio, la Caja presentó un recurso administrativo ante la Anses reclamando un total de $7.000 millones ($2.000 millones adicionales al cálculo prospectado por PERFIL CORDOBA).
Otras versiones de fuentes que conocen por dentro los números del sistema previsional cordobés aseguran el “verdadero déficit consolidado llega a $9.000 millones”, y que “la Provincia necesitaría auxilio permanente por al menos el 50% de ese monto” ($4.500 millones vs $5.184 millones calculado por este diario).
¿Es posible? Según el ministro Giordano, el monto es exigible porque “ya se completó el proceso de armonización” del sistema previsional provincial respecto del nacional, condición que era necesaria para que la Nación cubra los déficit. Semanas antes de las elecciones PASO, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, se comprometió a regularizar los pagos. ¿Por cuánto y cuándo? Ahora esto es parte del tira y afloje contaminado por el ambiente electoral.
Más allá de esta disputa coyuntural entre Schiaretti-Macri, Córdoba debiera avanzar hacia un modelo previsional sostenible en el tiempo. Para ello, el planteo del gobierno provincial tendría que apuntar a un reclamo estructural a la Nación,sumado a la asunción de responsabilidades propias.
Según un análisis del Ieral, un pedido realizable sería solicitar que el 11% del IVA que se deriva a Anses, se traslade a las provincias con Cajas No Transferidas. “Dichas provincias podrían tener los sistemas previsionales que deseen, aunque hacerse cargo del déficit que generan y que no es cubierto por el envío de fondos automático a definir a partir del IVA”, propone Ieral. Por esta vía, la Provincia podría recibir unos $3.242 millones, según cálculos realizados por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
De todas formas, con los puros reclamos no alcanzará.
Mirada interior. De las siete provincias que no transfirieron su Caja al estado nacional, Córdoba es la que arrastra el déficit más elevado: cuatro veces más abultado que el de Santa Fe y tres más que el de Entre Ríos. Ello es consecuencia, entre otras razones, de que paga mejores jubilaciones que en el resto del país.
Ese estándar tiene un costo que, en el supuesto de una economía estable y de un federalismo equitativo, la Provincia tendría que solventar sin tener que mendigar ni hacer demagogia. Vale decir: debiera recibir lo que le corresponde, pero dejar de sostener privilegios en un sistema que debe velar por miles de jubilados.
Para ser concretos: hoy, el sector de Magistrados y funcionarios del Poder Judicial aportan recursos por $961,8 millones y se lleva en beneficios $1.276,2 millones, generando un rojo de $314,4 millones, de los cuales alrededor de un 8% lo crea un centenar de jubilados con haberes que superan en promedio los $120.000 y llegan en algunos casos a más de $200.000.
Un estudio realizado por la propia Caja, que se titula “Proyección 2010-2020”, advierte que tres sectores que tienen requisitos de retiro especial harán tronar el déficit a largo plazo. Ellos son: Poder Judicial (de una participación del 2% en el déficit del 2010 pasa al 3% en 2020); Docente (del 27% al 35%) y Seguridad (del 13% al 14%).
“Este comportamiento constituye,desde el punto de vista político, una oportunidad para encarar las reformas institucionales que le devuelvan sustentabilidad al sistema”, reconoce el mismo estudio.
La reforma que impulsa Macri. Desde Casa Rosada se está impulsando una reforma del sistema previsional nacional que incluye tres pilares:
1) Habilitar que los individuos sigan trabajando de manera voluntaria más allá de los 60 años las mujeres y 65 los hombres, sin que sus empleadores puedan forzarlos al retiro.
2) Permitir que se continúen realizando aportes, pasada la edad de retiro, para acumular fondos que hagan más nutrida la jubilación mínima.
3) Crear un régimen complementario al que los trabajadores podrán aportar voluntariamente para mejorar la jubilación futura. En principio, sería administrado por las actuales cajas jubilatorias complementarias (profesionales o por actividad) y sería mediante el sistema de reparto.
Anses también está al límite. A partir del sinceramiento fiscal en cascada que está llegando tanto al Presupuesto de la Nación como de las Provincias, empieza a quedar cada vez más en claro que la Anses también dejará de ser el ‘Tío Rico’ que operó durante la era kirchnerista. Y no por una cuestión política o ideológica, sino meramente de números.
Según estimaciones de Fiel, cuando se excluyen los fondos que recibe de Rentas Generales, el sistema previsional nacional tuvo un déficit en 2016 de 3,5% del PBI.“El beneficio previsional tiene poco vínculo con lo que se recibe, lo que desfinancia el sistema”, afirma el director de Fiel, Daniel Artana.
Por ello, el presidente Macri apura una reforma previsional, aunque busca que vaya calando sutilmente en la opinión pública. Para las provincias que, como Córdoba, no transfirieron sus Cajas de Jubilaciones, el mejor escenario sería que esa reforma prospere, si es que buscan seguir teniendo a la Anses como el tubo de oxígeno de sus propios déficits previsionales.
Asimismo, si esa reforma avanza y fortalece el Anses, las provincias tendrían mayores márgenes para pelear por los impuestos coparticipables que hoy resignan y que van a parar a su caja. En definitiva, a jurisdicciones como Córdoba, un ‘Anses amigo con billetera abultada’ es lo mejor que le puede pasar.