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CBI Parte II 

Elevan a juicio las maniobras de lavado de activos en la financiera 

Además de los socios se acusa a directivos de Toyota Compañía Financiera, Siemens y al intermediario de Osecac. Usaban cuentas para evadir el impuesto al cheque. 

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CBI. Desde la financiera circularon cheques de actividades de intermediación financiera ilegal. | CEDOC PERFIL

El fiscal federal Enrique Senestrari concluyó la investigación en el expediente desglosado de la causa CBI Cordubensis SA. Pidió al juez federal Miguel Hugo Vaca Narvaja que eleve a juicio a 14 personas, entre las cuales figuran varias que ya están siendo juzgadas por el Tribunal Oral Federal 2.

El lavado de activos es el delito que sobresale en el análisis de los hechos investigados aunque también se endilga a varios de los acusados evasión impositiva, asociación ilícita y estafas.

Se describen las maniobras realizadas desde y hacia CBI de Centro Motor Toyota, Toyota Compañía Financiera, el vínculo con Yacopini Inversora SA. en Mendoza (que vendía Toyota en esa ciudad), Siemens y la UTE Rivelux (que cobraban la recaudación del transporte público de la ciudad de Córdoba) y, por último, el rol del contador del Grupo Dinosaurio, Javier Antonio Guevara, en la inyección de cheques de la obra social Osecac, perteneciente al gremio de Comercio.

Red bus

“La forma más simple de graficar las maniobras de lavado de activos -señaló Senestrari en su escrito- es describir la operatoria de la UTE Cordubensis- Rivelux y su relación con Siemens Atos”. Parte del efectivo proveniente de la recaudación por la venta de cospeles y tarjetas del transporte de pasajeros era depositado en CBI en lugar de ir a una cuenta de la Municipalidad de Córdoba. La financiera lo utilizaba para comprar cheques y depositarlos.

“Es decir, que en una cuenta donde debía depositarse el dinero en efectivo recaudado de los vecinos de la ciudad de Córdoba al abonar el transporte público de pasajeros, se depositaron cheques adquiridos como producto de maniobras financieras”, concluyó.

Toyota

De igual manera debe analizarse la operatoria que se efectuó a través de Centro Motor SA y Yacopini Inversora SA. En estos casos, el efectivo proveniente de la recaudación por la venta de vehículos, repuestos y servicios de la marca Toyota en sus concesionarias, fue utilizado por CBI para realizar operaciones de descuento de cheques a través las cuentas bancarias de Toyota Compañía Financiera SA exentas del gravamen.

Cheques de Osecac

Según la acusación, Javier Fernando Guevara Amado -contador de Dinosaurio- adquirió cheques librados por la obra social del gremio de Comercio a prestadores a cambio de efectivo. Esos valores fueron usados como aporte de capital para el desarrollo de las actividades ilegales de CBI.

Para ocultar el verdadero origen, convino con Eduardo Rodrigo que fueran registradas a nombre de Prestar SA, una firma sin capacidad para justificar la magnitud del giro de dinero. La asociación ilícita puso en circulación, en el mercado bancario y financiero, una enorme cantidad de cheques que CBI había adquirido producto de las actividades de intermediación financiera.

Los acusados

Eduardo Daniel Rodrigo; Aldo Hugo Ramírez; Julio César Ahumada; Daniel Arnoldo Tissera; Oscar Américo Altamirano y Luis Carlos de los Santos (CBI); Darío Onofre Ramonda; Darío José Ramonda y Alejandro Miguel Yacopini (Toyota); Juan Luis Dabusti; Raúl Alberto Toscano y Carlos Fernando Abril (Siemens); Carlos Alberto Forconi (Forcom SRL) y Javier Fernando Guevara Amado (Grupo Dinosaurio).