Desde La Destrucción, su primer happening realizado en 1963 en París o La Menesunda, (Instituto Di Tella,1965) hasta la instalación de El Partenón de los Libros, construido con ejemplares prohibidos por la dictadura, y montado en plena Avenida 9 de Julio en Buenos Aires, Marta Minujín se encargó siempre de construir en torno a su figura un halo de genialidad y vanguardismo que la hacen única.
La ganadora de la beca Guggenheim y el premio Konex -entre muchos otros-, pasó por nuestra ciudad para donar su galería blanda al Museo Caraffa.
Esta versión es una reconstrucción de la instalación que en 1973 realizó junto a Richard Squires en Washington. En 2008, Minujín la reeditó para exponerla en Nueva York y más tarde la pondría en escena por primera vez en Argentina en el marco de la exhibición retrospectiva del Malba, en 2010.
En 2017, formó parte de la muestra Pasaporte a lo imposible: “La obra de Minujín fue visitada por casi 20 mil personas el año pasado en Casa Naranja”, señaló Gerardo Fraire, gerente de Relaciones Institucionales de Tarjeta Naranja. “En noviembre, cuando hice la galería acá, inmediatamente pensé que había que donarla al museo”, resume Minujín.
La artista se mostró muy entusiasmada con que su obra forme parte del acervo de la cultura cordobesa: “Estoy muy contenta con que esta galería blanda, que es una obra de arte absolutamente contemporánea y que estuvo en tantos museos del mundo, esté acá. Ahora va a poder venir gente del extranjero para verla, así que estoy refeliz”.
La primera galería blanda de Minujín fue construida con colchones de un hotel abandonado en Washington. “¿Por qué hay que mirar las obras de arte en un espacio duro, rígido, austero? Si uno las mira en un espacio blando, de paredes blandas y en el que uno puede acostarse, el arte cambia de punto de vista; y lo que más me interesó toda mi vida fue cambiarle el punto de vista a la gente, porque las cosas que uno mira no son de una manera sino que pueden ser de varias”.
Esta galería está compuesta por 210 colchones ploteados con el diseño de uno de sus cuadros: Mandela (2013). “El cuadro es todo naranja y amarillo, y las sogas son de colores flúor, que son los colores que uso ahora”, detalla.
Al interior -donde se pueden mirar videos que proyectan algunas de sus obras- se ingresa de a grupos de no más de seis personas y sin zapatos.
Además de la obra de Marta Minujín, quedaron inauguradas las muestras de Martín La Rosa, Eduardo Giusiano, Julio Hirsch Chávez, Nora Dobarro, Lucas Jalowski, Julio Ojeda y Deodoro Roca. Un reformista en el Museo, que podrán visitarse hasta el 2 de agosto.-