El 27 de noviembre último, Flavia Saganías se levantó temprano y se despidió de su hijo mayor, de 19 años, prometiéndole que una vez concluido el juicio regresaría. No pudo hacerlo con los otros cuatro (de 15, 9 y mellizos de 3 años) porque a esa hora todavía dormían. Desde aquella mañana no volvió a ver a los más pequeños.
Ese mismo día, la Cámara del Crimen de Cruz del Eje le impuso la pena de 23 años de prisión por instigar un cruel ataque a su expareja, Gabriel Fernández, que concretaron su madre y su hermano, en Capilla del Monte.
Ella había denunciado al hombre en la Justicia por el presunto abuso sexual hacia una de sus hijas. Sin embargo, en aquel momento esa presentación fue archivada. Por esa razón, a la hora de condenarla los jueces sostuvieron que inventó la denuncia para dañar al hombre y eso derivó en un ataque brutal perpetrado por dos familiares -del que ella no participó- que fue calificado como intento de homicidio. Por ese motivo, su madre y su hermano también recibieron la misma condena: 23 años de cárcel.
El mismo 27 de noviembre fue trasladada desde los tribunales directamente a Córdoba, donde permanece alojada en el módulo EP3 del complejo penitenciario ubicado en Bouwer. Su abogado defensor, Carlos González Quintana, pidió al día siguiente la prisión domiciliaria porque es madre de niños de muy corta edad que deben mantener el vínculo con la madre.
La fiscal de Cámara subrogante, Fabiana Pochettino – reemplazó a Haydeé Gersicich quien se jubiló después del juicio- no se opuso a que le concedieran la prisión domiciliaria. Pero solicitó a la Cámara que antes de resolver se realizara una pericia a Saganías para determinar si estaba en condiciones de reunirse nuevamente con sus hijos y si su presencia será positiva para ellos.
El tribunal ordenó realizar ese estudio. Lejos de resoluciones ágiles e inmediatas, se fijó fecha para la pericia para el 17 de marzo. En enero, cuando Saganías fue visitada en la cárcel por la presidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, remarcó una y otra vez, durante la charla que mantuvieron y de la que participó PERFIL CORDOBA, sus ansias de reencontrarse con sus hijos.
Los cuatro menores están a cargo del mayor, quien recibe la ayuda y acogimiento de organizaciones sociales de Capilla del Monte.
Denuncia por abuso. En tanto, permanece abierta una nueva investigación por el presunto abuso sexual que denunció Saganías en perjuicio de una de sus hijas. La decisión de generar un nuevo expediente la tomó la fiscal de Cosquín, Paula Kelm, a partir de dos informes que presentó el abogado patrocinante de la mujer. Se trata de recomendaciones y advertencias que realizaron una médica y una psicóloga sobre posibles indicios detectados en la menor. La fiscal explicó, oportunamente a este medio, que necesita precisar el alcance de las afirmaciones contenidas en ambos informes para lo cual requería relevar el secreto profesional que les cabe a quienes los firmaron.