El próximo martes se cumplirán los primeros tres meses de gestión de Martín Llaryora al frente del Palacio 6 de Julio. Y después de una primera parte de gobierno que lo tuvo con poca presencia en los medios, el intendente capitalino recibe en su despacho a PERFIL CORDOBA para una entrevista exclusiva.
- ¿Por qué la demora en la aparición en los medios?
- La decisión que tomé fue la de un médico con un paciente en terapia intensiva que tiene que estar ahí, con el enfermo. No es que podés salir en el medio de la atención al paciente a dar una conferencia y después volver a ver qué hacemos. Me parecía que era un momento donde uno tenía que estar todo el día trabajando, porque cuando asumí encontramos una situación mucho peor de la que imaginamos y por eso primero hicimos eso y después la prensa. La ciudad es un paciente terminal y como médico elegí estar al lado del paciente, y aunque ahora salga, no quiere decir que el paciente se haya recuperado. Hubo momentos con tres paros juntos: asamblea de los municipales, paro de la basura y el paro de UTA. Ahí había que estar tratando de resolver los temas, no dando notas.
- Se lo nota enfático sobre la Ciudad que recibieron, ¿falló la transición, entonces?
- Divido bien Municipio de Ciudad. Tenemos una ciudad detonada, cloacas colapsadas, llueve y se inunda, baches que son cráteres, espacios públicos descuidados, miles de toneladas de basura. Es una ciudad abandonada y maltratada; y un Municipio fundido. Con desidia administrativa, abandonada en su infraestructura. A veces hay ciudades en buenas condiciones y un municipio fundido, pero acá encontramos las dos cosas. Nos dejaron 17 bordeadoras y dos camiones. Y a eso le agregamos un contexto económico muy difícil, con crisis de empleabilidad y pobreza, con sectores que no arrancan. Por todo esto, creo que la situación no es peor por el espíritu de los cordobeses.
"Hoy el Municipio es un problema, no acompaña. Es un problema no una solución. Córdoba nació para ser grande y la podemos sacar. Pero también necesitamos que Argentina vuelva a la ruta del progreso porque eso nos va a ayudar", dice Llaryora.
- En esta ausencia mediática suya, surgieron títulos como impuestazo o superpoderes…
- Estamos trabajando con el convencimiento de estar haciendo las cosas bien. El gobierno anterior había hecho un aumento del 41% en la tasa de inmuebles para todos y un aumento similar para el comercio. Y en Córdoba hace tiempo que los aumentos son iguales para todos; pero hay años de desidia y no se ve una retribución por el impuesto. Pero además es un momento crítico de la economía con una inflación galopante del más del 56%. Cuando entramos faltaba el final de la inflación y decidimos que no había que aumentarle a todos por igual. Como hacen la mayoría de las ciudades: el que tiene mayor capacidad contributiva, aporta más. Por eso hay casos en los que hasta bajó el monotributo. Preferimos cobrarles a los bancos y no a los monotributistas. A nadie le gusta venir y aumentar pero, ¿qué querés hacer? Somos prestadores de servicios.
- Por la deuda del Municipio, ¿necesitará asistencia financiera de la Provincia?
- Vamos a necesitar apoyo de todos. Lo primero que tenemos que hacer es renegociar lo nuestro. Tenés, por ejemplo, una deuda en juicio que no sabés de cuánto tiempo hablamos. Pero la ayuda no solo puede ser financiera, puede ser en obras, servicios, convenios. Este trabajo en conjunto con Epec, a nosotros nos sirve muchísimo, o las cloacas con Bajo Grande. Tenemos un gobierno que, con Provincia y Nación, queremos trabajar en unidad.