El arranque del llaryorismo en el Concejo Deliberante había transcurrido sin sobresaltos. Las extraordinarias habían contado con el respaldo de un buen sector del arco opositor y la previa al tratamiento en segunda lectura del traspaso del control del servicio del agua de la órbita de la Provincia al Municipio hacía prever que todo iba a ser con normalidad.
Sin embargo, se produjo el estreno de la primera oposición que tiene el peronismo de Córdoba. Con claro dominio PJ en la provincia y una Legislatura que no tuvo extraordinarias; el debut de la primera oposición a la supremacía peronista se produjo en el Concejo con el juego en tándem de Juan Pablo Quinteros, Juan Negri y Rodrigo de Loredo. Los dos radicales y el edil que llegó por Encuentro Vecinal, fue piedra basal del Frente Cívico y tiene en sus genes el peronismo, le dieron el primer revés al llaryorismo en el Concejo Deliberante: el traspaso del agua no se pudo aprobar en segunda lectura y pasó a comisión.
La coyuntura de una coalición. “Teníamos que ponernos firmes y dar una señal, sino después nos iba a costar mucho más pararnos como oposición. Aparte, lo que planteábamos como la revisión del contrato con Aguas Cordobesas, la creación de un ente municipal para controlar la prestación y el cobro por consumo no por superficie de la propiedad, lo podían hacer”, asegura Juan Negri, el jefe del bloque de Córdoba Cambia.
Con un oficialismo que necesitaba sumar cuatro votos opositores, Negri tenía el peso de contener a su bloque sin fisuras para la votación. Quinteros ocupa banca unipersonal y De Loredo se fue de la bancada UCR antes de asumir para armar un bloque con Esteban Bría, donde todo lo decide el exlegislador provincial.
Negri tiene en su bloque la pata macrista con dos ediles que responden a la diputada nacional Soher El Sukaría y dos bancas juecistas que, aunque respetan el rol del radical, también tienen su referencia fuera del Concejo con Luis Juez.
En ambas sesiones Quinteros tuvo un alto protagonismo por el conocimiento en servicios públicos y en particular del contrato de Aguas Cordobesas. De hecho, en el oficialismo reconocen esta cualidad del ex integrante del juecismo. Un peronista que no ocupa banca en el Concejo actual reconoció que no hay en el oficialismo un integrante de la banca que tenga el conocimiento de los servicios públicos que tienen en la oposición.
“El 90% de las cuestiones que se discuten en el Concejo son servicios públicos”, dice Quinteros a PERFIL CORDOBA. Y sobre el vínculo con los radicales del tridente afirma que con De Loredo tiene “una buena relación por conocerlo de la Legislatura”. “Con Rodrigo me pasa algo parecido a lo que me pasó con Aurelio (García Elorrio): juego de memoria”, afirma Quinteros.
“Vemos que no hay mucha autonomía del Municipio en el arranque de la gestión. Todos son convenios con la Provincia y el resto ordenamientos administrativos”, afirma por su parte Negri.
En el arco opositor en el Concejo el objetivo que prima es que la oposición no se licue rápidamente como ocurrió con el primer año de la segunda gestión de Ramón Mestre, donde Tomás Méndez se desdibujó y priorizó su carrera como periodista, se le fue rompiendo el bloque, y lo mismo pasó con el olguismo en 2017. Se fraccionó tanto la oposición que los roces más fuertes fueron en el seno del radicalismo y el PRO.
La observación que hacen en el tridente también es la intención del oficialismo de meterse en la interna de la oposición. “Ellos vienen y dicen que el opositor sigue siendo (Ramón) Mestre, pero lo cierto es que el mestrismo está más postergado. Entonces, apuntan a lo que dejó la gestión anterior y quieren ensuciar desde ahí. Pero ojo que el oficialismo tiene un bloque con tres tribus distintas en su origen: hay llaryorismo, delasotismo y viguismo”, razonan los opositores.
Planes distintos. En el PJ creen que los radicales Negri y De Loredo en algún momento se van a empezar a diferenciar cuando ambos peleen por lo mismo dentro de un mismo espacio. “Por ahora es la armada brancaleone para derrotar a (Ramón) Mestre, ¿pero después? ¿Cuándo los dos quieran lo mismo?” interpeló un peronista.
Negri sostiene que hay una intención de conformar un interbloque y nombrarlo Juntos por el Cambio e incluir ahí a De Loredo. Quinteros no entra ahí y no está en su deseo volver a un espacio del que se fue hace casi un año.
Los radicales avanzan en ese armado y tienen en agenda un encuentro provincial en febrero, reunión de la que ya fue puesto al tanto Horacio Rodríguez Larreta, el jefe de Gobierno porteño y nuevo referente para el negrismo. El concejal tuvo una reunión el martes con el referente del PRO en Buenos Aires; mismo martes en el que el tridente había amagado con una conferencia de prensa si el oficialismo les disparaba con munición gruesa.
Quinteros mira de afuera ese armado y prefiere sostener su autonomía. “Desde una oposición constructiva y para ser una alternativa superadora en 2023”, pero sosteniendo el rechazo a un espacio que él sostiene, ya no existe.