El fútbol de Río Cuarto tuvo su momento de mayor exposición hace más de tres décadas, con la participación de la Asociación Atlética Estudiantes en los Nacionales de 1983, 1984 y 1985.
Aquellas experiencias dejaron –más allá del saldo estadístico de 4 victorias, 5 empates y 12 derrotas- un recuerdo imborrable y anécdotas imperdibles, como la del día en que la hinchada de Boca celebró un gol de su rival. Fue aquel que Roberto Mouzo, un “ex” del equipo xeneize, convirtió de penal para salvar el honor del “León del Imperio del Sur” en la derrota 1-7 en la cancha de Huracán.
Después las buenas y las malas se alternaron en el largo y sinuoso camino que la AFA obliga a recorrer a los equipos del interior profundo del país y que en el caso del Celeste actualmente tiene como escala el Torneo Federal A. El objetivo inmediato y al alcance de la mano es el ascenso a la Primera B Nacional, certamen donde Córdoba ya tiene aseguradas las presencias de Belgrano e Instituto en la temporada 2019/2020.
“Si Estudiantes logra ascender será un hecho muy importante, ya que jugará con Belgrano, Instituto, San Martín de Tucumán, Ferro, Chacarita, Quilmes… ¡Y un año entero! Ahí está la gran diferencia con aquellos Nacionales, que eran efímeros y duraban cuatro o cinco partidos”, destaca Osvaldo Wehbe, referente del periodismo deportivo riocuartense.
“Sería algo muy lindo para la ciudad, porque generaría una expectativa deportiva distinta y un movimiento comercial interesante y necesario, y también un premio merecido para un club con mucha historia”, destaca Wehbe sobre una posible consagración de Estudiantes. Y añade: “El equipo juega bien. No tiene grandes caciques adentro de la cancha pero ha sido de los mejores del campeonato y ha hecho merecimientos como para subir”.
Alicio y sus maravillas
Víctor Beraldi, Gastón Bottino, Martín Cabrera y José Mancinelli son los cuatro “históricos” que llegaron a principios del campeonato para afianzar la identidad del plantel que desde hace tres años dirige Marcelo Vázquez. De todos modos, en Río Cuarto es unánime la afirmación de que el jugador más importante que hoy tiene Estudiantes es Alicio Dagatti, su presidente.
Nacido en General Deheza y confeso simpatizante de Acción Juvenil -el club que tiene como mecenas al empresario aceitero Roberto Urquía- Dagatti es conocido como “el Rey de la Carne” o “El Samid cordobés”.
Es dueño de cinco frigoríficos y su patrimonio incluye campos, hacienda, un edificio, un complejo deportivo, un espacio multicultural y una estancia que fue propiedad del clan narco conocido como “los Vargas”. También un avión privado en el que viaja frecuentemente a Buenos Aires para asistir a las reuniones del Consejo Federal de la AFA o presenciar los partidos de San Lorenzo de Almagro, su primer y gran amor futbolero.
Además cuenta con su propio multimedio: es propietario del canal Quatro TV y de la FM Digital Interactiva y accionista del diario Puntal.
“Dagatti es un empresario que ha tenido un crecimiento exponencial en su patrimonio en los últimos tiempos, sobre todo a partir de su condición de proveedor del Estado provincial”, destacó un conocedor de la realidad del sur cordobés.
Sobre el rol dirigencial de Dagatti, las fuentes consultadas por PERFIL CÓRDOBA son coincidentes: “Estudiantes estaba en la lona y este tipo lo salvó”.
La remodelación del estadio de Avenida España, la construcción del predio “Pablo César Aimar” en Las Higueras y el protagonismo del equipo son los logros que puede exhibir el hombre que sucedió a la conducción que encabezaba Roberto Gualtieri (dueño de una conocida fábrica de pastas y ex exposo de la diputada nacional Adriana Nazario) y que tenía como hombre fuerte al empresario de la noche Hugo Irusta.
Gualtieri sigue ligado a Estudiantes. No tiene peso en las decisiones pero su presencia como vicepresidente 2º le asegura a Dagatti cierta llegada al “círculo rojo” en un club identificado con una clase media alta que lo mira con recelo. El otro vicepresidente es Iván Rozzi, ex mandamás del club y durante varios años secretario general de la delegación local de la CGT.
