Un par de semanas atrás, el Club Atlético Talleres anunció su integración a la red de socios y colaboradores del ‘Johan Cruyff Institute’, el proyecto de profesionalización en gestión deportiva considerado ‘el legado académico’ de quien fue el mejor futbolista de la historia de los Países Bajos.
La noticia disparó el recuerdo, y también la curiosidad. No era la primera vez que el nombre del capitán de ‘La Naranja Mecánica’, el seleccionado subcampeón del Mundial de Alemania ’74, sonaba con fuerza en barrio Jardín.
La referencia se remonta a principios de este siglo. Invocando una estrecha relación con Cruyff y aceitados contactos con el Barcelona FC, un experiodista devenido en intermediario, el catalán Joan Patsy, desembarcó sorpresivamente en la ‘T’, donde tuvo un efímero paso como gerenciador de sus divisiones menores.
Su vínculo con la entidad se formalizó el 23 de enero de 2000, un domingo en el que los diarios anunciaban las exigencias de ‘fuertes ajustes’ del FMI al gobierno argentino. Exactamente un año más tarde, Talleres hizo uso de la cláusula unilateral de rescisión.
El vínculo entre Talleres y Norton Atlantic Corp se formalizó el 23 de enero de 2000, un domingo en el que los diarios anunciaban las exigencias de ‘fuertes ajustes’ del FMI al gobierno argentino.
La ruptura derivó en una denuncia contra tres directivos -el presidente Carlos Dossetti, el vicepresidente Hugo Bertinetti y el secretario Sergio Marconetto fueron imputados por ‘defraudación por administración fraudulenta’- y un pedido de inhibición del club.
Norton Atlantic Corp, la empresa con sede en Panamá que el otrora cronista del canal TV3 y ‘El Periódico’ de Cataluña fundó para administrar el semillero albiazul, terminaría siendo acreedora de la quiebra de Talleres, encabezando un largo listado donde la AFA y la Afip compartían un imaginario podio.
Hable con él
Norberto Castaños, quien entonces administraba las inferiores de Talleres con la firma Dimecor SA, recuerda con lujo de detalles el momento en que Dossetti le presentó a Patsy, en un hotel de la Ciudad de Buenos Aires.
“Estábamos en el Intercontinental, donde el club alquilaba dos pisos y tenía montado un búnker a todo trapo, y ahí me pidió que sumara como socio a este muchacho español. Le dije que no sabía quién era y que no iba a trabajar con un desconocido, pero me insistió, y entonces le dije que mejor vendía y le dejaba el camino libre”, relata el empresario. “La relación con Dossetti ya venía tensa, porque me había pedido prestado un dinero que luego no quería devolver”, puntualiza.
“Los problemas empezaron cuando Patsy vino a negociar conmigo. Empezamos hablando de $ 1.200.000 al contado y cada vez que nos juntábamos me cambiaba las condiciones de pago”, cuenta Castaños.
“Dossetti estaba enloquecido con ese Patsy, convencido de que le iba a llevar a todos los jugadores a Europa, pero el tipo terminó siendo un charlatán”, afirma Norberto Castaños, quien era el concesionario del semillero albiazul antes del desembarco de Norton Atlantic Corp.
“Finalmente, Patsy entró a Talleres y al dinero que puso lo utilizaron para otra cosa. A mí me dieron 13 documentos de $100.000 cada uno, firmados por Jorge Petrone. Terminé haciéndole juicio al club y metiéndole un embargo. A la plata que me correspondía por el resarcimiento la terminé cobrando muchos años después, por una gestión de Andrés Fassi”, precisa.
“Dossetti estaba enloquecido con ese Patsy, convencido de que le iba a llevar a todos los jugadores a Europa, pero el tipo terminó siendo un charlatán”, relata Castaños, quien a mediados de 2002 reapareció en el fútbol cordobés como socio mayoritario de ‘Córdoba Celeste’, la gerenciadora que se hizo cargo del manejo del Club Atlético Belgrano.
Equipo propio
Gustavo Franco, el abogado que representó a Norton Atlantic Corp en la demanda contra los directivos de Talleres, recuerda a Patsy como “un hombre muy vinculado al Barcelona, que se manejaba con contactos muy fuertes”. Refiere que su cliente inició la demanda penal -luego desestimada en Tribunales- ‘cansado del incumplimiento” de las autoridades del club.
“Patsy había invertido una cifra importante y la garantía de la operatividad de su gestión eran los pases de varios futbolistas. Cuando Talleres revocó el contrato, se comprometió a devolver la inversión (US$ 1,3 millón de dólares) con el producido de la venta de 25 jugadores, que en gran parte fueron transferidos sin liquidar al exconcesionario la participación establecida en el acuerdo de rescisión”, puntualiza el letrado.
