Talleres arma un comité de crisis, Belgrano llama a una mesa de diálogo e Instituto le enciende velas al cobro de un pase que tiene pendiente. La falta de competencia, un efecto colateral de la cuarentena, es un partido aparte para los clubes cordobeses que participan en los principales torneos del fútbol argentino.
“El impacto de la inactividad es ineludible. En nuestro caso, la primera referencia cuantitativa es el partido con River”, señala Miguel Cavatorta, el director de comunicación de Talleres. Por ese partido de la Copa de la Superliga, programado inicialmente para el 21 de marzo, el club albiazul estimaba una ganancia extraordinaria de $25 millones.
“Afortunadamente esta coyuntura nos toma en un momento de equilibrio y austeridad, ya que la expectativa de venta de un jugador recién está para junio. Pero hay que ver cómo evoluciona la situación”, destaca el vocero.
La semana pasada Talleres puso en funcionamiento un órgano de emergencia que integran el presidente Andrés Fassi, el secretario Gerardo Moyano y los coordinadores de todas las áreas. Además de asegurar la aplicación de los protocolos sanitarios y la prestación de los servicios básicos, lleva adelante un análisis preventivo de ahorro de gastos y sostenimiento de ingresos.
“Por el momento no estamos evaluando una reducción de salarios o un ajuste de personal”, enfatiza Cavatorta. “Se está haciendo hincapié en algunas operaciones pendientes de cobro, en la relación con los sponsors y en el tema de los socios, sobre todo los que no están bancarizados”, puntualiza. El ingreso por cobro de cuotas –30 mil personas al día en el corte del último mes- representa para la “T” un 20 por ciento del presupuesto, estimado en $55 millones mensuales. Talleres tiene casi 400 empleados.
Por el lado de Belgrano, la cuarentena obligó a sus autoridades a posponer las elecciones de abril y convocar a los presidenciables Luis Fabián Artime y Armando Pérez a una mesa de diálogo. “El parate del fútbol nos pone en un escenario muy complejo a todos los clubes”, expresó la directiva, que procura una cumbre con el fin de “establecer estrategias para superar esta crisis y no comprometer el futuro del club”.
El vicepresidente 1º Sergio Villella había anticipado que la actual conducción entregaría el mando con “un déficit operativo controlable”, aunque esta previsión puede llegar a pulverizarse sin acción en las canchas.
Rojo y blanco
“En nuestro caso, la situación es extremadamente difícil”, admite Roberto Castoldi, el presidente de Instituto. “Estamos analizando qué hacer para que los socios no nos dejen y también el tema del colegio”, precisa. El dirigente cuenta que este mes pagaron sus abonos cerca de 2 mil personas, lo que representa la mitad del anterior registro, y que en el establecimiento educativo, que no tiene subsidio estatal, hay una mora del 60 por ciento en el pago de las cuotas. “Es una baja muy fuerte”, subraya.
Instituto vive prácticamente al día y para garantizar su funcionamiento y los pagos de la convocatoria de acreedores necesita recaudar $11 millones cada 30 días. El único aporte que en principio tiene asegurado este mes es $1,9 millón de la TV. “Estábamos tratando de renegociar contratos con sponsors, sobre todo con Bancor y Lotería de Córdoba, y ahora no sabemos qué va pasar. Ojalá que al menos se mantengan”, afirma el dirigente.
Castoldi reconoce que Instituto –que acaba de hacer una inversión importante con las contrataciones del DT Fernando Quiroz y del arquero Jorge Carranza– les debe medio mes de sueldo a sus futbolistas y que entró en mora en el plan de pago pactado con los 54 empleados que acordaron el retiro voluntario a fines de 2019. Ante semejante panorama, la Gloria se aferra a la expectativa de cobro de 500 mil euros pendientes por el 20% que le corresponde por la transferencia del jugador Mateo García de Las Palmas de España a Estrella Roja de Serbia. “Llevamos cinco meses esperando. Con ese dinero, más el 30% que aún nos falta recibir por la venta de Mateo Klimowicz al Stuttgart de Alemania (otros 500 mil euros) tendríamos equilibrada la temporada”, afirma.
“Esto va a demorar mucho tiempo y cuando vuelva la actividad habrá muchos cambios, pero hay que esperar. ¿Renegociar contratos? Creo que aún no hay que pensar en eso. Además, no podemos negociar nada si nuestro ingreso es cero”, dice Castoldi.
Tiempo muerto
La estructura de Instituto, con un total de 210 asalariados, incluye el equipo de básquetbol que juega en la Liga Nacional, certamen que está suspendido hasta el 30 de abril. “Aunque este deporte se financia con sus propios sponsors, el panorama también se complica por la falta de televisación”, señala el titular albirrojo.
