“Estamos trabajando para abrir la tranquera completa, el proceso es un poco lento a veces, hay que presentar el protocolo, el COE tiene que analizar, hay que llevar declaración jurada de que los empleados no usan el transporte público. Pero creo que en 15 días casi todas las industrias van a estar en condiciones de poder trabajar. El problema más grave, para nosotros es la economía. Con las mueblerías cerradas las fábricas de muebles no trabajan, con los locales de ropa igual. Entonces, como esos comercios que son clientes no abren, las industrias ni se acercan al COE a pedir la habilitación”. La explicación del movimiento en el entramado industrial de Córdoba la da el presidente de la Unión Industrial local, Marcelo Uribarren.
Ante la falta de datos oficiales certeros, la estimación que hacen desde la entidad es que el 60% de las industrias ya están en condiciones de comenzar a trabajar. El nivel al que trabajan es el drama que comienza a constatarse. “Están trabajando bien muy pocas, las alimenticias, algunas esenciales o las de insumos para el agro. No mucho más. El resto está trabajando al 20%, 30%. Lo que estamos viendo es que los comercios que pudieron abrir están colocando en el mercado el sobre stock que se les acumuló, pero no están generando nuevos pedidos”, remarcó.
Crédito. Uribarren reconoce que hoy, los escasos recursos públicos con que se cuentan deben ir a atender la urgencia sanitaria y alimenticia de los más golpeados. Y los salarios de millones que no facturan. Pero considera que a mediano plazo hay un problema serio a atender: la falta de crédito productivo. “Si no tenemos crédito productivo esto no se levanta. Nadie compra una cosechadora en efectivo. Hay que reestablecer esto. Estamos haciendo gestiones con el BICE para que reactiven esas líneas. Hoy están desbordados administrando el Fogar, pero algo hay que hacer. Sin crédito los bienes durables no se van a vender. Necesitamos el crédito productivo para movilizar la demanda interna y también las actividades de exportación. No sé si esta esa previsión, hay mucho miedo y mucha incertidumbre”, remarcó.
La construcción privada espera luz verde y muestra antecedente de la obra pública
Otro importante sector que espera una señal para salir del descongelamiento impuesto por la cuarentena para frenar al Coid-19 es la construcción privada de la ciudad de Córdoba y el Gran Córdoba. La Provincia comunicó que “se trabaja para liberar progresivamente actividades como la construcción”, pero no se difundieron fechas ni modalidades de trabajo.
La expectativa de los empresarios de la construcción se centra en sus pares de la obra pública. Además de presentar todos los protocolos y esquemas de trabajo previstos para evitar los contagios el principal argumento es que la obra pública está habilitada desde hace tiempo y que no se registró ningún caso de contagio en esos ámbitos.
“Ya presentamos toda la documentación necesaria y respaldatoria que incluye ítem por ítem como se realizarían nuestros trabajos y la cantidad de personal destinados a los mismos. Son protocolos muy similares a los de obra pública. La obra pública no está detenida y a la fecha no se han detectado casos dentro de las obras. Hasta el momento no tenemos ninguna información del COE. No ha sido mencionado el tema, no hay precisiones. Seguimos trabajando para lograr esa excepción. Es una verdadera lástima no abrir todavía la construcción privada en la ciudad o la zona roja ya que permitiría dar empleo a mucha gente, además de poner en marcha a los proveedores que hoy sufren una caída estrepitosa en sus ventas y tienen sus industrias semi paralizadas”, remarcó Luis Lumello, al frente de la delegación Córdoba de la Cámara de la Construcción.