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CóRDOBA
RAÚL GARZÓN, FISCAL

“La directiva es mantener abierta media calzada y el carril sanitario”

Tiene a su cargo las causas derivadas de protestas sociales y gremiales desde 2019. “Me critican por las demoras en el tránsito, pero jamás sucedió un exceso represivo”, señala.

Raúl Garzón
RAÚL GARZÓN. El fiscal que interviene ante posibles delitos derivados de protestas callejeras, señala que el objetivo no es impedir las manifestaciones sino que se concreten en el marco del respeto. | Fino Pizarro

El viernes 19, los puentes de acceso al microcentro de la ciudad de Córdoba amanecieron vallados. Durante la mañana, efectivos de la Policía de la Provincia marcaron una línea en el medio de las calzadas. Por un carril avanzaban manifestantes de organizaciones sociales y por la otra, lentamente, los autos y el transporte público.

Un día antes, las protestas habían cortado los principales ingresos al centro. No se había podido acceder, ni siquiera a paso de hombre. Responsables de la Policía de Córdoba reconocieron aquella jornada que se vieron superados por la cantidad de manifestantes.

Las postales que quedaron de aquellas dos jornadas muestran las diferencias cuando faltan diagramas preventivos.

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PERFIL CÓRDOBA consultó al fiscal Raúl Garzón sobre el tema. Desde mediados del conflictivo 2019 es el magistrado encargado de intervenir en todas las protestas sociales y gremiales que se vuelcan diariamente a las calles de la ciudad: “En forma ininterrumpida y personal, las 24 horas del día”, subraya. Al preguntarle sobre la proximidad del mes de diciembre, admite que es un período caliente. También aclara que el objetivo no es interferir en la protesta, sino garantizar por lo menos la circulación en una calzada.

—¿Cuál es la directiva ante cada manifestación?

—Mantener abierta media calzada y el carril sanitario, que tiene su trazado y se está trabajando con la Municipalidad de Córdoba para su correcta señalización. El diseño permite el acceso rápido a los principales hospitales de la ciudad, en especial al de Urgencias.

—Sin embargo, ante cada jornada de protesta surgen las críticas que señalan que la Justicia no hace nada.

—La Justicia, a la cual represento en este caso, siempre ha dado respuestas. Las críticas surgen por las dificultades en el tránsito. Siempre se procura que quede despejada media calzada, pero lo más importante es la integridad física de las personas. Después de dos años tengo la conciencia del deber cumplido. Me critican por las demoras en la circulación, sin embargo no por un exceso represivo o la pérdida de una vida. No sucedió jamás. Valoro la tarea policial y debo reconocer que sus movimientos fueron guiados por este fiscal.

—¿Hay un protocolo de actuación concreto?

—A mediados de este año se redactó uno con la jefa de la Policía de Córdoba. Orienta al personal sobre medidas progresivas frente a las multitudes, preservando en un equilibrio constitucional el derecho a la protesta y a la libre circulación. La idea central es realizar tareas preventivas y evitar el uso de la fuerza hasta agotar todas las instancias de diálogo.

—¿Hay negociación antes de cada manifestación, con gremios y organizaciones, para coordinar los operativos?

—Las protestas tienen diversos motivos. Las que hacen organizaciones sociales son mayoritarias en estos tiempos. Tuvimos épocas con grandes movilizaciones de gremios, como la UTA o el Suoem. Se logró neutralizar la violencia, las explosiones y agresividad de algunos sindicatos. Se abrieron causas judiciales y prontamente se efectuarán los juicios a integrantes del gremio municipal. Hoy predominan los reclamos de las organizaciones sociales, propias de la crisis económica que afecta con altos índices de pobreza. En casos donde las convocatorias fueron abruptas, espontáneas y rápidas, se torna más complejo el abordaje. Cuando hay conocimiento previo de las marchas y protestas se diseñan operativos. Otra directiva es que se convoque a efectivos policiales de alto rango y a los más capacitados. Que quede claro que el seguimiento de la información es para controlar, no para impedir la protesta.

—¿Se logra el objetivo?

—En la mayoría de los casos sí. En estos últimos años fueron centenares las protestas. Las que toman conocimiento público son las que movilizan a cientos o miles de personas. Es un momento en que las multitudes también deben ser abordadas con cuidado, no con temor.

—¿Se prepara para un diciembre conflictivo?

—Diciembre siempre fue el mes de mayor ebullición social. Entiendo y confío en el manejo de cada situación por parte de las autoridades de Desarrollo Social y en esquemas preventivos de la Policía de Córdoba para que transite en paz y en orden