“La Liga Nacional paga por partido jugado y, aunque el aporte de la TV en el básquetbol no es tan significativo como en el fútbol, todo suma”, completa Felipe Lábaque, el presidente de Atenas.
“En nuestro caso, esta inactividad es algo tremendo. Un drama de consecuencias impredecibles, ya que Atenas no tiene recursos genuinos y vive de los sponsors”, señala el titular del club de barrio General Bustos.
“Ya tomamos algunas previsiones, como darle de baja a los cuatro extranjeros, lo que representa un ahorro importante en dólares. Pero quedan los contratos nacionales y el club está totalmente cerrado”, sostiene. “Esto es muy delicado y no sé en qué puede terminar. Hay que ver cuánto tarda el parate y cómo queda el país después de la cuarentena”, concluye Lábaque.
Futuro incierto
Aunque no hay definiciones, y aún queda un margen de maniobra por la postergación de la Copa América, en el fútbol argentino se especula con que la temporada “está perdida”. Ante esa situación se eliminarían los descensos y subirían de categoría los equipos mejores ubicados en la tabla de posiciones. Si este criterio se replica para la clasificación a las copas, el octavo lugar en el acumulado de puntos de la temporada de Primera División le permitiría a Talleres ingresar a la Sudamericana 2021. Belgrano, Instituto y Estudiantes seguirían en la Primera Nacional. Con 90 equipos en competencia, entre ellos los cordobeses Racing, Juniors y Peñarol, el Torneo Federal Regional Amateur es el certamen cuya continuidad parece estar más comprometida.
El Rally le apunta a noviembre
Cancelada en su fecha original, el fin de semana del 23 al 26 de abril, la histórica 40ª edición del Rally de Argentina podría realizarse en la primera quincena de noviembre. David Eli, el director de la competencia, le anticipó la novedad a PERFIL CORDOBA.
“Queremos que se haga este año y no en temporada alta. Le propusimos a la FIA (Federación Internacional de Automovilismo) la primera quincena de noviembre o fines de octubre. Esperamos que la situación cambie. Nuestros sponsors ya se comprometieron a apoyarnos sin modificaciones”, destacó.
“Una suspensión siempre representa un impacto en lo económico, aunque afortunadamente no llegamos a tener gastos importantes. Sí había una logística armada y sabemos que la carrera genera mucho movimiento a la economía formal e informal de la provincia”, precisó Eli.
También quedaron en suspenso otras tres fechas del calendario del Mundial de Rally: Portugal (21 al 24 de mayo), Italia (4 al 7 de junio) y Kenia (16 al 19 de julio).
La decepción del golf
El 89º Abierto de Golf del Centro de la República es otro evento internacional que está en veremos. Iba a disputarse del 13 al 19 de abril.
“Lamentablemente hemos tenido que suspenderlo. Según cómo evolucione la situación, se irá viendo si se avanza hacia una reprogramación o una cancelación”, expresó Marcelo Lozada, titular del Córdoba Golf Club.
“Para nosotros es algo muy decepcionante porque teníamos nuestra cancha en perfectas condiciones y nuestros sponsors muy firmes apoyándonos, cosa que hoy es bastante difícil”, puntualizó.
Lozada reconoce que la suspensión generó “un daño económico” a la entidad que este año debe afrontar un gasto de 250 mil dólares para poner en escena el certamen de Villa Allende. “No hay ninguna nueva fecha prevista. Ojalá se pueda hacer. Hay que ver también cómo salen las empresas de esta cuarentena”, refirió el dirigente.
Tokio puede esperar
La suspensión de los Juegos de Tokio pospuso para el próximo año la expectativa de que Córdoba pusiera en escena su delegación olímpica más numerosa de la historia en 2020.
“Es una lástima porque había muchos atletas que ya tenían asegurada su participación y otros con grandes chances de clasificar, pero había que priorizar la salud de los competidores y de la gente”, afirma Mariano Reutemann, el vocal de la Agencia Córdoba Deportes que coordina la actividad de los 120 mil deportistas federados de la provincia.
“Si bien era una decisión compleja, resultaba absolutamente necesaria. No había forma de llevar adelante los Juegos”, señala el windsurfista olímpico en Atenas 2004, Beijing 2008 y Londres 2012.
Reutemann precisó que este cambio de escenario no afectará al programa anual de becas que tiene 170 beneficiarios en la provincia, aunque sí postergará la ayuda extraordinaria que, a través del aporte de sponsors, estaba prevista para alrededor de 30 a 40 deportistas, jueces y entrenadores que iban a asistir a Tokio.