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CóRDOBA
RAFAEL CALVIÑO

"La intención fotográfica se puede lograr con cualquier instrumento"

El sociólogo y fotógrafo argentino pasó por nuestra ciudad para dejar inaugurada una exhibición en el Museo Palacio Dionisi, donde expone dos series de sus trabajos: ‘La Calle’ y ‘Escritores Argentinos’. Autodidacta, trabajó –primero como reportero gráfico y luego como editor– para distintos medios y agencias de noticias del país y se fogueó al calor de las décadas de 1970 y 1980. En 1989 recibió el Premio Rey de España a la mejor foto periodística. Actualmente forma parte del colectivo Socompa, Periodismo de Frontera.

Rafael Calviño
RAFAEL CALVIÑO. “Tiene que haber un apoyo más activo para mantener la fotografía porque es parte de nuestra modernidad”. | Fino Pizarro

Rafael Calviño se inició en el fotoperiodismo porque le gustaba la fotografía; luego la profesión lo atrapó y se convirtió en uno de los mejores reporteros gráficos de su época, de los que pateaban la calle fotografiando la actualidad.

Pasó por agencias como Sigla y Noticias Argentinas, trabajó para Página 12 y revista Página 30. En los 90 fue editor fotográfico de Revista Viva y trabajó en la Revista 23, fundada por Jorge Lanata, hasta 2001, cuando lo echaron.

Consiguió trabajo como fotógrafo (“raso”, dirá él) en La Nación, lo que significó su vuelta a la calle y al contacto con la realidad.

En diálogo con PERFIL CÓRDOBA, Calviño habló sobre el fotoperiodismo hoy y recordó cómo fue el día en que tomó aquella icónica foto que le valió el Premio Rey de España.

—Tu serie ‘La calle’ contempla fotografías tomadas entre 2001 y 2004, un período complicado de nuestro país.
—Sí. Empecé en agosto de 2001, en diciembre vino la crisis y yo me preguntaba qué estaba haciendo tomando esas fotografías, cuando había muertos en la calle, represión. De hecho, hay fotos de ese día, del 20 de diciembre, en esta serie. Ese día pasé por la plaza pero antes bajé a hacer un trámite en una estación de subte, la Estación Uruguay. Después fui caminando a la plaza y me encontré con la represión a las Madres. Yo estaba con la camarita chica y saqué algunas fotos. Pero realmente entré un poco en crisis. Todos los fotógrafos, que tenían 15 o 20 años menos que yo, se movilizaron mucho. Yo les decía: tengan cuidado porque esto está muy mal. 

—Porque vos venías de trabajar en la calle en una época mucho más dura.
—Claro, yo había conocido la época de la dictadura, el comienzo de los 80. Y creo que en ‘La calle’, esta serie de la que hablamos, traté de transmitir una sensación mía de cierto desasosiego, que ahora me parece pequeña al lado de una crisis más general que vivimos. En ese momento uno podía pensar que había una posibilidad de futuro.

—¿Y ahora?
—Es raro lo que está ocurriendo. Es más complicado, no desde el punto de vista económico, yo creo que en eso hay un error: en aquel momento hubo una salida institucional de un momento grave en el que todo el mundo pedía ‘que se vayan todos’. Pasaron cinco presidentes pero de pronto hubo elecciones, ganó uno y todo volvió a cierta normalidad de a poco. Ahora la deuda externa que tenemos es irremontable. Es decir, se va a poder pagar pero extrayendo todo el petróleo y el gas, y a costa de no redistribuir nada, que es el plan general que me parece que tienen muchos. Y además veo mucho odio. La verdad es que estoy en un momento pesimista, aunque no lo traslado fotográficamente.

—¿Qué estás haciendo hoy?
—Contraviniendo la cosa clásica de sacar fotos blanco y negro con negativos, hace varios años que saco muchas fotos con el celular. Me gusta. Con todo lo bueno y lo malo que tiene. Es mucho más efímero pero la fotografía sigue siendo fotografía, porque aunque sea digital o con el teléfono, si hay una intención fotográfica, de cierta sensibilidad y motivación estética, es una foto. Y eso se puede lograr con cualquier instrumento.

—¿Cómo ves el fotoperiodismo hoy en Argentina?
—Tiene un rango muy alto a nivel mundial. De hecho, el Pulitzer lo ha ganado ahora Rodrigo Abd, que es un fotógrafo argentino. Es un gran fotógrafo, joven y muy talentoso. Creo que las agencias de noticias tal vez sean el reducto donde los buenos fotógrafos puedan mantenerse porque los medios, aunque sean digitales, tienen un uso de la fotografía mucho más secundario. Ya con cualquier cosa te arreglás, digamos. Pero sigue habiendo muy buenos fotógrafos.

—¿Y ves que haya apoyos o incentivos?
—Creo que se necesitan apoyos institucionales. Me parece necesaria una vuelta a fines del siglo 19 y comienzos del siglo 20, cuando instituciones como el ferrocarril u Obras Sanitarias tenían su fotógrafo. Eso es bueno porque, aunque siempre me gustó la actualidad. Venía de ser fotógrafo de revista y entré a trabajar en la Agencia NA (Noticias Argentinas). Me mandaron a hacer la salida del carapintada Aldo Rico, que salía en libertad. Y como estaba muy lejos, tomé la decisión de seguirlo en auto para sacar la foto incluso desde adentro del auto. Lo empezamos a seguir y sus colaboradores nos cruzaban los autos y nos molestaban para que no lo siguiéramos. En un momento, su auto bajó por el Camino del Buen Ayre, una especie de autopista, y en una de las bajadas uno de ellos nos cruzó el auto. Y ese milico nos apuntó. Yo iba en el asiento de atrás, justamente para poder cambiarme de ventanilla y sacar fotos de un lado o del otro. A esa foto la saqué a través del parabrisas por eso se ve una parte del volante del auto.

—¿Tuviste miedo?
—No, porque en ese momento era mucha la adrenalina. No pasó nada por suerte. Pero además, como era una fotografía de película no sabía lo que tenía hasta que llegué a la agencia y la revelé. Por supuesto que estaba exaltado pero no llegué a tener miedo. Miedo daba esa época en la que vivíamos, una democracia vigilada que tuvimos con todos esos levantamientos. Y en este panorama medio negro que yo pinto ahora no son los militares sino que son otra serie de poderes económicos y parte de la Justicia lo que asusta hoy.

Premio Rey de España

PREMIO REY DE ESPAÑA A MEJOR FOTO PERIODÍSTICA. Fotografía tomada el 30 de diciembre de 1987, el día en que le dieron arresto domiciliario al militar carapintada Aldo Rico.