¿Cómo empezar a escribir desde cero? ¿Todos podemos hacerlo? Esas preguntas parecen rondar históricamente a la literatura. Entre quienes sostienen que se necesitan una suerte de don, o los que afirman que es cuestión de ejercitarse, la creatividad también juega un rol central. En esa dirección, Natalia Rozenblum propone dos cuadernos para meterse de lleno en la práctica y ejercitar la mano.
Mediante Cuaderno de escritura (Abre, 2018) y Cuaderno de Creatividad (Abre, 2019), la escritora argentina condensa más de 10 años de trayectoria en talleres literarios. "Pensé que podía estar bueno que las consignas que había inventado se expandieran y estuvieran al alcance de más personas", cuenta a PERFIL. En ambos tomos, que pueden pensarse tanto como libros, libros-objetos, o cuadernos de taller, las propuestas de la autora de Los enfermos (Alto Pogo, 2016) ayudan a perder el temor a la hoja en blanco.
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En Cuaderno de escritura, el lector se convierte inmediatamente en autor gracias a un centenar de ejercicios que proponer poner en marcha el siempre incierto motor literario. Un estímulo, después de todo, es suficiente para poner en marcha algo que a simple vista parecía complejo. En cambio, en Cuaderno de creatividad, Rozenblum da un paso más y se propone convertir al lector-autor en alguien mucho más activo, dando rienda suelta a que cada uno abra la caja de herramientas personal de ideas y recursos para mostrar su visión del mundo.
"El de creatividad tiene otra perspectiva: trabaja a partir de distintas artes, como por ejemplo la música, el dibujo y el collage, y permite crear también desde esas artes. La idea es explorar en lo que no somos duchos, investigar, animarnos", comenta en ese sentido la autora y tallerista. Además, ambos libros-cuadernos editados de manera muy bella y cuidada por Abre, se complementan con citas de autores que incentivan, incomodan y expanden la visión literaria. En el caso de Cuaderno de escritura, se cierra con un mensaje más que provocador de la mano de Abelardo Castillo: "Cuidado con las computadoras. Todo se ve tan prolijo que parece bien escrito".
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— ¿Cuál fue el germen de estos cuadernos?
— El primer cuaderno nació como una consecuencia natural de mi trabajo. Llevo más de diez años dando talleres literarios y pensé que podía estar bueno que las consignas que había inventado se expandieran y estuvieran al alcance de más personas. Después de esa primera experiencia surgió la posibilidad de hacer un segundo cuaderno y, entre todas las opciones, la que más me interesó fue la que ampliaba la perspectiva y cruzaba distintas artes.
En cuanto a la escritura me parece que es un ejercicio, más allá de que algunas personas tengan una especie de don. Si una trabaja, afila la mirada, trata de encontrar esa forma única en que ve el mundo, lee y después se sienta y ejercita, entonces seguramente se va a aproximar, al menos, a un buen texto.
— ¿Cómo se siente publicar un libro que en cierta forma va a escribir otro?
— Me cuesta pensarlo como un libro, de hecho no lo siento de ese modo porque finalmente serán tantos libros distintos como personas que los completen. Me encanta ser solo un trampolín para que se creen historias.
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— ¿Cualquier persona puede escribir?
— Cualquier persona alfabetizada puede hacerlo. Pero como escribir es contar historias, incluso sin ese recurso uno igual puede imaginar, narrarlas de forma oral. En cuanto a la escritura me parece que es un ejercicio, más allá de que algunas personas tengan una especie de don. Si una trabaja, afila la mirada, trata de encontrar esa forma única en que ve el mundo, lee y después se sienta y ejercita, entonces seguramente se va a aproximar, al menos, a un buen texto.
— ¿Cuáles son las principales diferencias entre el Cuaderno de escritura y el Cuaderno de creatividad?
— El primero es una compilación de más de 100 ejercicios de escritura que no se relacionan entre sí, y tiene citas de autoras y autores que funcionan como herramientas, así como un pequeño diccionario que clarifica algunos conceptos que se proponen en el cuaderno. El de creatividad tiene otra perspectiva: trabaja a partir de distintas artes, como por ejemplo la música, el dibujo y el collage, y permite crear también desde esas artes. La idea es explorar en lo que no somos duchos, investigar, animarnos: encontrar en esos lugares recursos y materiales para nuestra propia disciplina.
La creatividad tiene que ver justamente con eso: no tratar de imitar lo que se supone debemos hacer, lo que nos dicen que tenemos que hacer, sino de encontrar, aceptar y construir nuestra mirada del mundo
— En el prólogo de Cuaderno de creatividad, califica a la "creatividad" como una potencia interior, que tiene mucho de ejercicio, ¿podría desarrollar un poco más esa idea?
— La creatividad tiene que ver justamente con eso: no tratar de imitar lo que se supone debemos hacer, lo que nos dicen que tenemos que hacer, sino de encontrar, aceptar y construir nuestra mirada del mundo. Por supuesto que está mediada por consumos, publicidades, época, y demás, toda la coyuntura, pero si uno se apega a esa mirada entonces esa mirada será creativa, porque será única.
— En los ejercicios a veces se involucra al teléfono celular, aprovechando los distintos recursos multimedia del mismo, ¿cree que los procesos de escritura se vieron modificados por las nuevas tecnologías?
— Supongo que sí. De hecho antes se escribía a mano y con la computadora la mayoría ya escribe -escribimos- directo ahí. La propuesta de usar tecnología en el Cuaderno de creatividad no apunta tanto a la escritura sino más bien a otras artes como la fotografía y el video.
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— Por último, ¿qué ejercicio de alguno de los dos cuadernos recomendaría para alguien que quiere empezar a escribir y no se anima?
— Creo que casi todos funcionan, de hecho los cuadernos son tanto para quienes ya se ejercitan en la escritura u otra arte, como para quienes quieren profundizar en su búsqueda. En general vi que gustó mucho el primero de escritura que es escribir un texto de 56 palabras cuyas palabras solo empiecen con alguna de estas letras A E P D S, sin importar el orden. Otro que gustó fue contar qué dijo su mascota cuando se fue de la casa. De este me mandaron múltiples textos: toda una familia, madre, padre, hijo adolescente e hija chica hicieron sus versiones.