De a poco, Martín Llaryora empezó a recuperar perfil y terreno tras los comicios del 12 de mayo. A meses de asumir como intendente de la capital cordobesa, el actual diputado nacional se metió en la campaña nacional, reactivó las recorridas por los barrios de la ciudad y en simultáneo continúa barajando nombres para integrar el gabinete con el que asumirá el próximo 10 de diciembre en el Palacio 6 de Julio.
Aquellos que conocen el minuto a minuto del PJ capitalino admiten que los contactos para comenzar la transición comenzaron hace algunas semanas. Y que existen cuestiones como el transporte, los ingresos a planta y la deuda municipal que ocupan un lugar central entre las preocupaciones del entorno de Llaryora.
Un gabinete de jerarquía. Incluso desde antes de las elecciones de mayo, en plena campaña, en el equipo de Hacemos por Córdoba se comenzó a hablar de “un gabinete de notables”. La recuperación de la ciudad por parte del peronismo, como así también la llegada al gobierno municipal de un dirigente que no es oriundo de la ciudad, empezaron a resultar factores determinantes para que el llaryorismo pensara en un equipo que pueda demostrar gestión desde el minuto uno.
Por ello, en las últimas semanas empezaron a sonar los nombres -algunos con más fuerza que otros- para integrar el gabinete con el que Llaryora asuma el Ejecutivo municipal de la capital.
Entre aquellos que están más cerca de calzarse el traje de funcionario está Guillermo Acosta, un economista con gestión que asoma como el futuro Secretario de Finanzas del Municipio. Con pasado en el Ministerio de Industria, Comercio y Minería cuando Llaryora estuvo al frente de esa cartera provincial, actualmente Acosta se desempeña en el Ministerio de Producción de la Nación que conduce Dante Sica.
La llegada al sector empresarial pyme, como así también la gestión y el conocimiento del propio Llaryora lo ubican casi con seguridad en el gabinete municipal a partir de diciembre.
Otro que tejió una buena relación con el intendente electo en el último tiempo como compañero de bancada en el Congreso es Juan Brügge, diputado nacional cuyo mandato finaliza este año y no asoma en las listas para renovar mandato. El referente de la Democracia Cristiana tiene chances de arribar como asesor letrado del Municipio con la gestión llaryorista.
El cargo de la Secretaría de Gobierno, uno de los de mayor influencia en la administración capitalina, aún no vislumbra un candidato firme para el cargo. Están aquellos que señalan a Miguel Siciliano para ese despacho, aunque al mismo tiempo le surgieron algunos detractores al líder de Pensando Córdoba, ese casillero no está definido.
Transporte es una de las áreas que concluye con más conflictos para la gestión del actual intendente Ramón Mestre, en medio del recorte de subsidios nacionales y la transferencia de éstos a las administraciones provinciales. La posibilidad de un nuevo incremento en el boleto urbano existe a los fines de poder cumplir con la paritaria, y en caso de que la discusión se zanje en el Concejo en las próximas semanas, el PJ acompañaría.
Para esta cartera se lo mencionó al actual titular de la Secretaría de Transporte de la Provincia, Gabriel Bermúdez, aunque la posibilidad más cercana hoy es que el funcionario designe a alguien de su entorno con la venia de Llaryora. De todas maneras, el actual funcionario provincial está en carrera por el cargo.
Buena parte de los votos que el gobernador Juan Schiaretti consiguió en la capital cordobesa, y que resultaron importantes para su reelección, llegaron de la mano de obras como el cierre de la avenida Circunvalación y los espacios verdes que la Provincia transformó en parques, como el caso del Chateau.
Detrás de esa obra estuvo la mano del secretario de Arquitectura de la Provincia, Daniel Rey, quien también tiene destino asegurado en el gabinete municipal a partir de diciembre.
Salud, Educación y descentralización. Hace unas semanas trascendió que tanto los hospitales como las escuelas municipales podrían pasar a manos de la Provincia. A cinco meses de la asunción de Llaryora, los centros de salud tienen más chances que los establecimientos educativos.
Tanto Salud como Desarrollo Social son áreas que estarán bajo el ala del viceintendente electo Daniel Passerini.
En tanto, en Educación el nombre más fuerte es el de Horacio Ferreyra, y al igual que en el caso de Acosta, es otro de la lista de primordiales de Llaryora. Actual subsecretario de Promoción e Igualdad en Educación de la Provincia tiene una dilatada formación en diversas casas de altos estudios en toda Latinoamérica, es oriundo del este provincial y llegó a las nuevas generaciones a partir de su exposición en charlas TEDx.
En cuanto a las descentralización, la apuesta de Llaryora es dividir la ciudad en cuatro con la misma cantidad de CPC que funcionen como alcaldías y contengan incluso a otros CPC. Esa apuesta tendrá a cargo a Guillermo Marianacci, exintegrante de los gabinetes de Luis Juez y Rubén Martí.
La victoria municipal de Juez en 2003 lo dejó a Marianacci en aquel momento como concejal electo pero no asumió en el legislativo municipal porque ocupó diversos cargos en el Ejecutivo. Ahora podría volver al Palacio 6 de Julio de la mano de Llaryora en el esquema de gobierno amplio que planea el sanfrancisqueño.
Por último, para la secretaría de Cultura –actualmente en manos de Francisco Marchiaro– un grupo de referentes comandados por Adolfo Sequeira y Federico Racca están diseñando un plan de gestión para esa área, aún sin un referente firme para el puesto.
