Así como muchos se tienen que reconvertir en sus profesiones por el coronavirus, a los asesores de imagen la pandemia también nos ha obligado a cambiar nuestra rutina de trabajo.
Acostumbrados como estábamos a los gráficos de intenciones de votos y diagramas de barras, ahora nos tenemos que manejar con curvas de contagio que no quieren achatarse, como si fueran bifes venosos que se empeñan en no ser milanesas. Y empezamos a calcular qué porcentaje de nuestra clientela ya es Covid positiva y, por lo tanto, al menos durante 15 días estará más pendiente de cuánto tiene de fiebre que de cuánto mide en las encuestas.
Hasta el propio presidente Alberto Fernández conjeturó el viernes que la gente ya debe estar cansada de verlo, junto a Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof, haciendo anuncios quincenales sobre la prolongación del aislamiento.
Al principio, cuando había expectativas de que el chubasco pasara rápido, su palabra era esperada con cierto interés. Pero ahora es como ver un capítulo de ‘Casados con hijos’: ya sabemos de memoria lo que va a decir cada personaje.
Además, las filminas se han vuelto demasiado complejas y tienen tantos colores que se corre el riesgo de que algún odiador vea ahí una bandera LGBT y quiera romper la pantalla de la tele.
En Córdoba, la gran novedad es la reapertura de los gimnasios que se produciría el martes, con tantas exigencias protocolares que, más que entrar a un gym, la gente que asista va a pensar que está ingresando en la nave Crew Dragon de Elon Musk.
Los clientes serán provistos de un kit higienizante con el que deberán limpiar los elementos que vayan a utilizar y, si quieren, podrán también barrer, pasar el trapo de piso y refregar los vidrios con lavandina, todo como parte de la rutina de ejercicios.
En algunos negocios también les entregarían pañalines, para que no tengan que utilizar las instalaciones sanitarias. A pesar de haber padecido cinco meses sin poder trabajar, los dueños de los gimnasios se han dedicado durante este tiempo a entrenarse en disciplinas como Esperando el pinchazo caminar sobre la cuerda floja y practicar flexiones de rodillas ante los funcionarios, suplicando que les aprueben los protocolos que presentaban.
Con la reapertura de estos espacios, desde el COE se especula que disminuirá de manera notable la cantidad de runners en las calles de la ciudad, donde los que salen a correr para mantenerse en forma se mezclan con los que están huyendo de los acreedores y con los que intentan escapar de la ira del vecino al que denunciaron porque había organizado una reunión familiar.
La posibilidad de que una de las vacunas contra el Covid-19 sea producida en la Argentina, abrió una ventana de esperanza hacia el futuro, en medio de tanto desasosiego. Pero la grieta que parte en dos mitades la opinión pública también se ha enseñoreado con esa noticia. Mientras cierto sector del oficialismo propondría darle el nombre de ‘Teniente General Juan Domingo Perón’ al medicamento, desde la oposición se denunciaría que en cada dosis, además de los anticuerpos, podría llegar a inocularse un gualicho que llevaría a todos a enamorarse de Cristina Fernández, incluyendo a los jueces que tienen bajo su responsabilidad las causas que involucran a la vicepresidenta.
Y después de haber aprovechado la cuarentena para ajustar piezas sueltas en el frente gremial, el municipio cordobés movió fichas dentro del propio gabinete. “Las salidas de algunos funcionarios y la entrada de sus reemplazantes no están prohibidas por el COE”, se apresuraron a aclararme desde el Palacio 6 de Julio.
“Además, tanto a quienes renunciaron como a quienes asumieron se les hizo un triage y se les dio un baño sanitizante”, me comentaron. La persistencia de brotes y cordones sanitarios en distintos barrios de la ciudad ha obligado a que se extremen las medidas de precaución en la sede del gobierno comunal, en tanto que los debates entre concejales se han trasladado ahora a Twitter. ‘Like si están a favor y RT si lo hacen en contra’, podrían llegar a ser las alternativas de voto para los ediles del cuerpo que preside Daniel Passerini.