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EL GOBIERNO DE MILEI

Nuevo rumbo económico: las reformas que se vienen y qué espera el mercado

En la previa al inicio del mandato de Javier Milei trascendieron versiones sobre lo que serían sus primeras medidas. Entre un documento de la consultora Bull Market y un punteo de las acciones iniciales se va perfilando la hoja de ruta de las reformas. Fuerte salto devaluatorio del tipo de cambio oficial, freno de mano a la emisión del Central, rígido control del gasto, congelamiento de partidas, reducción de fondos a provincias, esquema progresivo de quita de subsidios, entre otros puntos. El mercado advierte que sin reservas será muy peligroso quitar el cepo y descree de la dolarización.

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CONGELAMIENTO DE PARTIDAS. Una de las medidas para contener el gasto público implicaría mantener sin actualización salarios y envíos a las provincias. | Cedoc

Javier Milei sabe que no tiene tiempo. Y decodifica el estruendoso apoyo popular que consiguió el 19 de noviembre en su favor. Es la primera vez en la historia que un amateur de la política llega al máximo cargo posible en el Estado. Y si a esa rareza se agrega que ganó diciendo que hay que ajustar, recortar beneficios y retirar al Estado de cientos de lugares la condición de un escenario inédito se potencia.

En los últimos días trascendió información, versiones y análisis que, de ser ciertas, confirmarían buena parte del diagnóstico y propuesta con que Milei se movió en las elecciones. Aunque el plan económico tiene urgencias y medidas de cortísimo plazo que se conocerían desde hoy mismo y en el transcurso de la semana.

“Ya están los primeros DNU listos”, dicen en el entorno del libertario. Y se trataría de definiciones en el plano económico para aceitar el famoso paquete de reformas “ómnibus” que puede tener muy difícil recepción en el Congreso.

“Hay que tener en cuenta que Milei tiene convicción, pero tampoco tiene la madera de un político de oficio como para gobernar por decreto. A ver…no es Menem, no me parece que se banque gobernar así y con los fuertes cuestionamientos que le van a plantear. Sería deseable que tenga algo de apoyo y acompañamiento en el Congreso”, marcó un empresario local.

Herencia mortal. El término comienza a pesar entre los libertarios duros que ven lo que dejó la gestión de Alberto Fernández y Sergio Massa. Ya no se está hablando de “la pesada herencia”, sino de un resabio que pondrá en jaque toda la gestión de Milei. “Vamos a contar todo, el nivel real de reversas, las deudas con importadores, los gastos acumulados, el desastre que hicieron con las Leliqs”, detalla un asesor del próximo presidente. Los primeros meses no serán fáciles: las reservas reales del Banco Central son –US$10.500 millones; hay una deuda comercial de corto plazo de US$25.000 millones; el déficit fiscal es el 5% del PBI, el cuasi fiscal (las Leliqs) un 9%, inflación anualizada superando los 200%, tarifas atrasadas un 30%.

Ese estado de situación activa el plan que se conocerá ahora:

Devaluación, ajuste de gastos y salarios, liberación de precios Por lo que trascendió en un documento con un punteo de medidas y que siguió a un trabajo de la consultora Bull Market (la del hoy ninguneado Ramiro Marra) los ejes de lo que se viene se anclan en:

-Una devaluación del tipo de cambio cercana al 80% para llevar el tipo de cambio oficial de $365 a $650 (+Impuesto País del 30%) orillando los $800. “Si lo llevan a $650 se quedan cortos. Es decir, es un salto importante, es cierto, pero el mercado ve otra cosa, más cerca de los $900, $1000. Si vas a hacer el esfuerzo conviene hacerlo ahí. Es un salto grande, pero partís de un tipo de cambio que no existe”, plantea el analista y asesor de inversiones Lucas Croce. Su mirada “matchea” con el documento de Marra que anticipa un segundo salto devaluatorio, complementario para febrero.

-Prohibición para el Banco Central de emitir y congelamiento de presupuestos y partidas. Un punto que va en línea directo no sólo con lo que dijo Milei en campaña, sino con lo que negoció con la administración Fernández. El congelamiento de partidas y presupuestos tendrá impacto directo en gastos corrientes del sector público (salarios y jubilaciones tendrán un recorte feroz) por efecto de la licuación que puede imprimir la inflación. Ese efecto se acelerará en el primer semestre de 2024, según estimaciones del mercado. La consultora Econviews le puso números a lo que viene:

La inflación de enero superaría el 20%, con una acumulada interanual de 235%. El dato de la inflación comenzaría a retroceder para llegar a julio a una cifra del 8%, pero para ese punto la anualizada estaría en 323%. Un auténtico desastre para el poder adquisitivo de todos los que no podrán acompañar esa dinámica.

-Liberación de precios y quita de subsidios. La primera parte ya empezó. Tras subas del 15% de sus competidoras la estatal YPF subió 29% sus precios en un solo día. En Córdoba la nafta súper pasó de $375 a $463. La quita de subsidios será más complicada de vender luego del discurso repetido de que “el ajuste lo paga la casta, no la gente”.

