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CóRDOBA
EL HUMOR AL PODER

Más operadores que operarios

30-4-2022-ideas-perfil-cordoba
. | Cedoc Perfil

No fue el frío sino la invitación de la fábrica Nissan lo que hizo que Juan Schiaretti y Alberto Fernández se amucharan ayer en Córdoba, después de un largo tiempo en que el gobernador acusara al Presidente de hacer trampa en el juego del Estanciero y, en consecuencia, se dedicara al solitario. En realidad, ninguno de los dos quería perderse el anuncio de la generación de 500 nuevos puestos de trabajo, suceso tan inaudito como la alineación de planetas, las lágrimas derramadas por alguna imagen religiosa o que Belgrano tenga serias chances de sumar una copa a su vitrina.


Al leer las noticias que se publicaban en los portales, en la planta de la firma japonesa en Santa Isabel se armó una cola de operadores políticos que pretendían llenar las fichas de ingreso, hasta que salió alguien a aclararles que la convocatoria era para “operarios”, lo que desató una desilusión generalizada. Ya había ocurrido hace un tiempo cuando se llamó a concurso para un cargo de cirujano, donde se presentaron lobistas que aducían: “Nadie sabe operar mejor que nosotros”. Tras la actividad en Nissan, Fernández tenía previsto trasladarse a Bajo Grande, donde se especulaba que la fetidez de los líquidos cloacales no iba a hacer mella en el olfato presidencial, acostumbrado al mal olor que emana de la interna del Frente de Todos.


Después de que, en reiteradas ocasiones, Javier Milei repitiera que la gestión de Mauricio Macri tomó medidas “socialistas” y que situara al exmandatario casi a la par de regímenes como el del Khmer Rojo en Camboya, era lógico que desde Juntos por el Cambio se cerrara cualquier posibilidad de alianza con La Libertad Avanza. Pero algunos dirigentes señalaron que es apresurado resolver algo así cuando “falta mucho” para los comicios, en tanto Luis Juez argumentó que “no nos sobra nada”, para justificar un hipotético acuerdo con los libertarios. “No sé si vamos a ganar las elecciones, pero con Milei y Juez seguro que hacemos pico de rating”, se esperanzó un asesor de imagen, que siempre está atento a las ofertas de globos amarillos en los cotillones.


En ese tironeo de posiciones, la noticia de que Gerardo Morales habría sellado un pacto con Sergio Massa por la designación de los miembros del Consejo de la Magistratura, causó más estruendo que el meteorito de Leo DiCaprio. El titular del radicalismo nacional salió rápidamente a desmentir la información y desde su sector sugirieron que se trataba de una jugada mediática de Mauricio Macri, a quien se le adjudica desde azuzar las críticas contra Riquelme en Boca hasta promover que Suecia y Finlandia se sumen a la OTAN. La que no lo culpabilizó a Macri sino a Horacio Rodríguez Larreta fue Patricia Bullrich, a quien sólo le faltó decir que el jefe de Gobierno porteño vetaba a Milei porque le envidiaba la porra.


Mientras tanto, el peronismo cordobés se lanzó de lleno a la celebración del Día del Trabajador, una especie en extinción por la que al menos Greenpeace debería empezar a preocuparse. Ayer, al acto de la CGT frente a Patio Olmos se sumaron una marcha piquetera y los cortes por obras, para generar un caos de tránsito que sería la envidia de los habitantes del otrora DF mexicano. Según empresarios del sector, hubo una altísima demanda de monopatines, único medio apto para circular entre semejantes embotellamientos, aunque también hubo algunos que apelaron a los zancos, a los monociclos y al salto con garrocha, en tanto desde el sindicato de los equilibristas circenses tendían sogas entre los edificios para avanzar caminando en el vacío.


Por su parte, el PJ cordobés convoca para celebrar este domingo en Forja, donde el intendente Martín Llaryora refrendará su chapa de candidato a la gobernación para el año que viene, una oportunidad con la que viene soñando desde que José Manuel de la Sota nos invitaba a saltar el charco. El entorno del alcalde procurará que la ocasión no se vea empañada por alguna pregunta sobre las reformas en la zona del Mercado Sud, que han irritado a arquitectos y puesteros, además de alarmar a palomas y ratones que habitan el sector. “Ni con la caída del muro de Berlín se armó tanto escándalo”, aducen los colaboradores de Llaryora.