El encuentro del jueves por la tarde en barrio Los Artesanos, en uno de los extremos sur de la ciudad de Córdoba, una de las zonas más vulnerables de la capital cordobesa, fue el escenario elegido por el cordobesismo para mostrar en exclusividad a la generación que viene. Ahí, y por primera vez sin la presencia del gobernador Juan Schiaretti ni de la diputada nacional Alejandra Vigo, la camada de los herederos protagonizó por primera vez un acto.
El intendente Martín Llaryora, el vicegobernador Manuel Calvo -en ejercicio de la titularidad del Ejecutivo provincial, por la operación de Schiaretti-, la legisladora provincial Natalia de la Sota y la ministra de Equidad, Laura Jure, fueron los encargados de encabezar el acto urbanización y agua potable para el asentamiento que ya es uno de los más grandes de la capital cordobesa.
Con la puesta, que en el PJ provincial algunos se animaron a marcar como histórica por la ausencia de José Manuel de la Sota y de Schiaretti por primera vez en un acto peronista después de más de dos décadas, se empezó a consolidar la idea de continuidad del modelo cordobesista.
La foto de la sucesión. En horas de la tarde del jueves, rápidamente se viralizó en los grupos del WhatsApp del peronismo la foto de Llaryora y Calvo chocando los puños. Era la imagen que hasta ahora faltaba: la que retratara a los responsables de la sucesión del modelo Gestión Córdoba en soledad, y sin la atenta mirada de Schiaretti.
Los presentes, coinciden todos en lo cuidados que fueron ambos en los discursos. “Son dos personas muy inteligentes y no van a exhibir diferencias internas en un acto público y de estas características”, dijo un conocedor del microclima que se vive dentro de la camada de los sub-45. “Aparte, ambos saben quién es el gobernador, que esta ausencia es transitoria y que Schiaretti en pocos días va a ser la persona que esté al frente de la campaña legislativa”, agregó el hombre que observa con equidistancia la relación entre los dos peronistas del departamento San Justo.
En tanto, desde el entorno de ambos, se tomaron con cierta simpatía el análisis que se hizo de las fotografías. “En los discursos, los dos se elogiaron. Mencionaron a Schiaretti. Fueron casi idénticos en lo que dijeron”, señalaron cerca de Calvo.
Mientras que, desde el entorno de Llaryora reconocieron la referencia que se hizo a “la ciudad abandonada” y valorar “el trabajo conjunto” con la Provincia después de mucho tiempo. “Algo que el resto del peronismo y los cordobeses lo sabe. No es que únicamente se ve desde la Municipalidad, lo observan todos los vecinos de Córdoba”, admitió una persona cercana al titular del Palacio 6 de Julio.
Con Schiaretti que a esa hora llevaba 48 horas de haber sido operado del quiste en el extremo superior del riñón izquierdo, y con Vigo asistiendo a su esposo en el postoperatorio, los referentes de ambos en el acto en Los Artesanos reconocieron que hubo una venia para el discurso de Calvo y de Llaryora. Tanto en el tono, como así también en la puesta.
“Después de tres mandatos al frente de la Provincia no se te pasan este tipo de cosas. Estás al tanto de todo”, reconoció un viguista a PERFIL CORDOBA. En tanto, desde otro sector del PJ capitalino, reconocieron también lo cuidados de los movimientos del vicegobernador en toda la semana y de car a lo que viene.
“Hay un grado importante de desconocimiento de la gente hacia Manuel, pero él sabe que no va a recuperar ese terreno en cuestión de días, en una semana. Sabe que es de a poco, por más que uno tenga los fierros para posicionarse”, reconoció un dirigente a este diario.
Capital como el centro de la campaña. Con el Frente de Todos todavía tratando de hacer pie en la Ciudad, y con más dudas que certezas acerca de quiénes acompañarán al senador Carlos Caserio en los distintos casilleros de la boleta, el schiarettismo decidió cerrar filas y evitar fisuras en la capital provincial.
Y eso quedó demostrado en la primera parte del año electoral que tendrá, todo hace presumir, al PJ enfrentado.
Bajo esa premisa, desde El Panal con el acto del jueves intentaron demostrar además que sí hay caras para la renovación más allá de Schiaretti. “Al kirchnerismo se le puede complicar en Córdoba para instalar caras de sub-45. Y a Cambiemos, a lo mejor también. De este lado, la idea es rodear a Vigo, contar con el respaldo de Schiaretti, y que la campaña tenga mucha presencia de la generación que va a suceder a esta camada”, afirmaron en el delasotismo.
De todas maneras, el peronismo que dialoga con el interior de la provincia también reconoció que hubo algunas molestias con la manera en la que se decidió comunicar la imagen de la sucesión. “Por ahí… a un (Juan Manuel, intendente de Río Cuarto) Llamosas no le cayó muy bien que se hable de la generación que viene y no esté él. Y a lo mejor no es el único”, manifestó una fuente.
Ese razonamiento tuvo respuesta en el día de ayer cuando Calvo desembarcó en el Imperio del Sur para una actividad conjunta con el intendente Llamosas con el gas natural en las empresas como argumento para dicho encuentro.
Por último, y acerca de lo sucedido en Los Artesanos, en el peronismo reconocen que hubo una intención permanente de que se mantuviera esa línea de los cuatro -Llaryora, Calvo, De la Sota y Jure- en primera línea. “A lo mejor, estaba previsto que sea así por parte de los asesores de Schiaretti. Y salió bien”, soltó de manera pícara una persona que conoce el minuto al minuto del cordobesismo.