Vuela alto
Dagatti fue un cultor del bajo perfil hasta que el fútbol le dio popularidad. ¿El motivo? “Estudiantes es una gran caja de resonancia”, afirman en el Imperio.
Los que conocen al dirigente afirman que hoy recorre con soltura los pasillos de la AFA, donde hizo muy buenas migas con el presidente Claudio “Chiqui” Tapia. Y que prueba de ello es el Premio Alumni que el Círculo de Directivos y Ex Directivos del Fútbol Argentino (CIDEDFA) le entregó como “dirigente destacado del interior del país” en marzo pasado.
Dice que conducir a Estudiantes representa para él “un desafío personal” y tiene la idea fija de llevar al equipo hasta la Superliga. Para tratar de dar el paso previo, el ascenso a la B Nacional, destinó 1,5 millón de pesos mensuales, una fortuna para una tercera categoría del fútbol nacional. Las otras disciplinas del club y las divisiones inferiores, mientras tanto, se solventan con el esfuerzo de los padres y la venta de bonos contribución.
Aunque no lo admite en público, Dagatti apunta a jugar en la cancha grande de la política en un futuro no muy lejano. Su único antecedente en la materia es haber integrado una nómina de candidatos a concejales que tiempo atrás acompañó la postulación del ex intendente Juan Jure.
“Pone huevos en todas las canastas”, coinciden los testimonios en alusión a sus preferencias. “En las elecciones municipales de 2015 apoyó al candidato de Cambiemos Eduardo Yuni, le hizo publicidad gratis a Federico Giuliani de Unidad Popular y el peronista Esteban Llamosas festejó el triunfo en el gimnasio de Estudiantes”, graficó al respecto un comunicador local.
Un año después Dagatti devolvió la gentileza y visitó al intendente en el agasajo que la Municipalidad le hizo al Celeste por el ascenso al Federal A. Aquella vez Llamosas prometió apoyar “los nuevos desafíos” del club y a cambio recibió una camiseta firmada por los jugadores y el cuerpo técnico.
La cuna de Pablo Aimar
Pablo Aimar, ídolo de Lionel Messi y actual entrenador del seleccionado argentino Sub 17, es el futbolista más famoso que surgió de Estudiantes de Río Cuarto. Siendo adolescente se marchó a River Plate para iniciar una laureada carrera que incluyó pasos por Valencia y Zaragoza de España y Benfica de Portugal.
El 23 de enero de 2018 cumplió el sueño de retirarse con la camiseta del Celeste en un partido ante Sportivo Belgrano de San Francisco por Copa Argentina. Aquella noche compartió equipo con su hermano Andrés y estuvo acompañado desde las tribunas por su padre Ricardo (“El Payo”), destacado jugador de la institución en los ’70, y por Marcelo Bielsa, el DT que lo dirigió en el Mundial de Corea-Japón 2002.
Otros nombres reconocidos que vistieron la camiseta del “León del Imperio” fueron Juan José Irigoyen, Miguel Laciar, Norberto Madurga, Héctor Pitarch, Guillermo Aramayo, Luis Landaburu, Pedro Algarbe, Luis “Hacha” Ludueña, Roberto Mouzo, Juan Manuel Llop, Carlos Trucco, Ariel Krasouski, Eber Bueno, Roberto Gasparini, Sergio “Rulo” González, Julio César Villagra y el campeón del mundo del ’78 Daniel Killer.
Llamil Simes, Jorge Sturniolo, Sebastián Viberti, Tomás Cuellar y Antonio Rattín fueron algunos ilustres que cumplieron la función de entrenador.
Partido final
Estudiantes de Río Cuarto y Sarmiento de Resistencia definen hoy el primero de los dos ascensos que otorga el Torneo Federal A.
Los dos equipos comparten con 9 puntos (tres triunfos en igual cantidad de partidos) el primer puesto del Pentagonal que también tiene como protagonistas a San Jorge de Tucumán, Defensores de Belgrano de Villa Ramallo y Alvarado de Mar del Plata.
Una victoria le asegura el pasaje a la B Nacional a cualquiera de los dos y la igualdad forzaría un desempate. Se enfrentan desde las 16 en el Estadio Antonio Candini del sur cordobés.
