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CóRDOBA
CINCO AGENTES EN PASIVA

Faltante de droga secuestrada por la FPA puso bajo la lupa a la cadena de custodia

Una auditoría realizada en diciembre alertó la inexistencia de un sobre precintado, conteniendo 40 gramos de cocaína y ocho cogollos de marihuana.

FPA
DESAPARICIÓN. Un sobre precintado conteniendo cocaína y cogollos de marihuana secuestrados en Cruz del Eje no se encontró en el depósito judicial, donde debía estar custodiado. | Cedoc Perfil

En diciembre pasado, a partir de una auditoría realizada en la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA) se detectó el faltante de un ‘rue’ –sobre precintado– conteniendo 40 gramos de cocaína y ocho cogollos de marihuana. La droga había sido secuestrada en Cruz del Eje y aún no está claro si fue en un procedimiento realizado en la cárcel de esa ciudad o en otro operativo. La información fue confirmada a PERFIL CÓRDOBA por fuentes de la Fiscalía General, de la cual depende la fuerza de seguridad especial.

El control administrativo que se realiza con periodicidad había sido ordenado por el jefe de la FPA, Adrián Salcedo, actualmente de licencia. Apenas se advirtió la inexistencia del ‘rue’ en el depósito judicial –dependiente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ)– se instruyó a la fiscal del Fuero de Narcotráfico provincial, Milagros Rivas, para que investigue lo sucedido.

También se dio participación al Órgano de Control Disciplinario de las Fuerzas de Seguridad de la Provincia, que también actúa bajo jurisdicción de la Fiscalía General. ¿Se trató de un error administrativo o un delito? En el primer caso, la situación no pasaría a mayores, pero es lo menos probable en este caso.

Mientras se avanza en la investigación, se dispuso la situación pasiva en forma provisoria de cinco agentes de la FPA. Son los responsables de la cadena de custodia de los elementos secuestrados. Más allá del volumen y cantidad de droga que falta, el hecho en sí es considerado grave. Cada gramo de sustancias prohibidas, como de cualquier otro elemento que la FPA secuestra como armas, dinero o vehículos, debe permanecer bajo custodia hasta que se decida su destino.

En el caso de los estupefacientes, cuando el TSJ dispone su destrucción se realiza un doble control: se verifica si lo que se va quemar corresponde estrictamente a las cantidades secuestradas. No son decisiones que se toman sobre objetos a granel. A grandes rasgos, la cadena que establece el camino de los secuestros es el siguiente: comienza con un procedimiento en un punto específico, donde se obtiene la droga producto del ilícito y elementos que podrían estar vinculados a él.

Los estupefacientes son guardados en un sobre precintado (el rue) al cual se le adjudica un número. Los oficios refieren esos números con el detalle de cada secuestro. Cada delegación de la FPA en toda la provincia reúne esos paquetes y se traen a la ciudad de Córdoba para su disposición en el depósito judicial, que depende del TSJ.

En el caso que se expone en esta nota, está el oficio con el número de rue, pero éste no aparece. Por ese motivo, a priori, se descarta que se trate de un error administrativo como podría ser la omisión de un número. El faltante de droga no es un hecho que suceda a menudo. Hasta ahora, la FPA, integrada por efectivos con altísima formación y especialización en materia de narcotráfico, no estaba salpicada por sospechas.

El único escándalo que la alcanzó fue el de Villa María, donde la exjefa de la delegación de esa ciudad junto a su pareja y un tercer agente recibieron altísimas condenas por cultivar y vender marihuana. Jéssica Peña, Luciano Andrada y Cristian Gudiño permanecen en prisión cumpliendo condenas a 10, 11 y siete años de cárcel, respectivamente.