Agobiado por las sanciones de Estados Unidos, y pese a que la pandemia de coronavirus no deja de castigarlo y ya ha provocado más de cuatro mil muertos, Irán comenzó ayer a reanudar gradualmente la actividad económica para evitar un caos total del país.
Sectores de “bajo riesgo” abrieron ayer en el interior del país, y el 18 de abril lo harán en Teherán.
Las autoridades, encabezadas por el presidente Hasan Rohani, aseguran poder conciliar la reanudación de la actividad y la lucha contra el coronavirus gracias a lo que llaman “la separación social inteligente”.
Ese concepto incluye el hecho de que las personas mantengan una distancia razonable entre sí y también la obligación de las empresas que deseen reabrir de inscribirse en el Ministerio de Salud y respetar ciertos protocolos.
Según Rohani, “no hay otra opción. Queremos mantener al mismo tiempo la mayor actividad económica posible y la lucha contra el coronavirus”.
Con más de 4.300 muertes provocadas por el Covid-19 y unos 70 mil casos declarados oficialmente (aunque algunas fuentes estiman que la cifra es mucho mayor), Irán es el país más afectado por la pandemia en la región.