El ministro de Finanzas de la Provincia, Osvaldo Giordano, participó del ciclo Zoom de Coyuntura organizado por la revista Punto a Punto, al que se sumaron unos 80 empresarios y ejecutivos de Córdoba. En ese espacio, el funcionario se explayó sobre una de las variables crónicas que muestra el país y que, a su criterio, está condicionando el acuerdo con los bonistas. En su presentación ‘Lo que la negociación con los bonistas delata de nuestro sector público’, el ministro remarcó que en los últimos 60 años, la única política de Estado que se sostuvo es la del déficit fiscal. Los recurrentes déficit fiscales terminan deteriorando el resto de las variables de la macro y limitando la capacidad del país de gestionar sus recursos y de cumplir con sus compromisos. Esa es, para Giordano, una de las explicaciones para entender porqué no hay acuerdo aún resuelto con los bonistas. “Desde 1961 el Estado sistemáticamente ha gastado más de lo que ha generado. Eso nos lleva a incumplimientos y a las altas tasas de interés que vemos para endeudarnos o en el caso de la negociación de la deuda a las altas tasas de salida de los bonos”, señaló.
Remarcó, además, que el Estado gasta mal, de manera poco criteriosa y estratégica. “ Por eso el tema de la deuda es un tema secundario. El principal desafío no es reprogramar la deuda, sino ordenar el sector público. Si no resolvemos esto vamos a seguir cayendo en estos problemas o en algunos más graves. Hoy estamos subestimando este tema y su complejidad”, apuntó.
Jubilaciones. Tras ese análisis conceptual, Giordano repasó algunos ejemplos que se están encarando para ordenar y modernizar la gestión pública, fundamentalmente apuntando a la mejora en la eficiencia tributaria, y luego se detuvo en la necesidad de reordenar el sistema previsional: “Los sistemas previsionales empezaron a principios del siglo pasado y a veces nos olvidamos que la expectativa de vida era de 47 años para los hombres y 49 para las mujeres y hoy es de 74 y 80 años. En 1900, muy poca gente se jubilaba, era un seguro de baja probabilidad de uso. Las expectativas de vida crecieron más de 30 años y la mujer que no trabajaba y para la que se creó la pensión, hoy trabaja. A pesar de todos esos cambios, le legislación previsional no se toca. Si no actualizamos esto es suicida, es ir contra la realidad. Parece que es algo de lo que no se puede hablar, a pesar de que sabemos que la demografía nos marca que este tema se va a profundizar en el futuro”, planteó.
Así, subrayó que la falta de actualización de las reglas a una nueva realidad está generando muchas distorsiones, como el caso de una contribuyente que se jubiló como subgerente en la provincia y recibe pensión de su esposo que era juez. A modo de ejemplo detalló que esa persona cobra hoy por los dos ingresos $395 mil mensuales.
“En la reforma que hicimos no le sacamos ninguno de esos ingresos, pero sí un 20% de la pensión para la sostenibilidad del sistema. Córdoba ha hecho varias reformas, la última hace pocas semanas, estamos por instrumentarla y estamos teniendo algunos cuestionamientos judiciales. El avance que hizo Córdoba no resuelve el 100% del tema, en el sentido de que se va a seguir necesitando asistencia del Tesoro provincial, aun suponiendo que Anses continúe con las transferencias nacionales, disminuye la presión, pero hay cambios que llevan tiempo porque son sobre los nuevos jubilados, así que el impacto obviamente no es inmediato”, dijo.
Y concluyó que la encarada, era la reforma posible dentro de un conjunto de limitantes políticos y jurídicos: “De nada sirve hacer una reforma que rápidamente va a tener cuestionamientos judiciales. Tuvimos en cuenta en el diseño los planteos. Es un tema muy difícil, en el que las proyecciones demográficas impactan. Todos los años la expectativa de vida crece un mes y eso se va acumulando. Con la reforma reducimos de manera importante la cantidad de recursos que tiene que transferir la Provincia, pero es un tema que va a seguir en la agenda”.