-Fin de la obra pública financiada por el gobierno. Algo que tendrá mucho impacto en provincias naciondependientes y en miles de municipios.

Ese paquete –que tiene que complementarse con otras medidas tributarias- genera expectativas, pero también escepticismo.

“Básicamente es congelar salarios, liberar precios y devaluar. Esto terminó mal toda vez que se hizo. La experiencia más relevante fue el Rodrigazo”, planteó el economista de la UBA Julián Rojo.

Cepo rígido, divisas en stand by, dolarización con menos terreno. La influencia del expresidente Macri, colocando funcionarios de su confianza en lugares relevantes (Caputo Economía, Bausili en BCRA) y las negociaciones con Schiaretti (negadas por su entorno) terminaron de cambiar el perfil inicial que se tenía para el gobierno de Milei. “Hubo un baño de pragmatismo muy interesante. Tomá sólo el caso de Osvaldo Giordano. Eso es muy importante, conoce el sistema, conoce las reformas que se tienen que ir haciendo, sabe la importancia de una caja que implica un cuarto de los gastos del Estado”, apuntan los analistas.

Pero el mercado quiere que, en breve, se despejen las X más importantes y que lleguen señales concretas: cómo se quita el cepo; cómo se desarman las Leliqs; qué apoyo firme hay del exterior al Plan Caputo/Milei.

“Hay cosas que todavía no están muy explicitadas. No se está hablando de quitar el cepo. En todo caso trascienden algunas medidas para cortar con las regulaciones actuales. Hay que analizar bien cómo sigue, si va a haber un Banco Central interviniendo para llevar el dólar hacia algún lugar se pueden levantar muchas medidas que eran provisorias”, plantea Gustavo Guelbert, asesor de inversiones.

-¿Qué puede pasar con la brecha y en consecuencia con el paralelo?
-La respuesta es qué hacen con el cepo. Si vos devalúas y en un extremo no haces nada con el cepo la brecha no va a caer, al contrario. El experimento más reciente fue la devaluación de Massa, todo a precio y a brecha en 5 minutos. Tienen que vender un paquete razonable de medidas. No están dadas las condiciones para levantar el cepo, hoy lo que queda es devaluar y dar una batería creíble de medidas para indicar que vas a levantar el cepo.

El jueves por la tarde, últimas horas hábiles antes de la asunción, mostraban a los dólares bursátiles entre $996 y $1006.

-El mercado quiere creer.
-El mercado quiere creer. Pero a $1000. Algo delo que no se habla, por ejemplo en el documento de Bull Market, es que las negociaciones con los fondos en EEUU no han ido bien. Se dice que habrían conseguido US$23 mil millones. Lo que están diciendo es que no les fue bien en la gira. En la época de Macri el mercado pagó para ver, ahora no está dispuesto. Lo que les han dicho es queremos ver para pagar. A Macri le pagaron un año y medio para ver, al mismo funcionario. Ahora no van a poner antes de ver las medidas. Toda la movida de los bancos hacia los Pases saliendo de las Leliqs en realidad también está diciendo que la reunión con Caputo fue cordial pero siguen desconfiando y temiendo una corrida de pesos de particulares si no se hacen bien las cosas. Por eso tiene que ser todo muy quirúrgico lo que hagan, van a tener que ir corriendo el alambrado permanentemente a los bancos.

Sobre el problema Leliq Croce amplía: “El recorte grande es el cuasi fiscal, las Leliqs. Puede funcionar si ahí viene un desarme ordenado, no confiscatorio, que no viole contratos, consensuado con los bancos y se consigue pasar eso a la curva soberana y en vez de deber pesos se vaya a una curva en dólares alargando plazos sustancialmente. Acá el tema es que el ajuste y el desarme de las Leliqs no lo termine pagando el plazofijista, que no se transforme en un Plan Bonex. O que no se claven las pymes que tienen su capital de trabajo colocado en fondos comunes de inversión”. 

En este punto, dónde reducir déficit y desarmar el entramado cuasi fiscal es prioridad, la insistencia por abrazar un nuevo signo monetario suena, al menos, innecesario.

Guelbert apunta: “Hoy hay que concentrarse en la reducción del déficit. La inflación y el precio del dólar son el síntoma de la enfermedad que es el déficit fiscal. Yo no veo muchas chances de un nuevo régimen monetario. Creo que no es posible y no es deseable. El problema de base que tenemos, y que no tiene la región, es el déficit fiscal. En un marco donde no resolves el déficit fiscal el régimen monetario que elegís es una derivada”.

“El clave el discurso de Milei el domingo y las primeras medidas para el lunes. Milei arranca con algo muy importante, que es las expectativas positivas que genera un gobierno nuevo. Pero es clave el rumbo y que explicite bien la herencia. Entramos en una etapa donde la política empieza a jugar en todo sentido. El valor inicial del dólar va a depender de las primeras señales. No hay muchas chances de meter un gol de media cancha, pero algo puede hacer. Hoy puede mostrar medidas de rumbo y anclar expectativas”, cierra Croce.