El 11 de febrero de 1990 Buenos Aires amaneció con los últimos coletazos de un temporal de lluvia que había dejado un saldo de 1.600 evacuados y también con dos noticias impactantes que llegaban desde muy lejos. En Tokio, Mike Tyson perdía su invicto y el título mundial de los pesos pesados, noqueado por el ignoto James “Buster” Douglas. En Johannesburgo, el líder nacionalista Nelson Mandela era liberado después de 27 años de prisión por el régimen que impuso el apartheid en Sudáfrica.
En ese contexto, el partido entre San Lorenzo y Racing de Nueva Italia por la 22ª fecha del torneo de Primera División de la AFA, que había sido reprogramado dos veces por el mal tiempo, pasaba totalmente inadvertido. Se trataba del antepenúltimo y del último del campeonato. “Ambos llegan a la contienda con dos derrotas previas, lo que obviamente fomentará en las respectivas pretensiones las ansias de un necesario triunfo”, destacaba en “la previa” el diario La Voz del Interior.
Nadie imaginaba, por entonces, que el duelo entre académicos y santos tendría a partir de allí un largo paréntesis de 28 años, que se interrumpirá mañana cuando ambos se enfrenten por los 32avos de final de la Copa Argentina, en Arsenal.
La última vez
“Me pone contento que un equipo como Racing, que tiempo atrás supo brillar en el fútbol argentino, vuelva a tener un lugar entre los grandes”, afirma Pascual Noriega, subcampeón del Nacional 1980 con la Academia. “Es una oportunidad muy linda para mostrarse y motiva a todos: jugadores, dirigentes e hinchas”, sostiene el exdefensor en diálogo con PERFIL CÓRDOBA. “En teoría tendría que ganar San Lorenzo, pero en estos partidos la lógica no existe. Estoy seguro de que Racing estará a la altura de las circunstancias, y quién te dice que no podemos dar un batacazo”, añade.
Noriega, quien es vicepresidente 1º de Medea Club y trabaja en la Agencia Córdoba Deportes como coordinador del área de deporte adaptado, tiene un especial recuerdo del duelo que tuvo lugar en cancha de Ferro, en el barrio de Caballito, y que el Azulgrana ganó 1-0 con gol de Alberto Acosta: “Fue mi último partido en Racing después de 23 años en el club”.
“Aquella tarde sufrí un golpe en una costilla y tuve que salir. Cuando volví de la lesión, no me citó el nuevo DT (Abel Herrera reemplazó al renunciante José Omar Reinaldi). Hubo una serie de cosas que no me gustaron… Me faltaron el respeto y entonces les dije que no jugaba más””, precisa Noriega.
“Habíamos arrancado muy bien ese torneo, pero después nos quedamos”, reflexiona una de las glorias albicelestes al hablar del descenso que llegaría tres meses después de aquel 0-1, tras el cual la revista “El Gráfico” destacó al juvenil atacante Marcelo Schenker, quien apenas completaría seis juegos en San Lorenzo antes de emigrar sin pena y sin goles al fútbol austríaco.
Por aquellos días, Córdoba se preparaba para recibir al Mundial de Básquetbol en el predio Feriar, y había otras noticias que llegaban desde muy lejos: los últimos aprontes para la reunificación alemana y la goleada 3-0 del Milán de Ruud Gullit al Napoli de Diego Maradona, en el duelo por excelencia que por aquellos tiempos ofrecía el Calcio italiano.