Podría decirse que Samuel Clancy encontró en Instituto su lugar en el mundo. No es poca cosa, tratándose de un basquetbolista que en las últimas dos décadas recorrió 10 países diferentes y vistió las camisetas de 20 equipos.
En Alta Córdoba, donde ya lleva dos años y medio, lo quieren como a nadie. En cada entrenamiento su figura es un imán para los chicos, y un motivo de admiración para los grandes. Los hinchas y socios de “la Gloria” no se cansan de pedirle selfies y autógrafos, y agotan los talonarios de los bonos contribución cuando se enteran de que en medio de algún partido se sorteará la camiseta número “50” que lleva su nombre.
Antes de su desembarco en la Liga Nacional, “El Jefe” –así lo llaman en Alta Córdoba– jugó en Estados Unidos, Venezuela, España, Rusia, Corea del Sur, Francia, República Checa, Israel y Puerto Rico.
Atenas fue su primer destino en nuestro país, con un paso efímero en 2011. Después defendió los colores de 9 de Julio de Río Tercero, Ciclista Olímpico de Santiago del Estero y Gimnasia de Comodoro Rivadavia, donde levantó su única copa en Argentina al ganar el Súper 4 en la temporada 2014/2015.
En Norte América, donde registra dos experiencias truncas en la NBA (Philadelphia Sixers y Portland Trail Blazers) y forma parte del Salón de la Fama de la Universidad del Sur de California, al capitán de Instituto lo conocen como “Junior”. Es que su padre, Samuel Clancy, fue un destacado jugador de fútbol americano en los ’80 y los ’90 y hoy es asistente técnico en el equipo Oakland Raiders.
El “Senior” de la familia también tuvo una experiencia en el básquetbol universitario y fue parte del seleccionado estadounidense que ganó los Panamericanos de 1979, en San Juan de Puerto Rico, al superar en la final al representativo local. En ese certamen Clancy y sus compañeros enfrentaron a un notable elenco argentino que integraban, entre otros, Adolfo Perazzo, Carlos Raffaelli, Carlos Romano, Eduardo Cadillac, Miguel Cortijo y el cordobés Fernando Esteban Prato.
Con la mira en Franca
“Estoy muy feliz de estar en la final, especialmente porque creo que mucha gente pensó que íbamos a estar acá”, declaró Samuel Clancy Jr. antes de partir a Brasil para jugar ante Franca el primer partido de la serie final de la Liga Sudamericana de Básquetbol. “Quiero agradecer a todos los hinchas por apoyarnos todo el año sin importar si ganábamos o perdíamos”, agregó.
Quienes lo conocen, saben que el referente del equipo “glorioso” habla más por sus gestos que por sus palabras. Y que es un líder que trabaja para el lucimiento de sus compañeros y por los objetivos del equipo. A los 38 años, “Sam” tiene las pilas llenas y las ilusiones intactas: “Vamos a dar lo mejor de nosotros en estas finales. Espero que podamos ser campeones”.
Al Sandrín
La Liga Sudamericana de Básquetbol 2018 se definirá en Córdoba. La serie que arrancó el viernes pasado en Brasil (Franca 92-Instituto 90) se traslada ahora al estadio Ángel Sandrín, donde el jueves a las 21.30 se jugará el segundo partido.
De ser necesario un tercer encuentro, el escenario también será el reducto albirrojo. Quien se consagre campeón recibirá la “Copa Horacio Muratore” y clasificará al Grupo B de la Liga de las Américas 2019, donde ya tienen un lugar asegurado Real Esteli de Nicaragua y los mejicanos Capitales y Soles.
Müller, el Gran DT
Facundo Müller, DT del equipo de básquetbol de Instituto, fue distinguido días atrás con el Premio Cóndor de la Agencia Córdoba Deportes. Ganó en el rubro “Conducción Técnica Deportiva Profesional”, donde estuvo nominado junto a Frank Kudelka (ex entrenador de Talleres) y Nicolás Casalánguida (actual conductor de la Asociación Deportiva Atenas).