Gustavo Franco, el abogado que representó a Norton Atlantic Corp en la demanda por defraudación contra tres directivos de Talleres, recuerda a Patsy como “un hombre muy vinculado al FC Barcelona, que se manejaba con contactos muy fuertes”.
La letra chica del pacto incluyó la cesión del 40% de los derechos económicos de 10 juveniles (Juan Pablo Avendaño, Marco Ballarino, Leonardo Baroni, Cristian Devalis, Lucas Favali, Martín Godoy, Ezequiel Lázaro, Rodrigo López, Marcos Morell y Gabriel Oyola) y el pago de una parte a convenir (entre 15% y 50%) de las utilidades por las ventas de 15 futbolistas profesionales.
En este caso, los nombres propios eran Daniel Albornos, Andrés Cabrera, Sebastián Carrizo, Jorge Ciancaglini, Pablo Cuba, Mario Cuenca, Esteban Dei Rossi, Gustavo Lillo, Santiago Del Sotto, Ramón Galarza, Horacio Humoller, Cristian Pino, Claudio Pronetto (Talleres llegó a ceder el 120% de la ficha de este jugador, en diferentes operaciones), Luis Rueda y Marcelo Sarmiento.
La denuncia consignó que el club albiazul había cedido los pases de varios de esos futbolistas, “violando sus deberes y obligaciones asumidas en el manejo y administración de bienes e intereses ajenos”. Como principal beneficiario de la operatoria citó al “empresario de la construcción”, Petrone, quien por entonces oficiaba de mecenas de Talleres, Belgrano e Instituto, y más adelante terminaría gerenciando a Racing de Nueva Italia.
El Cazatalentos
“Tenemos un jugador especial, hay que ficharlo cuanto antes”. A mediados de 2021, Pep Guardiola escuchó atentamente desde Manchester la sugerencia que, teléfono de por medio, le llegó desde una lujosa urbanización del norte bonaerense.
Quien estaba del otro lado de la línea era el mismísimo Patsy, reconvertido en directivo y ‘cazatalentos’ del City Football Group, el consorcio que controla los destinos de los ‘Cityzens’ de la Premier League y que tiene participación en otros 11 clubes del mundo.
El tema de conversación entre los dos viejos conocidos de los tiempos del ‘Barsa’ dirigido por Cruyff era nada menos que Julián Álvarez, el delantero cordobés que se destacaba con la camiseta de River y que acababa de ganar su primera Copa América con la Selección Argentina.
“Tenemos un jugador especial, hay que ficharlo cuanto antes”, le dijo el exconcesionario de las inferiores de Talleres a Pep Guardiola, a mediados de 2021. Seis meses después, Manchester City compró al delantero cordobés en US$ 27,5 millones.
El 31 de enero de 2022, Manchester City informó la compra de Álvarez, en US$ 27,5 millones. El anuncio coincidió con el 22° cumpleaños de ‘La Araña’ de Calchín, cuyo nacimiento se produjo ocho días después de la celebración del matrimonio por conveniencia entre Talleres y su socio catalán.
El nombre de Patsy aparece citado varias veces en Football Leaks, el sitio web que filtró datos referidos al City Group -consorcio cuyo 80% pertenece a Sheikh Mansour bin Zayed Al Nahyan, un jeque de Emiratos Árabes Unidos- y sus supuestos vínculos con empresas que operan en paraísos fiscales, con el objetivo de invertir en futbolistas sudamericanos, vulnerando las reglas del llamado Fair Play financiero.
Las dos visitas fallidas de Cruyff
Johan Cruyff jugó una sola vez en Argentina, el primero de la serie entre Ajax e Independiente que definió la 13° edición de la Copa Intercontinental de Clubes. El partido tuvo lugar el 6 de setiembre de 1972 en Avellaneda y terminó 1-1. El gol del elenco neerlandés fue obra de Cruyff, quien a los 23 minutos debió salir reemplazado, luego de una violenta falta del jugador del Rojo Dante Mírcoli. A la revancha, en Amsterdam, Ajax la ganó 3-0.
Por motivos familiares, el capitán de ‘La Naranja Mecánica’ decidió no jugar el Mundial ’78, certamen en el que el seleccionado de su país se presentó dos veces en ‘el Chateau’, ante Alemania (2-2) y Austria (5-1). Juan Carlos ‘la Milonguita’ Heredia, quien entabló una amistad con el ‘14’ cuando ambos compartieron plantel en ‘el Barsa’, reveló que su célebre excompañero planeaba visitarlo en Córdoba una década atrás, antes de que se agravara su estado de salud. Cruyff falleció el 24 de marzo de 2016.